Deprecated: ¡La función jetpack_form_register_pattern ha quedado obsoleta desde la versión jetpack-13.4! Usa Automattic\Jetpack\Forms\ContactForm\Util::register_pattern en su lugar. in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php on line 6078 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 Warning: Cannot modify header information - headers already sent by (output started at /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/functions.php:6078) in /customers/1/a/4/rirca.es/httpd.www/wp-includes/rest-api/class-wp-rest-server.php on line 1831 {"id":32416,"date":"2024-02-25T00:00:45","date_gmt":"2024-02-24T23:00:45","guid":{"rendered":"https:\/\/www.rirca.es\/?p=32416"},"modified":"2024-04-21T08:02:46","modified_gmt":"2024-04-21T07:02:46","slug":"sobre-koreeda-xv-broker-2022-o-aquello-que-aprendimos-en-el-viaje","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/www.rirca.es\/sobre-koreeda-xv-broker-2022-o-aquello-que-aprendimos-en-el-viaje\/","title":{"rendered":"Sobre Koreeda (XV): \u00abBroker\u00bb (2022) o aquello que aprendimos en el viaje"},"content":{"rendered":"

Pareciera que Koreeda todav\u00eda no estuviera listo, cinematogr\u00e1ficamente hablando, para volver a su Jap\u00f3n natal tras finalizar la producci\u00f3n de The Truth<\/em> en 2019. En 2020, tras haberse encontrado con las tres piezas actorales \u2014Song Kang-ho, Gang Dong-won y Bae Doona, con la que ya hab\u00eda trabajado en Air Doll<\/em> (2009)\u2014 que participar\u00edan en calidad de protagonistas en su pel\u00edcula, nuestro director se embarcar\u00eda en una nueva aventura argumental de la mano del sistema de adopciones surcoreano con Broker<\/em> (2022). M\u00e1s all\u00e1 de que la producci\u00f3n sea surcoreana, la decisi\u00f3n por parte de Koreeda de tratar un tema como este no deber\u00eda cogernos desprevenidos. No solo es una reincidencia del director en su ya protot\u00edpico universo de la infancia, sino que este producto tambi\u00e9n responde a una evoluci\u00f3n org\u00e1nica de los intereses que comenz\u00f3 a cultivar desde algo como Like Father, Like Son<\/em> (2013) y que supondr\u00edan un elemento capital en su celeb\u00e9rrima Shoplifters<\/em> (2018). Al fin y al cabo, como ya hemos repetido cuantiosas veces en el ciclo que aqu\u00ed nos ocupa, Koreeda lleva manteni\u00e9ndose fiel a sus temas desde el comienzo de su filmograf\u00eda, presentando variaciones de las mismas motivaciones en cada una de sus pel\u00edculas. Imbuye su filmograf\u00eda con una sensaci\u00f3n cohesiva y coherente, como una suerte de sistema de pensamiento que progresa adecuadamente con el tiempo y que se va haciendo m\u00e1s grande a medida que uno explora las circunstancias espec\u00edficas de los seres humanos.<\/p>\n

