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Del creador de House MD<\/em> (FOX, 2004-2012), ha llegado a las pantallas de la cadena estadounidense ABC<\/strong> The Good Doctor<\/em>, que en Espa\u00f1a nos ofrece AXN. Est\u00e1 basada en una producci\u00f3n surcoreana del mismo t\u00edtulo, fue estrenada el pasado mes de septiembre, y es ya la serie de ABC m\u00e1s vista en los \u00faltimos 21 a\u00f1os en la noche de los lunes. Adem\u00e1s, la emisi\u00f3n de su tercer episodio consigui\u00f3 batir a The Big Bang Theory<\/em> (CBS, 2007-\u00a0 ) y convertirla en la\u00a0ficci\u00f3n de mayor audiencia en Estados Unidos esa semana. He aqu\u00ed mis cinco razones para ver este nuevo trabajo firmado por David Shore<\/strong>:<\/p>\n

1) El g\u00e9nero narrativo: <\/strong>Con House jubilado y reciclado en Chance <\/a>y otros personajes oscuros, y con Grey\u2019s Anatomy<\/em> (ABC, 2005- \u00a0) atrapada en el bucle del formato culebr\u00f3n desde sus inicios, The Good Doctor<\/em> <\/strong>revive la serie m\u00e9dica como tal. De corte procedimental<\/strong> como lo era House<\/em>, centra su narrativa en los y las profesionales del hospital San Jose St Bonaventure. Es un centro ficticio pero que nos muestra los entresijos de ese mundo en EEUU, incluyendo no solo la recepci\u00f3n, el diagn\u00f3stico, el tratamiento y con suerte la curaci\u00f3n de los\/as pacientes, sino tambi\u00e9n cuestiones relacionadas con los seguros de salud, la \u00e9tica y la responsabilidad, el\u00a0 lado legal de las decisiones cient\u00edficas, etc. Las operaciones se ruedan en detalle y de modo casi did\u00e1ctico, y los m\u00e9dicos y m\u00e9dicas son personas de carne y hueso, con emociones, dudas, \u00e9xitos, fracasos, conocimientos, habilidades y carencias. Es un alivio que las pistas sobre affaires<\/em> en el trabajo del primer episodio no hayan ido m\u00e1s all\u00e1 (con una Meredith nos basta y nos sobra), y que la medicina<\/strong> sea el centro de atenci\u00f3n.<\/p>\n

2) Su protagonista:<\/strong> Est\u00e1 claro que The Good Doctor<\/em> no existir\u00eda como lo estamos viendo sin el personaje central de Shaun Murphy<\/strong>, a pesar de que la etiqueta del buen m\u00e9dico se pueda aplicar a otros protagonistas. Interpretado por el brit\u00e1nico\u00a0Freddie Highmore,<\/strong> a quien hemos visto visitando la f\u00e1brica de chocolate de Willy Wonka y nominado a premios de la cr\u00edtica por su perturbador trabajo en Bates Motel<\/em> (A&E, 2013-2017), Murphy est\u00e1 en la estela del Dr. House y de Sheldon Cooper, pero va un paso m\u00e1s all\u00e1. Es un graduado en medicina diagnosticado de autismo<\/strong> y de S\u00edndrome del Sabio<\/strong>, y la serie arranca con su intento de ser admitido como residente en el San Jose St Bonaventure. Las resistencias de los cuadros de mando del hospital se derrumban gracias a la persistencia del mentor de Murphy, el veterano neurocirujano Aaron Glassman<\/strong> (un soberbio Richard Schiff<\/strong>) y con la ayuda de un discurso del propio Shaun que incluye lo que para \u00e9l son hechos y para el p\u00fablico \u2013tanto intra como extradieg\u00e9tico\u2013 una serie de dramas personales que tocan la fibra sensible (\u201cMi hermano se fue al cielo ante mis propios ojos\u201d).<\/p>\n

