Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Tormentos y demencias, «Devil’s Night» (AHS Hotel, 5×04)

Y llegamos a uno de los eventos más esperados de la temporada televisiva: los Especiales de Halloween de American Horror Story. Porque, a estas alturas, sus episodios para celebrar «La Noche de los Muertos» ya se han convertido en una especie de ceremonia para los fans de la antología. El cuarto capítulo de AHS Hotel, Devil’s Night, será el primero de este «especial» que concluirá la semana próxima con el episodio Room Service (5×05). Sin embargo, a pesar de su alocada propuesta principal y, sobretodo, de tratarse del primer Especial de Halloween de la temporada, hay que admitir, que el episodio es bantante sosegado en comparación con la sucesión de situaciones extremas, algún que otro sobresalto e imágenes traumáticas de los episodios anteriores.

Poco a poco, la temporada empezará, a partir de Devil’s Night, a calentar motores. Con tres episodios emitidos donde ya se han expuesto las temáticas que se van a tratar, ya han aparecido todos los personajes que centrarán la trama principal y las subtramas, se han establecido las relaciones -positivas y negativas – entre ellos y, lo que es más importante, con TODOS dentro del Hotel Cortez, AHS Hotel comienza a ponerse «seria» (por decirlo de alguna manera…) y va a avanzar de manera muy paulatina la historia. Pero, vayamos por partes.

En todo Especial de Halloween debe haber un elemento indispensable: el terror. Obviamente, pensaréis. Pero, ¿qué pasaría si se abandona la concepción cultural que se atribuye al «terror» equiparándolo al miedo más físico? El planteamiento de los episodios de Halloween del magnífico tándem Murphy/Falchuck no se basará en dar dichos «sustos» al espectador. Al contrario, no esperéis sobresaltos. La pregunta que se nos lanza en AHS y que se representa perfectamente en estos «especiales» es: ¿Qué pasaría si todo «El Mal» pudiese acampar a sus anchas solamente durante una noche? Desde la procesión de zombies en Coven (Fearful Prank Ensue, 3×04) donde los undead matan con toda libertad sin nigún tipo de carga moral; pasando por el exorcismo de un joven en Asylum (Tricks & Treats, 2×02) donde El Diablo paseará a sus anchas por la institución y acabará poseyendo el cuerpo de la dulce y pura Mary Eunice; hasta la (re)aparición de fantasmas del pasado para perpetrar una especie «castigo/crimen divino» contra uno de los freaks que, según ellos, merece morir en Freakshow (Edward Mordrake partes 1 y 2, 4×03/4×04). Todos ellos ejemplos de la manifestación del verdadero «terror» que plantea la serie: la creación de la monstruosidad como consecuencias de una sociedad hipócrita, rompiendo los chichés de la representación del horror en la cultura popular.

hotel00029
El increíble regreso de Lily Rabe a AHS como la asesina en serie Aileen Wuornos

Si en cada capítulo de Hotel que pasa las autoreferencias a la primera temporada son cada vez más evidentes, en este caso, no será diferente. Si en los episodios de Murder House a los fantasmas atrapados en la casa solamente se les permite salir al exterior la noche de Halloween, en el Hotel Cortez el magnate James Patrick March organizará su particular celebración con unos invitados muy exclusivos: los mayores asesinos en serie de la historia de Estados Unidos (lo que, en este caso, no salen, sino entran en el Hotel) Esta singular celebración – o Devil’s Night, como el propio March llama a este evento – será el eje central del episodio, por el que desfilarán auténticos psicópatas como el propio March, John Wayne Gacy, Jeffrey Dahmer, The Zodiac, Richard Ramirez y Aileen Wuornos.