Con Broker<\/em>, el director tokiota nos lleva a Corea del Sur con el fin de contarnos el periplo que Ha Sang-hyeon (Song Kang-ho), Dong-soo (Gang Dong-won) y Moon So-young (Lee Ji-eun) llevan a cabo para encontrar a los padres perfectos que puedan permitirse comprar un beb\u00e9. Los dos primeros son dos traficantes que se dedican a coger beb\u00e9s abandonados para venderlos en el mercado negro a padres que puedan permitirse pagar una cantidad relativamente elevada \u2014diez millones de wones surcoreanos en el caso de los ni\u00f1os y ocho en el de las ni\u00f1as\u2014, y la \u00faltima es la madre de uno de estos ni\u00f1os abandonados que, arrepentida de haber abandonado a su hijo a merced del sistema de adopciones y orfanatos surcoreano, decide acompa\u00f1arlos para asegurarse de que el beb\u00e9 termina en las mejores manos posibles. Sin embargo, estas tres figuras est\u00e1n seguidas muy de cerca por Soo-jin (Bae Doona) y la detective Lee (Lee Joo-young), dos investigadoras de la secci\u00f3n policial del servicio de menores y mujeres que buscan terminarle el chiringuito a la asociaci\u00f3n de Sang-hyeon y Dong-soo. La historia, en tanto que est\u00e1 construida en clave de road movie<\/em>, nos llevar\u00e1 por m\u00faltiples derroteros que dejar\u00e1n profundas improntas en la psicolog\u00eda de nuestros protagonistas y propiciar\u00e1n un cambio en sus ideas y sensibilidades. Como siempre, y a modo de comentario de rigor, en esta discusi\u00f3n de Broker<\/em> abundan los<\/strong> spoilers<\/strong>.<\/p>\n

\"\"
El viaje supone el centro estructural principal que Koreeda utilizar\u00e1 para vehicular la evoluci\u00f3n y el reconocimiento mutuo de sus personajes.<\/figcaption><\/figure>\n

El paisaje con el que Koreeda inicia su pel\u00edcula se fundamenta sobre una base expresiva b\u00e1sica y protot\u00edpica. Vemos una figura encapuchada caminar bajo una lluvia que, inclemente, parece caer directamente desde el cielo nocturno. Es suficiente informaci\u00f3n para se\u00f1alarnos que, sea lo que sea que est\u00e9 sucediendo o vaya a suceder, muy probablemente no responda a motivaciones felices. Y, en efecto, no lo hace. La figura encapuchada, que m\u00e1s tarde conoceremos que es la propia Moon So-young, se para delante de una baby box<\/em> de una iglesia comunitaria para dejar en el suelo a un beb\u00e9 pr\u00e1cticamente reci\u00e9n nacido. Tras marcharse, aparece la imagen de la detective Soon-jin desde su coche, acompa\u00f1ada por la detective Lee. \u201cNo tengas un beb\u00e9 si vas a abandonarlo\u201d, sentencia de forma taxativa la polic\u00eda, y acto seguido sale del coche para ir hasta donde est\u00e1 el beb\u00e9 e introducirlo debidamente en la baby box<\/em> que Moon So-young hab\u00eda decidido no utilizar. Una vez dentro de la caja, el ni\u00f1o es recogido por los dos traficantes Sang-hyeon y Dong-soo.<\/p>\n

Con esta primera escena, Koreeda ya coloca de forma inteligente la base sobre la que va a construir el resto de su pel\u00edcula. Siendo como es un director talentosamente versado en la configuraci\u00f3n de argumentos sobre la empat\u00eda y la familiaridad, el espectador avezado en el cine del tokiota se dar\u00e1 cuenta de que lo que est\u00e1 haciendo realmente es plantear varios interrogantes. El primero, por supuesto, tiene que ver con el motivo del abandono del beb\u00e9. Koreeda nos ense\u00f1a la cara, aunque sea parcialmente, de la mujer que abandona al ni\u00f1o. Este detalle no es balad\u00ed, pues la madre, Moon So-young, pasar\u00e1 a formar parte del cuerpo de protagonistas de la pel\u00edcula y, as\u00ed, se podr\u00e1 explorar\u00e1 la psicolog\u00eda del personaje y tratar de esbozar las razones detr\u00e1s de la acci\u00f3n. La segunda pregunta, quiz\u00e1 algo m\u00e1s sutil, tiene que ver con la increpaci\u00f3n de la detective Soon-jin al manifestar, de forma sentenciosa, el juicio que recog\u00edamos en el anterior p\u00e1rrafo. \u00bfA qu\u00e9 viene esa falta de empat\u00eda para con esa mujer? Los mundos cuadriculados de las personas no son m\u00e1s que un s\u00edntoma org\u00e1nico de la distancia. Alguien que lidia con estas realidades de forma pr\u00e1cticamente diaria no puede permitirse una sentencia tan c\u00ednica y taxativa como la que formula Soon-jin. Ambas preguntas, en este sentido, son peque\u00f1as semillas que Koreeda planta con el fin de regarlas a medida que avance la pel\u00edcula y, con suerte, poder disfrutar de las respuestas que brotar\u00e1n de ellas.<\/p>\n

