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Pocas im\u00e1genes nutren m\u00e1s nuestra vena terror\u00edfica que la estampa de un ni\u00f1o o ni\u00f1a que no encaja en la percepci\u00f3n colectiva de la ni\u00f1ez.<\/strong> Quiz\u00e1s sea la estoicidad sim\u00e9trica de las gemelas en The Shining<\/em> (Kubrick, 1980), los movimientos antinaturales de la ni\u00f1a de The Exorcist<\/em> (Friedkin, 1973), la resaltada palidez de Toshio Saeki en una pel\u00edcula tan visualmente sombr\u00eda como Ju-On: The Grudge<\/em> (Takashi Shimizu, 2002) o la deforme menudez de los grey childs<\/em> en Silent Hill<\/em> (Konami, 1999). Juzgamos mentalmente como incorrecta la asociaci\u00f3n de esos adultos en proceso, esas figuras fr\u00e1giles, s\u00edmbolo de pureza e inocencia, con elementos atribuidos al horror m\u00e1s primigenio.<\/strong> Prueba de ello es el terror japon\u00e9s, tan fundamentado sobre figuras como el mentado Toshio Saeki o la ni\u00f1a de The Ring (Nakata Hideo, 1998). Los ni\u00f1os, tanto en el pa\u00eds nip\u00f3n como fuera de \u00e9l, protagonizan muchas veces obras de terror psicol\u00f3gico; al fin y al cabo, su incongruente dualidad es una ficci\u00f3n que se resquebraja al transformarse en m\u00e1quinas de jumpscares<\/em>.<\/p>\n

Antes he aludido a Silent Hill<\/em>, y es que la sombra de la franquicia de Konami es alargada<\/strong>. Cuando uno lee que existe un videojuego cuyo personaje protagonista, atribulado por los traumas de su pasado, vuelve al lugar donde todo comenz\u00f3 para recordar, enfrent\u00e1ndose en el proceso a un sinf\u00edn de criaturas que simbolizan pasiones ocultas y memorias dolorosas, llega a la mente de manera instant\u00e1nea la poligonal figura de un tal Harry Mason. Tan solo rebuscando en una biblioteca de juegos de culto podr\u00eda emplazarse junto a Harry Mason, en esa imagen mental, aquella ni\u00f1a misteriosa de la que solo conocemos su nacionalidad inglesa y su nombre: Jennifer, protagonista de Rule of Rose<\/em>.<\/strong><\/p>\n

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Jennifer, protagonista de Rule of Rose, y algunos de los personajes clave del juego<\/figcaption><\/figure>\n

Poco hay de casual en el hecho de que un videojuego de origen japon\u00e9s parta de una ambientaci\u00f3n inglesa. Extradieg\u00e9ticamente, el \u00e9xito internacional de Silent Hill<\/em>, con sus historias situadas en territorio occidental, puede haber sido un motivo para impulsar la narrativa en un espacio fuera del pa\u00eds nip\u00f3n. La fascinaci\u00f3n de Jap\u00f3n por los a\u00f1os 30 europeos podr\u00eda servir de adenda a esta posible explicaci\u00f3n. Dieg\u00e9ticamente, y en palabras del propio director creativo \u2014Ishikawa Sh\u016bji\u2014 junto con su productor asociado \u2014Takayama Yuya\u2014<\/a>, algunos elementos particulares de la imaginer\u00eda simb\u00f3lica en Rule of Rose<\/em> solo funcionar\u00edan en el contexto de la industrializaci\u00f3n brit\u00e1nica en los a\u00f1os 30, especialmente el zepel\u00edn donde se desarrolla una secci\u00f3n clave del juego.<\/p>\n

Rule of Rose<\/em> parte de una premisa sencilla: Jennifer, una joven de 19 a\u00f1os, llega en autob\u00fas a un orfanato pr\u00e1cticamente abandonado por sus cuidadores. Su jerarqu\u00eda no responde a la distribuci\u00f3n oficial de las instituciones p\u00fablicas; en su lugar, las ni\u00f1as, abandonadas a su suerte, se han organizado seg\u00fan una jerarqu\u00eda aristocr\u00e1tica que separa a la \u00e9lite de las plebeyas. Son evidentes los paralelos con la famosa novela de 1954 Lord of the Flies \u2014<\/em>y su adaptaci\u00f3n cinematogr\u00e1fica del 63 por Peter Brook\u2014, donde William Golding planteaba la barbarie como ir\u00f3nico veh\u00edculo para la organizaci\u00f3n entre grupos de ni\u00f1os, antes animales movidos por instinto que humanos en posesi\u00f3n del raciocinio. Al igual que Lord of the Flies<\/em>, Rule of Rose<\/em> expone una sociedad infantil donde el salvajismo, derivado del abandono paterno, lleva a fricciones entre sus miembros para terminar lanzando un mensaje sobre la condici\u00f3n humana, las pulsiones primigenias y las grietas que revelan aquello oculto en la fachada inocente de un ni\u00f1o.<\/strong> El videojuego de Ishikawa busca profundizar en ese conflicto, meditando sobre las consecuencias del abandono por parte de los cuidadores en una edad primaria y los tipos de apego que desarrollan los ni\u00f1os afectados. Este an\u00e1lisis se realiza desde el punto de vista interpersonal, pero con una gran incidencia en lo pol\u00edtico.<\/p>\n

