Fin de la tercera temporada de «Black Sails». Conclusiones y evolución de personajes
Black Sails termina su tercera temporada superándose a sí misma, mientras prepara el terreno para el desembarco de Long John Silver y se esconde el tesoro.
Sí miramos hacia atrás la primera temporada era prácticamente infantil, con unos actores y una caracterización de personajes poco fiable y un tono jocoso que poco cuadraba para una serie de piratas. La segunda trajo mayor dramatismo y crecimiento donde vimos a Flint, John, Max, Jack y Ann seguir una evolución lógica según sus intereses y motivaciones personales. Con la conclusión de la tercera temporada y tras la emisión del décimo capítulo, el que probablemente sea el mejor de toda la ficción, sabemos que queremos ver todavía más de Flint y John Silver en la televisión.
¿Es esto Una serie de piratas?
Uno de los achaques con el que se suele críticar a la serie de Michael Bay es su lentitud para tratarse de una serie protagonizada por piratas y es verdad. Falta acción y son muy pocas las secuencias que se dedican a ello. A veces los asaltos se producen de modo atropellado y las batallas se resuelven demasiado rápido, como si el dinero se evaporase y hubiese que rodar a toda prisa, una cuestión que no podemos descartar. Así y todo aquí vamos a encontrar un defecto que se convierte en virtud porque de la falta de acción pasamos a tener una narración contínua, con un control del suspense muy cuidado y unos diálogos estupendos. Si las conversaciones entre el capitán Flint y John se superan, entonces no se pueden perder el décimo y último episodio, donde su charla es utilizada para hacer converger todos los acontecimientos y para profundizar sobre el pasado, la oscuridad y el comienzo de una nueva era. Entre su habilidad con la palabra y su ataque de cólera en la taberna, John solo puede seguir creciendo.
En el apartado femenino Eleanor Guthrie cambia de bando casi sin pestañear, al igual que Max, aunque esta última con algún reparo. Atrás quedaron sus grandes momentos, ambas más desdibujadas que en las temporadas anteriores. La llegada de un nuevo romance en la vida de Eleanor la lleva a que su enfrentamiento con Charles Vane tenga su inevitable final. El pirata con voz ronca, podría ser considerado para ser la nueva voz de Batman, no sorprende ni decepciona, se mantiene tal cual, fiel a sí mismo y al mundo que él cree justo por lo que lo mejor del personaje hace tiempo que quedó atrás.
Barbanegra y Long John Silver
Barbanegra era uno de los grandes atractivos de la tercera temporada, pero se ha quedado a medio camino. Si bien su caracterización puede ser de las mejores que hemos visto con el personaje, imponente y elegante por igual, su tiempo en pantalla ha sido bastante limitado y nos ha faltado tiempo para conocer más al temido pirata. Su vínculo con Charles Vane ha sorprendido, aunque no tanto su reacción al ver su destino, algo que se veía venir en una serie que no parece arriesgar mucho cuando sus protagonistas se encuentran en apuros.
Otra vez el capitán Flint destaca sobre los demás, pero John ya empieza a hacerle sombra y eso está genial. Las referencias a La isla del tesoro comienzan a aparecer y para los que disfrutamos con la novela de Robert Louis Stevenson no podemos más que frotarnos las manos para el desenlace final de ambos. Si Flint no se baja un ápice de su papel, John evoluciona a pasos agigantados dejando atrás ese muchacho travieso y detestable de los primeros capítulos para convertirse en una leyenda. En este apartado Billy tiene mucho que decir, ya que es él quien se encarga de dar vida al relato que hará de John uno de los hombres más temidos de los mares.
En Nassau ya han empezado los rumores, el sonido de la pata de palo comienza a ser temido por todos aquellos traidores a la piratería. Long John Silver ha nacido y él, todavía, no se ha dado cuenta.
Periodismo, divulgación y docencia.
Me puedes leer (y escuchar) también en La Milana Bonita