Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

«How we became posthuman», los textos de Katherine Hayles

Siguiendo con el repertorio de textos en los que se trata del posthumanismo en la ficción —sea televisiva o no— resultaba más que imprescindible dedicarle un post a una de las autoras más significativas en el estudio de este tema, N. Katherine Hayles, una rara avis que combina su formación humanística y eminentemente literaria con la científica/química que ha decantado hacia la cibernética. Y nos referimos en nuestro titular  a los «textos»  de Hayles porque no solo nos vamos a referir al que encabeza nuestro post, How we became posthuman (aparecido en 1999 y editado por la University of Chicago Press), sino a otros dos libros de igual valía: Chaos and Order, Complex Dynamics in Literature and Science (coordinado por Hayles y aparecido en 1991 en la misma editorial que el anterior) y My Mother Was a Computer, Digital Subjects and Literary Texts (de nuevo editado por la University of Chicago Press y aparecido en 2005).

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Tanto Chaos and Order como My mother was a computer van a reflexionar acerca de la incidencia del mundo digital y de las teorías científicas en la producción cultural. Mientras el primero va a dedicarse a las múltiples conexiones que se han ido estableciendo entre la literatura contemporánea —con estudios dedicados a Borges, Lem o la literatura victoriana— y el paradigma caótico que ofrece nuevas posibilidades de escritura y también de recepción por parte del lector; el segundo tendrá como eje central la relación entre los nuevos lenguajes suministrados por el mundo digital y cómo estos tienen un fuerte impacto en la vida cotidiana y, como no podría ser de otro modo, en la cultura y la concepción de los antiguos medios de producción. Así, ambos incidirán en la contemporaneidad como una época de intermediación e intertextualidad en la que los discursos son interactivos en el sentido más amplio del término; o dicho de otro modo, cómo las tecnologías definen y matizan nuestra cotidianeidad y forma de comunicación hablada y escrita, cambian nuestra percepción de las manifestaciones culturales y usos de las mismas, y, finalmente, se traducen en un cambio en la  concepción de las máquinas con las que interactuamos como si de seres vivos se trataran y que condicionan nuestra percepción del mundo que vemos a través de ellas. Unas concepciones un tanto categóricas así mencionadas pero que podemos ejemplificar fácilmente: velocidad de conexión en nuestro ordernador, redes sociales, escritura con emoticonos y abreviaciones e incluso intentar ampliar la página de un libro con un movimiento de nuestros dedos (no, no me lo imagino, se han dado casos de esto último). Dejo a los lectores de este post que vayan completando esta lista improvisada.

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Pero es sin duda How we became posthuman el texto emblemático de Katherine Hayles. El subtítulo Virtual bodies in Cybernetics, Literature, and Informatics no puede ser más explícito porque de eso se trata: de una revisión desde planteamientos no exclusivamente científicos de todas y cada una de las «olas» de la cibernética y de su evolución conceptual. De este modo, el nacimiento de la cibernética y de su concreción en las Macy Conferences que siguieron a la finalización de la II Guerra Mundial en la que se dieron cita los más importantes investigadores y teóricos —desde cognitivistas a antropólogos, lingüistas y teóricos de la comunicación con nombres esenciales como Shannon, Weaver, Wiener, von Foerster, Margaret Mead, Humberto Maturana o Francisco Varela— va a ser el hilo conductor del libro que introduce a lo largo de sus páginas al debate acerca de la posthumanidad. Mejor dicho, a las preguntas a veces sin respuesta y a veces con respuestas múltiples y contradictorias acerca de los valores humanos y del acercamiento a la posthumanidad entendida como una evolución lógica de la ciencia por una parte, pero también como un motivo de reflexión acerca de la identidad/reflexividad contemporáneas en la que la virtualidad y la hiperrealidad se combinan con los valores del liberalismo humanista. Una semiosis de la virtualidad que ya encontramos en las obras de Philip K. Dick, profusamente analizadas por Hayles y que la autora  va a aplicar  a cuatro obras emblemáticas de la literatura de la (ciencia)ficción de la última década del siglo XX: Blood Music de Greg Bear (1985), Terminal Games de Cole Perriman (1994), Galatea 2.2 de Richard Powers (1995), y Snow Crash de Neal Stephenson (1992).

Las aportaciones de Katherine Hayles van a ser esenciales no solo para comprender este complejo mundo del posthumanismo sino también para transformar al lector en una auténtica esponja a la hora de comparar o establecer vínculos entre este concepto y los productos ficcionales o transmediáticos que se derivan de ellos. Los textos de Hayles van a tener, pues, la virtud de teorizar de manera extraordinariamente potente las distintas visiones que los teórico-prácticos de la cibernética y la ciencia han ido ofreciendo a lo largo de las últimas décadas, al tiempo que va a ejemplificar y aplicar estas teorías a los grandes textos  —literarios principalmente—  que se han convertido en el canon de un género habitualmente unido a visiones distópicas pero que reflexionarán acerca de la idea y el devenir de lo (post)humano. Un hecho que, desde nuestro punto de vista, no tiene precio.

 

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