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Ic\u00f3nico fotograma de la pel\u00edcula Lord of the Flies (Peter Brooks, 1963)<\/figcaption><\/figure>\n

A modo de puente entre la fantas\u00eda de un mundo dominado por ni\u00f1os y el nuestro propio, Rule of Rose <\/em>referencia estructuras sociales de abuso explotativo propias de la Historia brit\u00e1nica, si no mundial. Su ambientaci\u00f3n en una Inglaterra de los a\u00f1os 30 remite a un per\u00edodo de movimientos socialistas enfrentados a la ultraderecha m\u00e1s reaccionaria, donde el marxismo defin\u00eda la aristocracia por sus separaciones entre la \u00e9lite y la plebe. Encontramos una reproducci\u00f3n exacta en el Red Crayon Aristocrat Club, donde la trifecta de Diana, Eleanor y Meg forma la \u201cRefined Class\u201d, y Amanda y Jennifer, nuestra protagonista, la \u201cLower Class\u201d, siendo Joshua y Wendy pr\u00edncipe y princesa (respectivamente) del grupo organizado. El sistema se basa en la explotaci\u00f3n de la clase baja por parte de la \u00e9lite, que obliga a quienes consideran inferiores a realizar donaciones mensuales para satisfacer sus caprichos a modo de impuestos. Tambi\u00e9n se impone una meritocracia entre la clase baja, que debe acumular puntos para escalar socialmente y, as\u00ed, entrar en el grupo de las elegidas. La clase refinada no pretende ayudar a la clase baja, sino buscar adeptos que perpet\u00faen la ley del m\u00e1s fuerte. Es un sistema inamovible que consume y corrompe a todas por igual, previniendo las revoluciones por abolir la Aristocracia. No es una alegor\u00eda de nuestro mundo; es una trasposici\u00f3n directa desprovista de cualquier clase de floritura.<\/strong><\/p>\n

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Distribuci\u00f3n de la jerarqu\u00eda del orfanato, excluyendo al pr\u00edncipe Joshua y la princesa Wendy<\/figcaption><\/figure>\n

A pesar de lo que pueda parecer, Rule of Rose<\/em> tiene m\u00e1s de psicolog\u00eda que de pol\u00edtica<\/strong>. No cabe duda en que Ishikawa y su grupo de desarrolladores pretend\u00edan criticar los abusos de poder del capitalismo, pero la jerarqu\u00eda de los arist\u00f3cratas es \u00fanicamente el marco en que se desarrollan los temas principales de la obra. Que el tono fabulesco de la historia, con sus \u201conce upon a time\u201d y sus cuentos infantiles, no lleve a error: Rule of Rose<\/em> es una obra que trata con detalle el abandono paterno, la p\u00e9rdida y su respectivo duelo, los abusos de poder en adultos y ni\u00f1os, la dependencia emocional y el amor desfigurado.<\/strong> No aparta la vista de sus temas m\u00e1s controvertidos y muestra, sin excederse pero con inc\u00f3moda sobriedad, escenas de tortura, humillaci\u00f3n y pederastia.<\/p>\n

Me refer\u00eda antes a la incisi\u00f3n casi quir\u00fargica de Rule of Rose<\/em> en las relaciones interpersonales. \u201cI can be so mean. \/ [\u2026] I would like to shame you. \/ I would like to blame you \/ just because of my love to you\u201d, reza la letra de \u201cA love suicide\u201d<\/a>, tema que se reproduce en la cinem\u00e1tica introductoria de la obra. Recibimos as\u00ed la primera pista de las relaciones que comparten los personajes infantiles de la obra: no comprenden el amor y retuercen su significado hasta convertirlo en un arma de manipulaci\u00f3n y dependencia emocional. Sin embargo, el juego se esfuerza en aclarar que todas, sin excepci\u00f3n, son primero v\u00edctimas y, despu\u00e9s, tiranas; el sistema abusivo que implica el Red Crayon Aristocrat Club no nace de la maldad inherente al ser humano, sino de los traumas que han sufrido las ni\u00f1as en el pasado<\/strong>, desde abandonos hasta abusos sexuales. La negligencia parental, o la p\u00e9rdida de los cuidadores primarios, sirve de marco para el desarrollo de todos los trasfondos de cada personaje.<\/p>\n

En la siguiente entrada<\/strong>, replicando la estructura del propio juego, indagaremos en cada una de las integrantes de la Aristocracia a trav\u00e9s de los tipos de apego derivados de las relaciones ni\u00f1o-cuidador tanto con sus cuidadores primarios como sus secundarios. Aplicaremos en este respecto la teor\u00eda de Bowlby (1969, 1973, 1980) y sus revisiones por parte de Ainsworth et al. (1969, 1979), Main y Solomon (1990), que han configurado a lo largo de d\u00e9cadas el estudio por antonomasia de la teor\u00eda del apego. Tambi\u00e9n incidiremos en el aspecto videol\u00fadico de Rule of Rose <\/em>para argumentar su valor dentro de su propio medio y c\u00f3mo la jugabilidad refuerza, en ocasiones a costa del jugador o la jugadora, los temas de la obra.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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