Para su sorpresa, el detective John Powell es también convidado a esta cena tan especial de Mr. March como invitado de honor a The Devil’s Night donde no tardará en darse cuenta de lo que está sucediendo: todos los asistentes a la fiesta están muertos. Esto le hará cuestionarse si los acontecimientos extraños que ha experimentado en el Hotel Cortez serán fruto de su mente debido a su cansancio físico y, sobretodo, emocional. Personajes secundarios y, reitero, muy lynchenianos, serán esenciales para el viaje personal de John a través de «su verdadero yo« como Liz Taylor, que actuará como una especie de su «Pepito Grillo»; Miss Evers, la gobernanta, con la que John tendrá un momento de conexión – y se descubrirá, de manera magistral, su obsesión por la limpieza de las manchas de sangre que aparecen en las sábanas del hotel sin motivo aparente – y, por supuesto, Sally, que será su particular «ángel de la guarda«, o «protectora«, como dice ella, del detective.

Siendo este un episodio particularmente especial para los fans de la antología, debido al breve (pero, intenso) regreso de una de las actrices fetiche de la serie (y de los fans, sobretodo), Lily Rabe, quien ya había interpretado a Nora Montgomery, Mary Eunice y Misty Day. Rabe interpretará magistralmente a una de las asesinas en serie más famosas de EE.UU., Aileen Wuornos, que servirá de punto de conexión entre el lado más pasional e impulsivo de John y el resto de dementes. Aileen entablará una conversación con John sobre la moralidad/inmoralidad del asesinato, mostrándonos el lado más «humano«, para clasificarlo de alguna manera, de estos psicópatas. Así, Mr. March actuará como «el Gran Maestre de los Asesinos«, enseñando a sus «pupilos» a matar y proporcionándoles asilo en el Hotel Cortez y el que concluirá su más que surrealista celebración con un discurso donde reivendicará la figura del asesino en serie como parte de la historia de EE.UU. Esa «American Horror History« que hipócritamente comercializan.

hotel00028
Alex se sacrificará para estar con su hijo Holden para siempre

Por otro lado, tras el (casi) fortuito encuentro con su hijo desaparecido, Holden, en los pasillos del Hotel Cortez, Alex decide enfrentarse a aquella a la que Holden llama su «mami» y cómo remediar el extraño comportamiento del niño al regresar a casa. Alex llevada por su soledad y su desesperación acabará haciendo un «pacto» con The Countess donde tendrá que «convertirse» para quedarse junto a su gran amor, su hijo. Otra vez, el personaje de Lady Gaga se transfromará en una especie de recolectora de almas perdidas que utilizará su condición vampírica – la que ella llama «virus» – para dar una segunda oportunidad a aquellos que se sienten solos, como parece que una vez ella lo fue. Obtendrá así, a una nueva posible aliada en Alex, a quien acogerá, al más puro estilo La Piedad de Miguel Ángel, entre sus brazos.

Porque, básicamente, Devil’s Night narra el descenso a los infiernos del matrimonio Powell, que, por fin,  consiguen huir de la falsa concepción que todo el mundo tenía de ellos – incluso entre ellos mismos – y se revelan como las auténticas criaturas atormentadas y oscuras que en realidad son, y que siempre han sido y siempre serán. Ahora, tanto John como Alex están atrapados en las paredes de ese pequeño «inframundo» que tiene por nombre Hotel Cortez. Si ya lo decía la última estrofa de la canción de The Eagles, Hotel California, que daba final al episodio piloto de la serie: «You can check-out any time you like, but you can never leave»…

Lo mejor: Sin duda, la vuelta de Lily Rabe al mundo de AHS. Su impresionante interpretación como Aileen Wuornos – aunque solamente sea por un episodio (lástima…) – ha superado las expectativas de todos los fans, que esperabamos con ansias su regreso. Rabe nos deja una auténtica transformación – tanto física como emocional – y la vemos como nunca antes la habíamos visto en la antología. Ojalá la podamos disfrutar en la sexta temporada, crucemos los dedos.

Lo peor: Lo corto que se hace el episodio.

Lo más destacable: La habilidad del equipo de guionistas para incorporar el backstory de los personajes secundarios sin arrancar nuevas líneas argumentales, pero que son esenciales para la trama principal. Concretamente, la historia de Miss Evers.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *