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Foi por vontade de Deus
Que eu vivo nesta ansiedade
Que todos os ais s\u00e3o meus
Que \u00e9 toda minha saudade
Foi por vontade de Deus
Que estranha forma de vida<\/p>\n

Estranha forma de vida,<\/em> Caetano Veloso<\/p>\n

A finales del 2020, finalizado el confinamiento ocasionado por el coronavirus, el c\u00e9lebre director manchego Pedro Almod\u00f3var estren\u00f3 el cortometraje\u00a0The human voice,\u00a0<\/em>su primera obra en habla inglesa protagonizada por Tilda Swinton que adaptaba el famoso texto de Jean Cocteau. A pesar de las muchas desgracias que hab\u00eda tra\u00eddo consigo la situaci\u00f3n mundial del momento, tambi\u00e9n hab\u00eda sido un tiempo en soledad donde la creaci\u00f3n art\u00edstica acudi\u00f3 a \u00e9l como una de sus fuentes de esperanza para seguir adelante. Ya entonces anunci\u00f3 que tras\u00a0The human voice<\/em> vendr\u00edan nuevos proyectos que explorar\u00edan distintos g\u00e9neros, formatos e idiomas. Prometi\u00f3, entre otros, un western.<\/p>\n

Tres a\u00f1os despu\u00e9s, el Festival de Cannes estrena en primicia el nuevo cortometraje de Pedro Almod\u00f3var:\u00a0Strange way of life<\/em>\u00a0(Extra\u00f1a forma de vida),\u00a0<\/em>un western de 31 minutos protagonizado por Pedro Pascal e Ethan Hawke. El origen del proyecto se remonta a la lectura de la novela\u00a0El hombre que se enamor\u00f3 de la luna\u00a0<\/em>de Tom Spanbauer donde se narraba una historia dura y cruda ambientada en el salvaje oeste con una aproximaci\u00f3n a la sexualidad del personaje que pocas veces hab\u00eda podido ver en los westerns cl\u00e1sicos<\/strong> de Howard Hawks, Nicholas Ray o King Vidor que tanto admiraba. La oferta de Yves Saint Laurent a Pedro Almod\u00f3var por hacer una joint venture<\/em> y crear juntos una obra cinematogr\u00e1fica -ya lo hab\u00edan hecho anterioremente con Wong Kar-Way con el fashion film\u00a0A night in Shangai<\/em> (2019), Gaspar No\u00e9 y su\u00a0Lux Aeterna<\/a>\u00a0<\/em>(2019) y Film annonce du film qui n\u2019existera jamais: \u201cDr\u00f4les de guerres\u201d <\/em>dirigida por Jean-Luc Godard en la que ser\u00e1 su obra p\u00f3stuma tambi\u00e9n estrenada este a\u00f1o en el Festival de Cannes- supuso el pistoletazo de salida para la realizaci\u00f3n de este western.<\/p>\n

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Ethan Hawk empu\u00f1a su pistola aguardando el \u00faltimo duelo. La est\u00e9tica y vestimenta -a cargo de Anthony Vaccarello de Yves Saint Laurent- est\u00e1n muy cuidadas.<\/figcaption><\/figure>\n

A continuaci\u00f3n realizaremos un breve an\u00e1lisis de la pel\u00edcula, por lo que ser\u00e1 necesario destripar ciertas partes de la obra.<\/p>\n

Strange way of life<\/em> comienza como muchos otros westerns: una misteriosa figura que cabalga por el desierto y llega a un pueblo perdido en la estepa. Se trata de Silva (Pedro Pascal), que deambula por la calle mayor del condado mientras un joven canta\u00a0Estranha forma de vida –<\/em>con la voz de Caetano Veloso realmente en playback-\u00a0cuya letra nos avanza el estado an\u00edmico de los dos protagonistas<\/strong> que pronto conoceremos. Mientras tanto, Jake (Ethan Hawk) -el sherif<\/em> del pueblo- escucha con atenci\u00f3n el relato de un hombre que dice haber visto al culpable de un terrible asesinato. Su mirada fr\u00eda, calculadora y serena se transforma, se alumbra, cuando Silva aparece en la oficina del alguacil. Los ojos de los dos personajes dicen m\u00e1s que cualquier palabra<\/strong>. No se ven desde hace 25 a\u00f1os, cuando ambos trabajaban como pistoleros a sueldo. Ahora Jake es el sherif<\/em> y Silva es un ranchero, como siempre quiso ser.\u00a0\u00abTengo mal la espalda y tengo entendido que hay un buen doctor en este pueblo\u00bb contesta Silva cuando su antiguo camarada le pregunta el motivo de su visita.<\/p>\n

