Deprecated: ¡La función jetpack_form_register_pattern ha quedado obsoleta desde la versión jetpack-13.4! Usa Automattic\Jetpack\Forms\ContactForm\Util::register_pattern en su lugar. in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php on line 6078 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 {"id":32369,"date":"2024-03-06T00:00:57","date_gmt":"2024-03-05T23:00:57","guid":{"rendered":"http:\/\/www.rirca.es\/?p=32369"},"modified":"2024-03-06T16:20:55","modified_gmt":"2024-03-06T15:20:55","slug":"rirca-recomienda-el-teatro-en-el-cine-ii","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/www.rirca.es\/rirca-recomienda-el-teatro-en-el-cine-ii\/","title":{"rendered":"RIRCA recomienda: el teatro en el cine (II)"},"content":{"rendered":"
Seguimos con nuestro particular viaje a las relaciones entre el teatro y el cine. Si la entrega anterior se centraba en el entorno (meta)teatral para la creaci\u00f3n y la relaci\u00f3n entre personajes, en nuestra segunda tanda de recomendaciones el film se pone al servicio de la representaci\u00f3n teatral para establecer una dial\u00e9ctica con la realidad ya sea personal ya sea ideol\u00f3gica.<\/p>\n
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La trayectoria del mito f\u00e1ustico<\/strong> es tan extensa en tiempo y rica en representaciones que entrar siquiera en un proyecto para establecer su historia resulta complicado. Su inicio responde a demasiados est\u00edmulos lo suficientemente variados<\/strong> como para poder estar seguros de que viene de un lugar en concreto, hecho que no consigue otra cosa que formular una neblina misteriosa<\/strong> a su alrededor que lo encumbra como uno de los grandes mitos de la humanidad<\/strong>. Sin embargo, si uno aventurara a preguntarse a s\u00ed mismo de d\u00f3nde conoce la leyenda f\u00e1ustica<\/strong>, muy probablemente sus respuestas lo llevar\u00edan al Fausto<\/em> de Goethe<\/strong>, dramatizaci\u00f3n del mito publicada en dos partes: una en 1808 y otra en 1832. En ella se nos plantea la historia inmortal de Fausto<\/strong>, que, a modo de un Job pagano<\/strong>, se presenta como el hombre favorito de Dios<\/strong>. V\u00edctima de una depresi\u00f3n suicida<\/strong> por no poder alcanzar el conocimiento infinito<\/strong>, primero, a trav\u00e9s de las ciencias<\/strong> y, luego, de la magia<\/strong>, a Fausto se le aparece Mefist\u00f3feles<\/strong> para proponerle un trato: mientras este ronde por la Tierra, har\u00e1 lo que aquel quiera<\/strong>. Sin embargo, y en tanto que trato, tiene que haber una segunda parte, <\/strong>y es que c<\/strong>uando Fausto muera, ser\u00e1 este quien se pondr\u00e1 al servicio de Mefist\u00f3feles<\/strong>. Con esto, el dilema est\u00e1 servido: \u00bfmerece la pena el conocimiento infinito en la limitada vida terrenal a cambio del vasallaje perpetuo al mism\u00edsimo diablo en el infierno?<\/strong><\/p>\n Para cuando Klaus Mann<\/strong> escribiera en 1936<\/strong> su Mefisto<\/em><\/strong>, la historia representacional del mito ya hab\u00eda gozado de varias iteraciones<\/strong>, pero quiz\u00e1 el mundo nunca hab\u00eda visto una tan particular e ir\u00f3nica<\/strong> como la que plante\u00f3, primero, el mentado autor y, despu\u00e9s, Istv\u00e1n Szab\u00f3 con con su adaptaci\u00f3n, Mephisto,<\/em> en 1981<\/strong>. Ganadora de un Premio \u00d3scar a la mejor pel\u00edcula extranjera<\/strong> en ese