\"\"
La naturaleza de la historia y de la filosof\u00eda que lleva adherida nos exigen un ejercicio de empat\u00eda que, en este caso, puede resultar bastante arduo: \u00bfhasta qu\u00e9 punto estamos dispuestos a simpatizar con dos personajes que tienen como motor identitario principal el tr\u00e1fico de beb\u00e9s?<\/figcaption><\/figure>\n

Con la revelaci\u00f3n de la trama del tr\u00e1fico, realmente, hay una tercera pregunta, pero esta no pasa a formar parte de la base emocional de la pel\u00edcula de manera org\u00e1nica. En realidad, esta tercera pregunta \u2014que evidentemente podr\u00eda concretarse en un ingenuo \u201c\u00bfpor qu\u00e9 Sang-hyeon y Dong-soo trafican con beb\u00e9s?\u201d\u2014 pasa a formar parte del trasfondo sociopol\u00edtico que, en un primer momento, motivar\u00eda a Koreeda a producir esta pel\u00edcula. La infraestructura sociocultural de Corea del Sur parece no estar del todo preparada para la gesti\u00f3n competente de sistemas de adopci\u00f3n y orfanatos. Se considera algo francamente deshonroso el abandonar un beb\u00e9, punto de vista que perfectamente podr\u00eda resumirse en esa frase que formula la detective Soo-jin y que recuper\u00e1bamos con anterioridad. Esto es algo que se muestra de forma bastante cristalina en Broker<\/em>. So-young decide abandonar a su beb\u00e9 porque no puede permitirse criarlo como madre soltera tanto por una cuesti\u00f3n de recursos como de estigma social. A esto sum\u00e9mosle la presi\u00f3n de terceros para que abortara el ni\u00f1o \u2014hay una trama francamente secundaria en la que la esposa del padre del beb\u00e9 exigi\u00f3 a trav\u00e9s de un pago que So-young se deshiciera del feto\u2014 y el hecho de que se dedicaba a la prostituci\u00f3n. Aqu\u00ed entrar\u00eda la pregunta de qu\u00e9 pasar\u00eda con el ni\u00f1o abandonado. La respuesta no es demasiado optimista, pues algo de lo que se ocupa en formular Koreeda a trav\u00e9s de esta pel\u00edcula es la poca atenci\u00f3n gubernamental y presupuestaria que se le presta a los orfanatos de todo el pa\u00eds, llegando a experimentar generosos recortes que les obliga a hacerse cargo de cada vez menos ni\u00f1os. Simult\u00e1neamente, el mundo de las adopciones r\u00e1pidamente comienza a tratarse como una suerte de mercado en el que el valor del ni\u00f1o o de la ni\u00f1a depende de algunos factores, siendo dos de ellos el atractivo y la edad. Dif\u00edcilmente un ni\u00f1o de siete u ocho a\u00f1os va a conseguir ser adoptado por una familia que busque activamente un hijo, m\u00e1s que nada porque prefieren criarlo desde peque\u00f1o e incluso, si es posible, hacer que pasen como hijos biol\u00f3gicos. Visto el panorama, el futuro del hijo de So-young en manos del sistema surcoreano no parec\u00eda apuntar a estrellas demasiado brillantes.<\/p>\n