Esa misma noche Silva y Jake cenan juntos recordando el pasado. Ahora todo ha cambiado. Ambos se reconocen, pero se sienten en parte como dos extra\u00f1os. Almod\u00f3var plantea una conversaci\u00f3n donde los di\u00e1logos adquieren una po\u00e9tica propia de su estilo<\/strong> llena de dobles sentidos. Silva brinda por volver a ese pasado que dice no poder sacarse de la cabeza. Jake afirma haber cambiado. Dice que ya no bebe mientras sirve a ambos una copa colmada de licor. La contradicci\u00f3n est\u00e1 presente en ellos por completo. Silva se levanta de la mesa y se dirige al dormitorio de Jake mientras sigue bebiendo. Un ligero paneo ascendente muestra la cama, vac\u00eda. La mirada del ranchero es suficiente para entender sus deseos. Mientras tanto Jake se levanta, se va desabrochando la camisa y se dirige a Silva, a quien besa en el cuello.<\/p>\n

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Las miradas en Strange way of life est\u00e1n cargadas de significado, deseo y dolor.<\/figcaption><\/figure>\n

Un fundido a negro elide el encuentro sexual entre ambos personajes, una decisi\u00f3n que algunos podr\u00edan encontrar sorprendentes trat\u00e1ndose de un film de Almod\u00f3var, quien decide no acudir a las im\u00e1genes expl\u00edcitas, sino connotar a trav\u00e9s de las palabras, las miradas y los gestos. A la ma\u00f1ana siguiente Silva se despierta solo en la cama del\u00a0sherif<\/em>. Jam\u00e1s veremos en la pel\u00edcula a los dos amantes juntos en la cama, siempre aparecer\u00e1n solos haci\u00e9ndose notar la ausencia de la persona amada<\/strong> a la que tan solo pueden hacer volver a trav\u00e9s del recuerdo. Silva se levanta y mira por los cajones del ropero de Jake. Saca un pa\u00f1uelo rojo que observa en silencio. El sherif<\/em> que estaba sumergido en su ba\u00f1era aparece y act\u00faa con mala gana ante las muestras de cari\u00f1o del ranchero. Pronto sabemos el motivo de su enfado: desconf\u00eda de las razones de la aparici\u00f3n de Silva<\/strong>. No cree que haya venido por su dolor de espalda, sino porque su hijo Joe est\u00e1 acusado de haber matado a una mujer, casualmente la viuda del hermano del sherif<\/em> a quien prometi\u00f3 proteger. A continuaci\u00f3n sucede una discusi\u00f3n propia de esa Joan Crawford y Sterling Hayden en\u00a0Johnny Guitar<\/em> (Nicholas Ray, 1954) llenos de pasi\u00f3n, pero sobre todo de resentimiento y furia. El dormitorio, espacio donde han consumado tras 25 a\u00f1os su amor, se convierte en una habitaci\u00f3n donde salen a flote todos los rencores y palabras m\u00e1s hirientes que cualquier bala.<\/p>\n

Almod\u00f3var cierra la secuencia con una bell\u00edsima composici\u00f3n llena de significado<\/strong>. Despu\u00e9s de la discusi\u00f3n y la explosi\u00f3n de sentimientos, Silva se va de la casa y Jake queda pensativo en el dormitorio, solo, donde unas horas antes dejaba ir sus sentimientos con su amante. Enmarcado y \u00abencerrado\u00bb por el marco de la puerta, la c\u00e1mara se aleja hasta colocarse detr\u00e1s de los cubiertos y vasos que a\u00fan quedaron sin recoger de la cena anterior. Dos sillas vac\u00edas a cada lado del encuadre acaban por rematar un \u00fanico encuadre en el que Almod\u00f3var resume con maestr\u00eda toda la escena y sentido del film<\/strong>: la imposibilidad de eternizar ese encuentro, de vivir por siempre del gozo del recuerdo y de las promesas del pasado.<\/p>\n

\"\"<\/a><\/p>\n

Ambos jinetes salen del pueblo, cada uno por su lado. El espectador sabe que Silva va a buscar a su hijo. Jake tambi\u00e9n lo hace, pero por otras razones muy diferentes que las de su amante. En los encuadres que usa Almod\u00f3var, compuestos con maestr\u00eda por Jos\u00e9 Luis Alcaine, siempre interpone elementos entre Jake y Silva que connotan la imposibilidad de ambos personajes por estar juntos<\/strong>. En su encuentro en la oficina del alguacil, la presencia de la figura del ayudante se interpone entre ellos. Del mismo modo lo hace la pintura de una mujer, quiz\u00e1 la representaci\u00f3n de la muchacha asesinada, que est\u00e1 colgada sobre la cama de Jake. En uno de los planos finales tambi\u00e9n se interpondr\u00e1n entre ellos algunas figuras religiosas. El deber, las creencias y las promesas les separan.<\/p>\n

