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Los ataques al World Trade Center supusieron la irrupci\u00f3n de la muerte en tiempo real y del terror en la vida cotidiana. Las audiencias vimos en todos los medios de comunicaci\u00f3n no solo las im\u00e1genes de los violentos ataques llevados a cabo en 2001 y las actividades de rescate de las v\u00edctimas sino de manera especial las acciones de las unidades antiterroristas ya existentes o creadas a tal efecto tras los acontecimientos. Tambi\u00e9n contemplamos y posteriormente criticamos las acciones pol\u00edticas de la administraci\u00f3n Bush y la aplicaci\u00f3n del Patriot Act<\/em> en la llamada \u00abWar on Terror\u00bb que todav\u00eda, con matices o sin ellos, est\u00e1 vigente. El terrorismo se hab\u00eda convertido en un espect\u00e1culo de masas<\/strong> y sus narrativas tomaran un especial auge en la d\u00e9cada posterior. Si bien ya nos hemos referido a algunas de ellas en este \u00a0blog como en el caso de Homeland<\/em> <\/a>o de Sleeper Cell<\/a>\u00a0<\/em>y le hemos dedicado m\u00e1s de una publicaci\u00f3n<\/a> como grupo de investigaci\u00f3n,\u00a0<\/em>es cierto que, quiz\u00e1 de manera imperdonable, no le hemos dedicado ninguno a la serie ic\u00f3nica por excelencia de este tipo de narrativas por una parte e ic\u00f3nica tambi\u00e9n por la incorporaci\u00f3n del uso de multic\u00e1maras y sofisticados mecanismos de postproducci\u00f3n asimilados al tiempo real<\/strong>. Nos referimos a \u00ab24\u00bb cuya andadura se inici\u00f3 el 6 de noviembre de 2001 en FOX bajo la batuta de Joel Surnow, Howard Gordon y Robert Cochran.<\/p>\n

Si bien la idea inicial<\/strong> de sus creadores era la sustituci\u00f3n del esquema habitual de las series de televisi\u00f3n de veintid\u00f3s cap\u00edtulos por una narraci\u00f3n en tiempo real que desarrollara, siguiendo la f\u00f3rmula de una comedia rom\u00e1ntica en 24 entregas, el d\u00eda previo al matrimonio de sus protagonistas<\/strong>, este argumento fue transformado radicalmente en la producci\u00f3n de un thriller que narrara las andanzas de una unidad antiterrorista<\/strong> creada por el gobierno estadounidense tras los atentados a las Torres Gemelas de 1993. Su nombre, la CTU. Su l\u00edder, Jack Bauer. El motivo del cambio, mantener el inter\u00e9s de las audiencias.<\/strong><\/p>\n

Logo de la CTU<\/figcaption><\/figure>\n
En una primera instancia, **la serie y el** videojuego<\/a> derivado de ella seguir\u00e1n los esquemas t\u00edpicos del techno-thriller<\/em> y de la cultura de la paranoia<\/strong> en las que las agencias de inteligencia combatir\u00e1n oscuras conspiraciones internas y externas contra los Estados Unidos (como ep\u00edtome del mundo). En este sentido, la primera temporada. -aparte de presentarnos a los personajes que atravesar\u00e1n la mayor\u00eda de las nueve entregas\/d\u00edas de la serie- no se diferenciar\u00e1 extraordinariamente de cualquier otra serie del g\u00e9nero. Sin embargo, los ataques al World Trade Center de 2001 supusieron un oportunista viraje<\/strong> de los argumentos hacia hipot\u00e9ticos escenarios extremos y cre\u00edbles \u00a0de inminentes ataques terroristas (ticking bomb scenario<\/em>)<\/strong> convertidos o susceptibles de convertirse en masacres como la que el mundo acababa de vivir llevadas a cabo por grupos de fan\u00e1ticos. Grupos que, dicho sea de paso, ocupar\u00e1n todo el espectro de lo que se ha dado en llamar la \u00abgeograf\u00eda del terrorismo\u00bb<\/strong> (integrista musulm\u00e1n, eurasi\u00e1tico y separatista ruso especialmente) y que intentar\u00e1n poner en marcha los dos grandes elementos que conforman la \u00absegunda era nuclear\u00bb,<\/strong> es decir, las armas nucleares y las armas qu\u00edmicas (que se ir\u00e1n alternando en cada una de las temporadas bajo formas de bombas nucleares, virus diversos o gases t\u00f3xicos). O, si se prefiere, la serie hasta su patr\u00f3n forzoso por la huelga de guionistas de 2008, escenificaba todos y cada uno de los aspectos propuestos por Dick Cheney en su planteamiento pol\u00edtico de \u00abvelada forma de terror perpetuo\u00bb y, por supuesto, monitorizado.<\/p>\n