$\"THE$ <\/a><\/p>\n

3) El desarrollo de los personajes:<\/strong> Desde su admisi\u00f3n, el Doctor Murphy no hace m\u00e1s que trabajar para ser un buen m\u00e9dico, y los toques de genialidad derivados de su S\u00edndrome del Sabio a veces le ayudan y a veces contribuyen a que se despe\u00f1e. Por fortuna para el espectador, Shaun no siempre acierta (lo contrario ser\u00eda incre\u00edble y bastante aburrido), y este planteamiento le hace evolucionar como profesional y como persona. Aprende r\u00e1pido, y encuentra maneras de negociar la adaptaci\u00f3n al entorno. Es diferente del resto, pero no siempre es \u00e9l quien debe ceder a la \u201cnormalidad\u201d dominante: quienes le rodean tambi\u00e9n se ven obligados a replantearse su propia flexibilidad. En particular somos testigos del crecimiento de Claire Browne<\/strong> (Antonia Thomas<\/strong>), residente compa\u00f1era de Shaun llena de ambiciones y de empat\u00eda; y de Neil Melendez<\/strong> (Nicholas Gonzalez<\/strong>), el Jefe de Cirug\u00eda que se baja del caballo de su arrogancia poco a poco. No hay personaje principal plano, y ninguno es cien por cien bueno ni malo, atractivo o repelente. Conocemos mejor a Murphy que al resto gracias a los flashbacks<\/em> <\/strong>que nos\u00a0permiten acceder\u00a0a sus circunstancias dadas, pero todos\u00a0se van redondeando a medida que la serie avanza.<\/p>\n

4) El humor:<\/strong> Cierto, The Good Doctor<\/em> es un drama m\u00e9dico<\/strong>. Cierto, hay poca ocasi\u00f3n para la risa entre un tumor cerebral y una amputaci\u00f3n de extremidad inferior derecha. Sin embargo, David Shore y sus guionistas introducen pinceladas de un humor fino que se agradece como alivio a la tensi\u00f3n y como elemento de caracterizaci\u00f3n de algunos personajes. Igual que Sheldon Cooper en The Big Bang Theory<\/em>, Shaun Murphy aqu\u00ed tiene dificultades para reconocer el sarcasmo, pero como he dicho, aprende a toda velocidad. En ocasiones sus bromas chocan con las normas de interacci\u00f3n social entre colegas o entre m\u00e9dico y paciente (lo que provoca la risa del p\u00fablico), y siempre sorprenden a quien las oye dentro y fuera de la serie (lo que hace que incluso el altivo Melendez tenga que sonre\u00edr de vez en cuando). La narrativa es respetuosa con todo tipo de trastornos y enfermedades, no solo con el autismo de Murphy, y no se r\u00ede de<\/em> \u00e9l en ning\u00fan momento ni le convierte en una figura estereotipada.<\/p>\n

5) El episodio siete:<\/strong> Solamente por esta entrega<\/a>, merece la pena acercarse a The Good Doctor<\/em>. Bajo el t\u00edtulo \u201c22 pasos\u201d<\/strong>, se emiti\u00f3 en EE.UU. el 13 de noviembre, y unos d\u00edas m\u00e1s tarde en AXN-Espa\u00f1a. En \u00e9l, el caso principal al que se enfrentan los protagonistas es el de Liam, un joven con autismo severo que se convierte en el espejo en el que Shaun no necesariamente quiere mirarse. Hay tramas secundarias tambi\u00e9n relevantes, pero sin duda la primaria es un punto de inflexi\u00f3n en la evoluci\u00f3n del personaje central. La frase \u201ceres como yo\u201d coloca a Shaun ante un tremendo dilema. De igual forma, los padres de Liam se encuentran ante una disyuntiva complicada cuando se dan cuenta de que un hombre autista est\u00e1 a punto de operar a su hijo de la misma condici\u00f3n. La clave para resolver los conflictos del episodio est\u00e1 en los 22 pasos del t\u00edtulo. No es para\u00a0 nada un error darlos y entrar en esta serie que no es perfecta, pero que lo intenta con ah\u00ednco.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"