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En este 5 razones, invocamos a una de las personificaciones del concepto \u00abcontroversia\u00bb. Su humor y sus bromas acerca de \u00abentender a Hitler\u00bb en una conferencia de prensa provoc\u00f3 que fuera considerado persona\u00a0non grata<\/em> en Cannes durante 7 a\u00f1os. Su sistema de direcci\u00f3n ha provocado que celebridades como Bj\u00f6rk \u2014protagonista de su\u00a0Dancer in the Dark<\/em> (2000)\u2014, Nicole Kidman o Paul Bettany \u2014con quienes trabaj\u00f3 en Dogville<\/em> (2003)\u2014 lo hayan vetado e incluso le hayan acusado de acoso sexual \u2014tema que ha quedado en terreno de nadie, aunque los datos no parecen dejar en muy buen lugar al director\u2014. Sus pel\u00edculas plantean uno de los acercamientos m\u00e1s aterradores al concepto del mal \u2014Antichrist<\/em> (2009) o\u00a0 The House that Jack Built <\/em>(2018)\u2014 y proponen maneras extremadamente sensibles de lidiar con las enfermedades mentales \u2014Melancholia<\/em> (2011)\u2014, todo siempre en el generoso marco de la autoficci\u00f3n. En este 5 razones, dec\u00eda,\u00a0invocamos a Lars von Trier<\/strong>. \u00bfCon qu\u00e9 motivo? Pues para hablar de las tres temporadas de The Kingdom <\/em>(ARTE & Denmarks Radio, 1994-1997; 2022).<\/p>\n

Su historia nos lleva a un peculiar hospital dan\u00e9s en el que comienzan a suceder fen\u00f3menos que se escapan de toda l\u00f3gica racional. Pero \u00bfpor qu\u00e9 explicarlo yo cuando la propia serie te propone una introducci\u00f3n tan c\u00e9lebre e intrigante como esta?:<\/p>\n

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El Hospital Reino descansa sobre tierras pantanosas, cuyas aguas hab\u00edan servido para lavar ropa. Aqu\u00ed se blanqueaban grandes cantidades de ropa y el vapor que desprend\u00eda la ropa mojada envolvi\u00f3 el lugar en una niebla permanente. Siglos despu\u00e9s, se construy\u00f3 el hospital aqu\u00ed. Los blanqueadores dieron paso a m\u00e9dicos e investigadores, las mentes m\u00e1s privilegiadas de la naci\u00f3n y la mejor tecnolog\u00eda. Para enaltecer su trabajo, llamaron al hospital El Reino. Ahora la vida se planificar\u00eda y la ignorancia y la superstici\u00f3n no volver\u00edan a hacer temblar los pilares de la ciencia. Quiz\u00e1 crecieron demasiado su arrogancia y su insistente negaci\u00f3n de lo espiritual. Es como si hubieran vuelto el fr\u00edo y la humedad. Signos de cansancio aparecen en el s\u00f3lido y moderno edificio. Ning\u00fan vivo lo sabe a\u00fan, pero el Reino va a reabrir sus puertas.<\/p>\n<\/blockquote>\n
Proponemos aqu\u00ed 5 razones por las que introducirte en la extravagante psique del genio y diablo Lars von Trier no es una tan mala idea como pueda parecer en un principio.<\/p>\n
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La Sra. Drusse (Kirsten Rolffes) en una de las escenas en las que contacta con el m\u00e1s all\u00e1.<\/figcaption><\/figure>\n
1. El surrealismo de sus personajes<\/strong>. Ya sea a trav\u00e9s de una mujer que finge una enfermedad para poder entrar en el hospital y contactar con esp\u00edritus o a trav\u00e9s de un m\u00e9dico que desarrolla una relaci\u00f3n afectivo-emocional con su hepatocarcinoma, pasando por supuesto por una buena dosis de suecos xen\u00f3fobos, interinos \u00abzombis\u00bb y beb\u00e9s con hidrocefalia, los personajes de las tres temporadas de\u00a0The Kingdom<\/em> conforman un fresco maravilloso que permite al espectador regocijarse en los vaivenes absurdos de una historia que poco se esforzar\u00e1 por tratar bien a sus protagonistas. Y es que la magia de Lars von Trier no solo radica en unas premisas que pueden horrorizarte o maravillarte a partes iguales, sino que tambi\u00e9n insufla vida a sus proyectos a trav\u00e9s de un plantel de caracteres que, representen o no arquetipos, ahondan en el esp\u00edritu de lo humano sin demasiados tapujos. Suyos son algunos de los personajes m\u00e1s salvajes y con mayor ausencia de remordimientos de la historia del cine. Algo de eso sangra en la concepci\u00f3n de esta serie, incluso si estamos hablando de una \u00e9poca algo temprana en la obra del autor para este tipo de cosas.<\/p>\n