El responsable de llevar a cabo todo ello no era otro que el anti protocolario Jack Bauer<\/strong> quien asume su papel mesi\u00e1nico-purificador-lobo solitario en un mundo en el que acontecimientos extraordinarios requerir\u00e1n medidas extraordinarias y dr\u00e1sticas, en la mayor\u00eda de los casos subvirtiendo el tratado de Ginebra de tal manera que la tortura y las acciones a-legales y ciertamente legitimadas en las temporadas ser\u00e1n la base de sus acciones. Un esquema narrativo que, en cada una de las temporadas, ser\u00e1 repetitivo<\/strong>: una primera parte centrada en la persecuci\u00f3n de los hostiles que son neutralizados pero que dar\u00e1 lugar al inicio de una segunda parte cuya base ser\u00e1 la identificaci\u00f3n (no siempre posible) del aut\u00e9ntico cerebro de la conspiraci\u00f3n, papel habitualmente asignado a las corporaciones o al poder pol\u00edtico que suele hacerle la vida imposible al habitante (curiosamente dem\u00f3crata y con un nombre esencial, David Palmer) de la Casa Blanca o todo lo contrario al ser la propia presidencia (curiosamente republicana con otro nombre, Logan, \u00a0o, siguiendo los c\u00e1nones, la vicepresidencia) el principal conspirador de las temporadas El terrorismo destructor se unir\u00e1, pues, al terrorismo de Estado<\/strong> contribuyendo al m\u00e9rito innegable de la serie que no es otro que el de **aglutinar entre sus audiencias a espectadores ideol\u00f3gicamente situados en las ant\u00edpodas<\/strong>.<\/p>\n**
<\/a>
David Palmer, el gran presidente de la serie.<\/figcaption><\/figure>\n
Y hemos ido mencionando fechas en este post porque\u00a0los guionistas de 24<\/em>, a\u00fan manteniendo el esquema narrativo definidor de la serie, van a realizar un nuevo juego de malabarismo en 2008<\/strong>, a\u00f1o en que Surnow y Gordon pusieron a Jack Bauer y a la ampliamente contestada administraci\u00f3n Bush en el banquillo de los acusados. La fecha va a \u00a0coincidir con la previsible victoria dem\u00f3crata en las elecciones presidenciales de ese mismo a\u00f1o y cuyos candidatos a primarias eran Barack Obama y Hillary Clinton. De este modo, la s\u00e9ptima temporada de 24 y su precuela Redemption<\/em> (un t\u00edtulo m\u00e1s que significativo) iniciar\u00e1n una nueva etapa liderada por una mujer, Allyson Taylor, dem\u00f3crata y con un parecido m\u00e1s que razonable a Clinton, \u00a0quien desmantelar\u00e1 la CTU y llevar\u00e1 al banquillo,<\/strong> tal como hemos comentado, los m\u00e9todos representados por Bauer<\/strong> quien, sin embargo, ayudar\u00e1 a la CIA en sus pesquisas, ya no de persecuci\u00f3n de agentes terroristas sino de sanguinarias bandas africanas totalitarias \u00a0que asaltan la Casa Blanca, y de magnicidas de presidentes de pa\u00edses orientales que acuden a la ONU para anunciar el desmantelamiento de sus armas nucleares. Y, finalmente, en la casi miniserie de 12 episodios titulada Live another day, <\/em>Bauer se enfrentar\u00e1 a los fantasmas de su pasado<\/strong> en un intento -no se sabe si el \u00faltimo de Bauer- de salvar al mundo de un ataque masivo de consecuencias funestas para la Humanidad. Un regreso, si se quiere, a los or\u00edgenes de Bauer y su papel mesi\u00e1nico que, dicho sea de paso, jam\u00e1s perdi\u00f3 a pesar de los cambios pol\u00edticos reales y ficcionales y que lo ha convertido en **un personaje emblem\u00e1tico de la televisi\u00f3n de calidad<\/strong>.<\/p>\n**
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Jack Bauer y sus interrogatorios de los que no se escapa ni su hermano<\/figcaption><\/figure>\n
Este somero repaso a \u00ab24\u00bb quiz\u00e1 excesivamente argumental no invalida para nada el m\u00e9rito de la serie<\/strong>, no solo a nivel t\u00e9cnico sino, y de manera especial, en su asimilaci\u00f3n al devenir hist\u00f3rico<\/strong>. Un hecho que continuar\u00e1n muchas producciones del spytainment <\/em>como las mencionadas en este post de tal manera que la ficci\u00f3n va a estar extremadamente ligada a los debates suscitados en la sociedad tras los atentados de 2001, algunos de los cuales -por no decir todos ellos- \u00a0siguen vigentes. Unos planteamientos que siguen, por otra parte, esquemas maniqueos \u00a0-el bien contra el mal, la econom\u00eda contra la ley, ellos contra nosotros-perfectamente reconocibles y asimilables al pensamiento hegem\u00f3nico norteamericano<\/strong> que, al menos, en este tipo de productos, sigue siendo el narrador del mundo y de la historia<\/strong>. Una narraci\u00f3n que, sin embargo, no est\u00e1 exenta de autocr\u00edtica en las \u00faltimas temporadas de \u00a024.\u00a0<\/em><\/p>\n
Veremos si estas premisas se mantendr\u00e1n en la anunciada continuaci\u00f3n de la serie, 24: Legacy<\/em><\/strong>, \u00a0ya sin Jack Bauer-Kiefer Sutherland y que protagonizar\u00e1 el heroico militar Eric Carter quien de regreso a los Estados Unidos pedir\u00e1 ayuda a la CTU para parar un ataque masivo en suelo americano. La mezcla entre Brody de Homeland<\/em> y Bauer est\u00e1 servida, no en vano las dos series comparten creadores. Veremos si la nueva andadura de este spin-off se extiende a m\u00e1s de una temporada cuya producci\u00f3n se enmarcar\u00eda de lleno en la reci\u00e9n elegida administraci\u00f3n Trump. Ser\u00e1 digno de ver si los creadores realizar\u00e1n nuevos malabarismos oportunistas o todo lo contrario.<\/p>\n
Por de pronto, aqu\u00ed va el trailer de 24:Legacy<\/em>. **\u00a0El estreno, el 5 de febrero de 2017.<\/strong><\/p>\n**
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