A trav\u00e9s de este fondo sociopol\u00edtico y cultural, tanto Sang-hyeon como Dang-soo justifican su labor como traficantes de beb\u00e9s: una forma de agilizar el proceso sin intermediarios burocr\u00e1ticos que solo busquen poner pegas y dificultar la adopci\u00f3n y tambi\u00e9n librar a los ni\u00f1os de los efectos nocivos del sistema de orfanatos surcoreano. Esta forma de pensar viene correspondida por la propia experiencia de Dang-soo al haber sido una persona que se ha criado en orfanatos y que nunca ha sido adoptada por nadie. Esta din\u00e1mica se entrelaza felizmente con los deseos de So-young de buscarle al ni\u00f1o a los mejores padres posibles, raz\u00f3n principal por que la desde un primer momento ha decidido embarcarse con los dos traficantes en un viaje que los llevar\u00e1 por varias ciudades surcoreanas. Sin embargo, estas no son todas las razones por las que trafican con ni\u00f1os, especialmente en el caso de Sang-hyeon. Este personaje est\u00e1 metido en lo que podr\u00edamos llamar en rom\u00e1n paladino como un l\u00edo de narices al deberle a unos g\u00e1nsteres una suma relativamente grande de dinero. Por supuesto, por su propio bienestar, le urge ingresar de forma r\u00e1pida y sencilla una suma lo suficientemente cuantiosa para poder satisfacer las exigencias de los extorsionadores. Vemos, por lo tanto, que no todo lo que reluce es oro y que detr\u00e1s del sistema de justiciero social que Sang-hyeon coloca como superficie se esconden algunas motivaciones algo m\u00e1s turbias que no resultan para nada ideales.<\/p>\n

\"\"
La agente Soo-jin (Bae Doona) es, quiz\u00e1, el personaje que de forma m\u00e1s evidente demuestra un arco de personaje cambiante a lo largo de toda la pel\u00edcula.<\/figcaption><\/figure>\n

Claro est\u00e1, y a merced de lo que comentaba en el anterior segmento, que no estamos ante una pel\u00edcula de cualquier director. Como ya tendremos bien aprendido despu\u00e9s de quince pel\u00edculas rese\u00f1adas, el trabajo de Koreeda nunca termina de quedar completo sin sus debidos ejercicios de simpat\u00eda, y en base a esto construye unos personajes de personalidad pl\u00e1stica que terminan con una visi\u00f3n del mundo que var\u00eda notablemente de la que ten\u00edan para cuando empezaban el viaje. Sang-hyeon y Dang-soo se encari\u00f1an, no solo del beb\u00e9 con el que est\u00e1n traficando, sino tambi\u00e9n de la madre, So-young, remarcando el ya a estas alturas arquet\u00edpico modelo de la familia encontrada que de forma tan reiterada plantea Koreeda en sus pel\u00edculas. A su vez, la agente Soo-jin, la que tiene el placer de formular sonoramente la primera frase de toda la pel\u00edcula \u2014recordemos: \u201cNo tengas un beb\u00e9 si vas a abandonarlo\u201d\u2014, recorre todo un arco de personaje que la llevan desde la antipat\u00eda cuadriculada al abrazo emp\u00e1tico de aquellas personas que, por una circunstancia u otra, se ven obligadas a abandonar a sus hijos. Sin embargo, en Broker<\/em> sucede algo que en otras pel\u00edculas de Koreeda no sucede, quiz\u00e1 con excepci\u00f3n de The Third Murder<\/em> (2017). \u00bfLe es al espectador tan sencillo empatizar con Sang-hyeon y Dang-soo? Uno puede argumentar que la llegada de So-young los \u201chumaniza\u201d al exigirles una cura exhaustiva de aquellos padres que se merecen criar a un ni\u00f1o y aquellos que no, pero incluso as\u00ed, \u00bfacaso no siguen traficando con beb\u00e9s, a pesar de todo? Nuestra simpat\u00eda y cari\u00f1o hacia estos personajes depende exclusivamente de la lectura que hagamos de las circunstancias sociopol\u00edticas de Corea del Sur, que desde una perspectiva occidental puede llegar a verse como atrasada. Al fin y al cabo, elementos como Sang-hyeon y Dang-soo no deber\u00eda existir en ninguna circunstancia, pero en el marco de un sistema de adopciones y orfanatos precario como es el que presenta el pa\u00eds, su cabida parece encontrarse algo m\u00e1s justificada. Como se\u00f1alaba, el grado de empat\u00eda que uno construya con estos personajes depender\u00e1 exclusivamente de la lectura que uno haga de la situaci\u00f3n, de forma que es natural que este sentimiento pueda no presentarse de forma tan org\u00e1nica como s\u00ed lo hac\u00eda en anteriores pel\u00edculas de Koreeda.<\/p>\n