2. Los inicios del Dogma 95<\/strong>. Como bien indica el marbete, este movimiento vanguardista naci\u00f3 en 1995, esto es, un a\u00f1o despu\u00e9s del estreno de la primera temporada de\u00a0The Kingdom<\/em>. Sin embargo, ya vemos varios indicios de que el proyecto iniciado por Thomas Vinterberg y el propio von Trier tuvo sus momentos iniciales en la concepci\u00f3n de esta serie, en especial las dos primeras temporadas, pues ya la tercera se estrena en una \u00e9poca en la que el Dogma ha ca\u00eddo por su propio peso. Quiz\u00e1 no cumpla con algunos de los \u00abvotos de castidad\u00bb del movimiento, como no usar efectos \u00f3pticos o filtros, pero los fundamentos, como que los rodajes se lleven a cabo en localizaciones reales, que se ruede c\u00e1mara en mano o que la iluminaci\u00f3n sea lo m\u00e1s natural posible, ya est\u00e1n presentes en pr\u00e1cticamente cada uno de los planos que conforman la totalidad de la serie. De esta manera, aqu\u00ed hay otra raz\u00f3n para verla: supone un documento de capital importancia para contextualizar de forma satisfactoria uno de los movimientos cinematogr\u00e1ficos m\u00e1s relevantes y vanguardistas de la historia.<\/p>\n
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Ernst-Hugo J\u00e4reg\u00e5rd \u2014habitual de Von Trier\u2014 y Peter Mygind interpretan a Stig Helmer y a Morten ‘Mogge’ Moesgaard, respectivamente.<\/figcaption><\/figure>\n
3. Lo autorreferencial de su estilo<\/strong>. Son casi 25 los a\u00f1os que separan el estreno de la segunda temporada de la tercera. Durante ese per\u00edodo, se han concebido nuevas generaciones de cineastas, la tecnolog\u00eda para llevar a cabo las pel\u00edculas ha cambiado en pr\u00e1cticamente todos sus aspectos y, m\u00e1s importante, el propio Lars von Trier ha cambiado radicalmente su estilo. Lejos quedan los preceptos del mencionado Dogma 95. Desde\u00a0Antichrist<\/em> (2009), el director se ha enfrascado en un nuevo modelo de cine que responde m\u00e1s a cuestiones hiperest\u00e9ticas y no tanto a un conseguido realismo. C\u00e1maras lentas, efectos especiales, cambios de color a blanco y negro, programas inform\u00e1ticos que mueven las c\u00e1maras sin intervenci\u00f3n directa de un ser humano. Su estilo ha virado en una direcci\u00f3n notablemente distinta a las pel\u00edculas que hac\u00eda en los 90 y principios de los 2000. As\u00ed pues, la revelaci\u00f3n que se nos muestra al comienzo de la tercera temporada, sin entrar en terreno spoiler<\/em>, vale oro en tanto que nos muestra a un director que es plenamente consciente de este viraje y lo enfatiza con una inteligente yuxtaposici\u00f3n de aquello que lo hizo grande antes y que lo hace grande ahora. Adem\u00e1s, supone un documento fant\u00e1stico para trazar las influencias del propio von Trier. Vemos a Bergman y vemos a Tarkovsky, este \u00faltimo hasta tal punto que la gente ha bromeado diciendo que\u00a0The Kingdom<\/em> vendr\u00eda a ser algo as\u00ed como\u00a0Grey’s Anatomy<\/em> (ABC, 2005-) si esta estuviese dirigida por el director ruso. Sin embargo, el eco principal viene por parte de la Twin Peaks<\/em> (1990-1991; 2017) de David Lynch, con la que traza unos paralelismos que no solo se quedan en lo estrictamente estil\u00edstico, sino que tambi\u00e9n en su extra\u00f1a concepci\u00f3n estructural en lo que respecta a sus estrenos: tres son las temporadas que conforman ambas series y 25 a\u00f1os, aproximadamente, son los que separan los estrenos de la segunda y tercera temporada en ambos casos. \u00bfEnvidia o motivaci\u00f3n, por parte de von Trier? Quiz\u00e1 ambas.<\/p>\n
4. Su sorprendente talante c\u00f3mico<\/strong>. Quiz\u00e1 a los que ya hayan visto\u00a0The Boss of It All<\/em> (2006), firmada por el propio von Trier, no se sorprende tanto de esto que voy a decir, pero que\u00a0The Kingdom<\/em> se enmarque en unas coordenadas que de forma tan pr\u00edstina exploran la comedia de las situaciones que se generan es un\u00a0rara avis<\/em> notable dentro de la filmograf\u00eda de su director. Se podr\u00e1 argumentar que algunas de sus \u00faltimas pel\u00edculas plantean tambi\u00e9n ciertos toques humor\u00edsticos, como puede suceder en\u00a0The House that Jack Built\u00a0<\/em>(2018), pero el humor desplegado en estos productos responde a una naturaleza mucho m\u00e1s autorreferencial, ir\u00f3nica y profundamente ego\u00edsta. El tipo de chistes y\u00a0practical jokes<\/em> que se desvelan en\u00a0The Kingdom<\/em> parecen concebirse en un universo mucho m\u00e1s anclado a la comedia comercial, aunque siempre concebida dentro de un macabro absurdo que le aporta esa dosis de originalidad que tan peculiar la hace.<\/p>\n
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\u00ab\u00a1Escoria danesa!\u00bb, grita Helmer Jr. en honor a su padre a cada oportunidad que tiene, se convierte en la frase estrella de la serie.<\/figcaption><\/figure>\n
