Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

¿Se podría considerar Girls como una serie feminista?

Las primeras impresiones de la serie podrían llevarnos a precipitarnos a responder afirmativamente a la pregunta que da título a esta entrada. Pero, aunque hay quien cree en éstas con fe ciega, considero que muchas son engañosas, y que siempre debemos analizar qué hay debajo del aspecto externo de lo que nos rodea. Empecemos enumerando algunos motivos superficiales que podrían llevarnos a considerar la serie como feminista. Lo que primero salta a la vista es la predominancia de féminas en todo lo que le rodea: su escritora, directora, productora y protagonista es una mujer (Lena Dunham); el título nos lleva a pensar que se centra también en ellas (Girls), y las imágenes y argumentos lo confirman (los personajes principales son cuatro chicas supuestamente independientes y liberales). Contribuye a la impresión feminista de la serie la soltura con que se tratan temas como la liberación sexual, la aceptación del cuerpo tal y como es, controversias relacionadas con el acoso sexual, o el aborto (éste último se trata, más que con libertad, con superficialidad y frívolidad, pues hay personajes que deciden abortar en repetidas ocasiones, como si se tratara de ir al dentista; y esta cuestión, se esté a favor o en contra del aborto, no debe tratarse con una ligereza tal). Y no sólo se tratan dichas temáticas, sino que muchas de ellas se ilustran con imágenes explícitas que huyen de tapujos de cualquier tipo (hasta el punto de que se relaciona automáticamente la serie con los —para muchos demasiado— frecuentes desnudos de su protagonista). Y, por último, lo más significativo es que su creadora se considera feminista, y dice no soportar que otras mujeres digan que no lo son (¡viva el respeto a la diversidad!), pues, para ella, la definición de feminismo se reduce a tan sólo tres ideas. La primera es que las mujeres deben ganar lo mismo que los hombres, otra es que deben poder dejar la casa y, por último, que merecen los mismos derechos que los hombres.

No seré yo quien diga que este trío de ideas va descaminado, pero me parece que la cuestión no es, ni mucho menos, así de simple. Como reconocen muchas especialistas en el tema, a diferencia de lo que solía ocurrir en épocas anteriores, hoy en día resulta muy difícil definir en pocas palabras el término «feminismo». Por ejemplo, Sarah Gamble, editora del libro The Routledge Companion to Feminism and Postfeminism, comparándolo con el post-modernismo, llega a considerarlo como «una cosa amorfa»; y Amanda D. Lotz, que estudia el feminismo precisamente en relación con las producciones televisivas, coincide con Gamble al reconocer que «la confusión y la contradicción marcan la comprensión del feminismo en la cultura popular estadounidense».

Lotz recomienda que analicemos la representación de las mujeres en las series buscando los aspectos positivos que aportan en relación a la promoción de la igualdad de las mujeres y hombres. Pero considero que ello constituye un estudio sesgado de la realidad, y que hay que señalar por igual los aspectos que no contribuyen a lo que se consideran logros del feminismo (en su sentido más amplio y diverso). Y de esto último, existen muchas muestras en Girls, aunque sólo podré citar unas cuantas. Por ejemplo, aunque la serie tiene como protagonistas a cuatro mujeres, no por ello muestra una visión feminista de sus experiencias. Antes bien, ellas presentan a veces actitudes de corte patriarcal, como su excesiva dependencia de las relaciones con hombres, algunos de los cuales (como Adam), llegan a tratarlas de forma denigrante. Otra es que Hannah muestra en repetidas ocasiones que, a pesar del alarde que hace su creadora de que su gordura representa su consciente distanciamiento de los cánones de belleza socialmente aceptados, en realidad no acepta su cuerpo como es, y reconoce que ha sufrido mucho a lo largo de los años a causa de su aspecto. Añadiremos que los personajes femeninos, en lugar de de mostrar la hermandad que se supone que las feministas deben fomentar, mantienen entre ellas una relación de mera conveniencia: por encima de su amistad están siempre los intereses individuales de cada una de ellas (algo que se considera típicamente post-moderno, pero ¿feminista?). Ellas incluso muestran a veces actitudes agresivas que se suelen asociar tradicionalmente al ámbito masculino, con tal de conseguir sus propósitos. A veces, llega a dar la impresión de que la libertad (que con tanto esfuerzo consiguieron las feministas de anteriores generaciones) de la que gozan las chicas de la serie les lleva a la infelicidad e incluso al desquiciamiento, como se plasma en los problemas psicológicos de Hannah o las adicciones nocivas de Jessa.

Podría ofrecer más evidencias de lo que vengo defendiendo, pero debo terminar. Y lo hago reconociendo que, a medida que voy analizando los trabajos de Lena Dunham, voy llegando a la conclusión de que en Dunham se mezclan aspiraciones supuestamente transgresoras y que ella clasifica de «feministas» con un fuerte interés por hacer algo nuevo y que llame la atención, por darle al público «lo que quiere ver» (como ella misma ha reconocido). Detrás de todo esto no puedo evitar vislumbrar la presencia de los ratings y, en último término, de los beneficios económicos, entre las motivaciones principales de la «artista». Mezclar estos objetivos con un supuesto deseo altruista de mejorar la situación de las mujeres creo que es engañoso y peligroso, pues, al poder no tratarse de un deseo genuino, puede confundir a los telespectadores, ofreciendo unas nociones de lo que es ser feminista que conduzcan a errores.

 

2 thoughts on “¿Se podría considerar Girls como una serie feminista?

  1. http://www.twitlonger.com/show/n_1sph3of?new_post=trueno es feminista
    «el feminismo se vive individualmente y se lucha colectivamente»
    es un «manual de instrucciones» para sobrevivir en un entorno económico neoliberal …pero abierto (progresista) en lo relativo al sexo y las relaciones.
    Pero es muy sutil, porque como estamos acostumbradas a ver protagonistas varones en todas las películas, esta que trata abiertamente problemas que interesan a las mujeres nos parece feminista, pero no lo es
    y la prueba: ¿donde está la lucha colectiva? (el único que se mete en política es un varón) ..y es que resulta que la lucha colectiva sirve lo mismo para luchar por la igualdad (por el feminismo) que para luchar por un convenio colectivo laboral, que para tumbar el neoliberalismo como sistema económico y por eso la lucha colectiva no aparece en la serie, no vaya a dar ideas..

     

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