Koreeda firma con Broker<\/em> una pel\u00edcula extra\u00f1a, colmada de todos los motivos que hacen de su cine algo francamente especial e intransferible, pero tambi\u00e9n irradiada por algunos temas que de bien seguro pueden provocar alg\u00fan levantamiento de ceja. Es, simult\u00e1neamente, su pel\u00edcula m\u00e1s c\u00f3moda a nivel estructural al casi parecer que se ha dejado llevar por los tipificados dramas coreanos para construirla. No ayuda, tampoco, que haya tramas secundarias que distraigan la atenci\u00f3n del n\u00facleo principal, provocando que las m\u00e1s de dos horas que dura puedan equipararse \u2014y as\u00ed lo han hecho muchos medios de cr\u00edtica cinematogr\u00e1fica\u2014 a un enredo de las cosas innecesario. Koreeda funciona mejor cuando aquello que quiere contar lo hace a trav\u00e9s de caracteres totalmente identificados que no se deslindan de su marco de forma demasiado notable. Puede manejar varios personajes de forma simult\u00e1nea siempre y cuando estos compartan una idiosincrasia o un fin determinado, como bien demuestran cosas como After Life<\/em> (1998), Distance<\/em> (2001) o Still Walking<\/em> (2008). Hay algo bizarro en lo que ha terminado siendo Broker<\/em>, hecho que sin duda la coloca en una posici\u00f3n algo inc\u00f3moda dentro de la filmograf\u00eda de su director, pero tampoco creo que sea lo suficientemente grave como para que no merezca la pena su visionado. Considero que hay suficiente calidad expresiva y argumental como para que uno, como m\u00ednimo, intente entrar en este l\u00edo de afecciones, empat\u00edas y cuestiones sociopol\u00edticas.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Pareciera que Koreeda todav\u00eda no estuviera listo, cinematogr\u00e1ficamente hablando, para volver a su Jap\u00f3n natal tras finalizar la producci\u00f3n de The Truth en 2019. En 2020, tras haberse encontrado con las tres piezas actorales \u2014Song Kang-ho, Gang Dong-won y Bae Doona, con la que ya hab\u00eda trabajado en Air Doll (2009)\u2014 que participar\u00edan en calidad […]<\/p>\n","protected":false},"author":33,"featured_media":32417,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_post_was_ever_published":false,"_jetpack_newsletter_access":"","_jetpack_dont_email_post_to_subs":false,"_jetpack_newsletter_tier_id":0,"_jetpack_memberships_contains_paywalled_content":false,"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":"","jetpack_publicize_message":"","jetpack_publicize_feature_enabled":true,"jetpack_social_post_already_shared":true,"jetpack_social_options":{"image_generator_settings":{"template":"highway","enabled":false}}},"categories":[4806,4811],"tags":[4459,5139,5714,5012,5713],"jetpack_publicize_connections":[],"jetpack_featured_media_url":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-content\/uploads\/2024\/02\/imagen_2024-02-07_141325430.png","jetpack_sharing_enabled":true,"jetpack_shortlink":"https:\/\/wp.me\/pano20-8qQ","_links":{"self":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/32416"}],"collection":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/33"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=32416"}],"version-history":[{"count":10,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/32416\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":32545,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/32416\/revisions\/32545"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/media\/32417"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=32416"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=32416"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"http:\/\/www.rirca.es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=32416"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}