«Blindspot», apuesta de otoño de la NBC: entre identidad y conspiración criminal
Iniciamos este post con una buena noticia: la firma por la renovación esta próxima primavera de Blindspot, dado su éxito (véanse ingredientes semejantes a la fórmula de The Blacklist) y su capacidad para atrapar a la audiencia de una de las grandes apuestas de otoño de la NBC estrenada el pasado 21 de septiembre.
Jane Doe, la protagonista (interpretada por Jaimie Alexander, la recordaremos por Kyle XY, o en la gran pantalla en Thor) tiene ciertos ecos (si se nos permite, como mínimo, a nivel estético) con el «sujeto cero», personaje (Jack o Jacqueline Nought, mujer biótica criminal y consciente de sus poderes), del videojuego de rol de acción de ciencia ficción Mass Effect, trilogía (2008, 2010, 2012) ambientada en 2183 y en la que se explotan temáticamente la colonización del espacio y la inteligencia artificial.

Jack del videojuego «Mass Effect»
El primer episodio es impactante: una bolsa de viaje llena en el suelo de Times Square parece contener una bomba. Sin embargo, dentro se encuentra una mujer desnuda y, como característica destacable, con su cuerpo cubierto por completo de tatuajes aparentemente indescifrables. Evidentemente, el interés policial y por los grupos especiales del FBI es inmediato desde su estado de amnesia (inducida por una droga suministrada) y a propósito del nombre tatuado de uno de los agentes especiales al mando de uno de los grupos del FBI, Kurt Weller (Sullivan Stapleton).
Piezas identitarias por resolver

Jane Doe
La identidad de la protagonista radica en una premisa clave: el simbolismo de los tatuajes que cubren su cuerpo son esenciales para la resolución de crímenes y el desarrollo de investigaciones que conciernen a cuestiones de estado y no exentas de teorías conspiranoicas criminales que acechan y atentan contra la seguridad del pueblo estadounidense. Estas pistas permiten en primer lugar al FBI disponer de una ayuda extraordinaria para pronosticar crímenes a punto de ser cometidos y, en segundo lugar, analizar las capacidades, habilidades y la inteligencia que conducirán al descubrimiento de la verdadera identidad de la protagonista.
La vía de acceso general para desentrañar el significado de los tatuajes y el descubrimiento de su verdadera identidad y, de forma paralela, la resolución de casos del FBI se lleva a cabo gracias a los flashbacks del pasado de Jane en los que números, palabras u objetos implícitos en el misterio de los tatuajes. Los primeros episodios irán descubriendo las diferentes habilidades de Jane: un entrenamiento físico ¿militar?, una facilidad para los idiomas a medida que van sembrando enigmas en el desarrollo argumental.
El éxito de una serie de casos para una audiencia de masas
Pese a cumplir con la (habitual) línea de género sobre la resolución de caso por semana, la estrategia de la serie funciona atendiendo, en especial, a su capacidad por manejar ganchos y respuestas creando un éxito de masas y posicionándose en una posición privilegiada dentro de los estrenos de otoño.
El balance actual podría ser el siguiente: una premisa atractiva acompañada de una buena dirección y ritmo argumental trepidante, química entre protagonistas y buenas dosis de intriga. Las sorpresas, casos y conspiraciones tendrán que esperar la próxima primavera sin perder de vista la idea subyacente: «A mind erased a body of clues».

Doctora en Filología por la Universitat de les Illes Balears (2022) y, anteriormente, becaria predoctoral con una tesis centrada en personajes infantiles creepies, discursos de maternidad contemporánea, New Horror y narrativa transmedia. Máster en Lenguas y Literaturas Modernas (especialización en estudios literarios y culturales, UIB); Máster en Formación del Profesorado (Lengua y literatura, UIB) y Posgrado en el uso del cine como recurso educativo (UNED). Interesada en las representaciones audiovisuales infantiles y las maternidades contemporáneas, además de la aplicación del audiovisual y la narrativa transmedia como recurso educativo.