mismo a\u00f1o, su argumento nos lleva a las inmediaciones de la Alemania nazi<\/strong>. Con Hitler y sus ac\u00f3litos<\/strong> en el poder, H\u00f6fgen (Klaus Maria Brandauer)<\/strong>, un actor aparentemente revolucionario que flirtea con la ideolog\u00eda bolchevique<\/strong>, tiene que escoger entre abandonar la patria<\/strong> y marcharse al exilio<\/strong> o seguir viviendo en Alemania<\/strong>. Si escoge la primera opci\u00f3n, puede vivir con libertad ideol\u00f3gica<\/strong>, pero quiz\u00e1 nunca le llegue el \u00e9xito <\/strong>(nuevo ambiente, alejamiento de su lengua materna, cambio de contexto). Sin embargo, si opta por el segundo camino, deber\u00e1 vivir bajo la presi\u00f3n y las demandas del r\u00e9gimen nazi<\/strong>, pero podr\u00e1 gozar de una carrera colmada de triunfos y celebraciones.<\/strong><\/p>\n La forma en la que Mann y, tras \u00e9l, Szab\u00f3 utilizan la leyenda f\u00e1ustica en el contexto de la Alemania nazi, no responde tanto a la excusa de perfilar la historia cultural del teatro en una \u00e9poca de represi\u00f3n ideol\u00f3gica<\/strong>, sino que, m\u00e1s bien, busca representar c\u00f3mo las relaciones de poder trabajan de forma subrepticia<\/strong>, de manera que, para cuando uno quiera darse cuenta, el veneno que recorre sus discursos ya forma parte de tu terreno sangu\u00edneo. H\u00f6fgen interpreta a Mefist\u00f3feles y a Hamlet<\/strong>, dos personajes que vehiculan su propia historia y trabajan teni\u00e9ndolo todo bajo control<\/strong>, estado que parece ser af\u00edn al de nuestro actor protagonista<\/strong>. Utiliza el benepl\u00e1cito<\/strong> de los altos cargos del r\u00e9gimen<\/strong> para liberar a sus amigos revolucionarios<\/strong> de prisi\u00f3n, trabaja de forma ininterrumpida<\/strong> de aquello que le apasiona y, sobre todo, tiene un \u00e9xito arrollador<\/strong>. Pero \u00bfde verdad H\u00f6fgen tiene poder sobre su vida en esa Alemania atestada de j\u00f3venes arios vestidos con uniformes militares confeccionados por Hugo Boss?<\/strong> La iron\u00eda<\/strong> que nos muestra Szab\u00f3 con Mephisto<\/em> tiene que ver con c\u00f3mo aquellos que act\u00faan como Fausto pueden, en realidad, ser Mefist\u00f3feles, y viceversa<\/strong>.<\/p>\n Imprevisible, est\u00e9tica, grande, excesiva, rom\u00e1ntica<\/strong>. Mephisto<\/em> trae consigo lo mejor \u2014y lo peor\u2014 del esp\u00edritu alem\u00e1n a trav\u00e9s de sus espacios, sus emociones y sus tonos<\/strong> para informarnos sobre el pasado<\/strong>, pero tambi\u00e9n alertarnos del presente y futuro<\/strong>. Las din\u00e1micas discursivas<\/strong> de aquellos extremos<\/strong> que ans\u00edan posiciones de poder<\/strong>, conocidas por regalar los o\u00eddos con sus esfuerzos demag\u00f3gicos<\/strong>, no es algo que solo forme parte del pasado<\/strong>. Quiz\u00e1 la historia nos permita identificarlas de forma m\u00e1s certera, pero tambi\u00e9n nos da las herramientas necesarias<\/strong> para poder se\u00f1alar<\/strong> satisfactoriamente aquellos populismos<\/strong> que colman las papeletas electorales del presente. La Mephisto<\/em> de Szab\u00f3 es cine de ayer que, por desgracia, resuena m\u00e1s en nuestra contemporaneidad que en la de aquellos que asistieron a su estreno en 1981<\/strong>.<\/p>\nAitor Fern\u00e1ndez de Marticorena Gallego: En presencia de un<\/em> clown<\/em> (Ingmar Bergman, 1997)<\/h3>\n