En su larga traves\u00eda, Jake y Silva deben acampar y dormir solos en el desierto. Frente a las llamas, cada uno recuerda con exactitud el despertar de su pasi\u00f3n. Una escena de juventud llena de alegr\u00eda y festividad regresa a sus miradas emocionadas. Junto a tres chicas, unos jovenc\u00edsimos Jake y Silva disparan a unas tinajas de vino de las que todos beber\u00e1n formando una especie de bacanal de la que solo quedar\u00e1n los dos hombres bes\u00e1ndose y revolc\u00e1ndose por el suelo. De nuevo Almod\u00f3var propone una imagen de gran sentido y po\u00e9tica<\/strong>: ambos personajes intentan llegar con su mano al sexo del otro a trav\u00e9s del pantal\u00f3n, pero ninguno de los dos puede. El cintur\u00f3n que carga con sus pistolas (quiz\u00e1 un s\u00edmbolo del deber) est\u00e1 demasiado ce\u00f1ido para dejar que nada ocurra. Sin poder consumar sus deseos sexuales, se r\u00eden y conforman con seguir bes\u00e1ndose y revolc\u00e1ndose en el suelo. Su deseo se ve obligado a transformarse en un juego. No tienen otra opci\u00f3n. Y as\u00ed lo demuestra el paso del tiempo.<\/p>\n

El cl\u00edmax de la pel\u00edcula es esperado por el p\u00fablico, pero no por ello menos excitante. Mientras suena la magistral composici\u00f3n musical de Alberto Iglesias, Jake, Silva y su hijo Joe se encuentran en el rancho del joven. Todos se apuntan con sus armas. Sherif\u00a0<\/em>y acusado acaban peleando a pu\u00f1o, revolc\u00e1ndose por el suelo. Al final, Jake acaba con un disparo en el costado del abdomen, Joe logra escapar y Silva, autor del disparo, queda curando la herida de su amante. La mano del ranchero presiona la herida limpia de bala, la mano de Jake se posa sobre la de su compa\u00f1ero formando de nuevo una bella y po\u00e9tica imagen. Ante la rabia de Jake, que promete denunciar a Silva por intento de asesinato, el ranchero contesta con una frase llena de significado<\/strong> con la que Almod\u00f3var, bajo mi punto de vista, trasciende toda temporalidad, una contestaci\u00f3n universal ante cualquier tipo de odio: \u00abPuedes insultarme todo lo que quieras, pero eso no har\u00e1 que la herida se cure antes\u00bb<\/strong>. El silencio despu\u00e9s de la afirmaci\u00f3n es sepulcral, y en esa pausa en la que ambos jinetes esperan la recuperaci\u00f3n del sherif<\/em> se materializa el sue\u00f1o imposible de Silva: vivir en un rancho con la persona que ama, cuid\u00e1ndose el uno al otro.<\/p>\n

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Uno de los \u00faltimos planos de la pel\u00edcula. Cada amante en un lado diferente del plano, separados, pero en sus mentes aun queda el recuerdo y el deseo de permanecer juntos.<\/figcaption><\/figure>\n

Al finalizar el cortometraje el espectador se queda con ganas de m\u00e1s. Almod\u00f3var construye brillantemente una historia concisa en la que expone el deseo homosexual entre dos hombres que jam\u00e1s hab\u00eda sido visto en el Hollwood cl\u00e1sico de forma expl\u00edcita, pero al mismo tiempo realiza un preciso uso del lenguaje cinematogr\u00e1fico propio del western con el que los sentimientos se expresan de forma denotativa a trav\u00e9s de met\u00e1foras y dobles sentidos que elevan la narraci\u00f3n hacia un tono altamente po\u00e9tico y m\u00ed(s)tico<\/strong>.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Foi por vontade de DeusQue eu vivo nesta ansiedadeQue todos os ais s\u00e3o meusQue \u00e9 toda minha saudadeFoi por vontade de DeusQue estranha forma de vida Estranha forma de vida, Caetano Veloso A finales del 2020, finalizado el confinamiento ocasionado por el coronavirus, el c\u00e9lebre director manchego Pedro Almod\u00f3var estren\u00f3 el cortometraje\u00a0The human voice,\u00a0su primera […]<\/p>\n","protected":false},"author":24,"featured_media":30036,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":"","_jetpack_dont_email_post_to_subs":false,"_jetpack_newsletter_tier_id":0,"_jetpack_memberships_contains_paywalled_content":false,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":"","jetpack_publicize_message":"","jetpack_publicize_feature_enabled":true,"jetpack_social_post_already_shared":true,"jetpack_social_options":{"image_generator_settings":{"template":"highway","enabled":false}}},"categories":[525,4812],"tags":[153,3672,2368,5290,3095,4311,5292,5291,5294,5293],"jetpack_publicize_connections":[],"jetpack_featured_media_url":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-content\/uploads\/2023\/05\/Extraana_forma_de_vida-939802084-large-e1685137137267.jpg","jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/pano20-7On","_links":{"self":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/30031"}],"collection":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/24"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=30031"}],"version-history":[{"count":2,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/30031\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":30047,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/30031\/revisions\/30047"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/media\/30036"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=30031"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=30031"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=30031"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}