5. Y su innegable gusto por la tragedia<\/strong>. Ya en 1988 con el estreno de su\u00a0Medea<\/em> \u2014escrita para televisi\u00f3n por uno de sus \u00eddolos absolutos, Carl Th. Dreyer, y protagonizada por el siempre fant\u00e1stico Udo Kier\u2014 von Trier mostr\u00f3 una cierto gusto por la tragedia cl\u00e1sica. En gran medida, muchas de sus pel\u00edculas tambi\u00e9n demuestran una influencia notable por el mundo de lo eminentemente tr\u00e1gico. Su\u00a0Melancholia<\/em> (2011), por ejemplo, nos ofrece una revisi\u00f3n del, ya considerado hoy en d\u00eda, mito de Ofelia a trav\u00e9s de la deprimida e inconsolable Justine<\/a>, interpretada por Kirsten Dunst. En\u00a0The Kingdom<\/em>, el gusto por lo tr\u00e1gico, m\u00e1s all\u00e1 de todas aquellas desgracias que le suceden a los protagonistas, viene a trav\u00e9s del establecimiento de un coro griego conformado por dos lavaplatos que comentan todo aquello que va sucediendo en el hospital. En las primeras dos temporadas, el coro est\u00e1 formado por dos simp\u00e1ticos personajes que llevan a cabo su labor de forma ejemplar mientras conjeturan acerca de lo que suceder\u00e1 en el futuro de la serie. Sin embargo, en la tercera, uno de esos componentes humanos se ha sustituido por una m\u00e1quina parlante no muy dispuesta a trabajar de lavaplatos. Tal vez un comentario acerca de c\u00f3mo cambian los tiempos o, simplemente, una de las rarezas tan suyas de von Trier.<\/p>\n
\u00abWhat relish is in this? How runs the stream?\u00bb, se pregunta Sebastian al final de la primera escena del cuarto acto de la\u00a0Twelfth Night<\/em> de Shakespeare al ver como Olivia, en un arranque de pasi\u00f3n, le confiesa algunas cosas que no deber\u00eda. Eso mismo me pregunto yo cada vez que terminaba un cap\u00edtulo de la serie que aqu\u00ed nos ha ocupado:\u00a0\u00bfqu\u00e9 tendr\u00e1 von Trier en la mollera?\u00a0<\/strong>Sea como fuere, lo que le ocupa el pensamiento debe ser verdaderamente interesante y entretenido como para que nos ofrezca estos mundos donde conviven la humildad y el egocentrismo, la salud y la enfermedad, la vida y la muerte. Es un juego de binarios en el que nada avanza por donde acostumbran a avanzar los personajes y sus tramas. Entrar en\u00a0The Kingdom<\/em> puede no parecer sencillo, pero una vez entras en su juego, su humorismo y sus extravagancias resultan altamente satisfactorias. Eso s\u00ed: s<\/strong>i quieren entrar al mundo del Reino, solo hace falta tener en cuenta que vais a presenciar una c\u00f3pula del bien con el mal<\/strong>.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
En este 5 razones, invocamos a una de las personificaciones del concepto \u00abcontroversia\u00bb. Su humor y sus bromas acerca de \u00abentender a Hitler\u00bb en una conferencia de prensa provoc\u00f3 que fuera considerado persona\u00a0non grata en Cannes durante 7 a\u00f1os. Su sistema de direcci\u00f3n ha provocado que celebridades como Bj\u00f6rk \u2014protagonista de su\u00a0Dancer in the Dark […]<\/p>\n","protected":false},"author":33,"featured_media":27864,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":"","_jetpack_dont_email_post_to_subs":false,"_jetpack_newsletter_tier_id":0,"_jetpack_memberships_contains_paywalled_content":false,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":"","jetpack_publicize_message":"","jetpack_publicize_feature_enabled":true,"jetpack_social_post_already_shared":true,"jetpack_social_options":{"image_generator_settings":{"template":"highway","enabled":false}}},"categories":[26,4803],"tags":[2658,3237,5044,593,2685,2642,4553,1253,31,5042,5043],"jetpack_publicize_connections":[],"jetpack_featured_media_url":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-content\/uploads\/2022\/12\/KralVonTrier_TSR_Kralovstvi3b-e1670156481248.jpg","jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/pano20-7eC","_links":{"self":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/27814"}],"collection":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/33"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=27814"}],"version-history":[{"count":14,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/27814\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":27905,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/27814\/revisions\/27905"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/media\/27864"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=27814"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=27814"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=27814"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}