Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

La sociedad persuasora. Control cultural y comunicación de masas

Los medios de comunicación de masas se han convertido en medios de control cultural y social. El control que ejercían antaño las costumbres, el derecho, la policía o los jueces se ha transformado en un control indirecto que no necesita de coacción física, sino que es enviado como mensaje y acatado por el espectador/lector. Ésta es una de las ideas principales del libro La sociedad persuasora. Control cultural y comunicación de masa de Miguel Roiz, una obra editada en 2002 por Paidós que sienta unas bases muy sólidas sobre el estudio de los medios de masas desde un punto de vista crítico e interdisciplinar.

Para su análisis, Roiz se basa casi exclusivamente en el análisis del discurso televisivo, con lo que hay algunas afirmaciones generales sobre los medios de comunicación de masas que hoy deberían matizarse, como veremos.

El poder y la influencia de estos medios masivos es, siempre según Roiz, cada vez mayor, y llega a superar la influencia tradicional de la educación y la propaganda religiosa y política. Los medios sancionan unas normas (de comportamiento, de convivencia, pero también de cosmovisión) que mantienen en equilibrio el orden social imperante.

Se ha estudiado el control cultural y social en la noticia o la información, pero Roiz se centra en los contenidos de ficción y publicidad, que el sistema utiliza para evitar la desviación socia de una forma más sibilina y discreta que los mecanismos coactivos tradicionales (prisión, multas, etc.). Los medios de comunicación siempre operan bajo la directriz que ordena la instancia que los sustenta; de esa forma, no ya sólo en nuestra época sino desde siempre, para los emisores ha sido fácil imponer su criterio o cosmovisión.  De la misma forma, los referentes sociales han pasado de ser intelectuales (escritores, filósofos, periodistas o políticos) a grupos de presión económicos, en cuyo poderan operan las grandes empresas del sector de la comunicación escrita y audiovisual.

De la creación de contenidos se pasa a una fabricación de contenidos (culturales, de espectáculo), dando lugar a una industria de la cultura de masas. Esos contenidos, por tanto, son estereotipados, y su espectador reacciona con unos reflejos condicionados, aprendidos, que se deleita en aquello ya conocido. De ahí, la actualidad del remake, del reboot de sagas, que, además de capitalizar millonarias inversiones, da al espectador más de la fórmula que conoce, reconoce y disfruta.

En algunas cuestiones, el tiempo ha desmentido a Roiz. A principios de la década de 2000, quizá no se podía ver el papel cada vez más importante que tendría internet y las redes sociales a la hora de configurar un nuevo espacio público y de convertirse en el vehículo de difusión de mensajes minoritarios o directamente subversivos. El ejemplo que da Roiz con la música orientada a un gran público consumidor, citando textos de Benjamin (1968) y Joy (1974), han quedado totalmente obsoletos. La música ha encontrado en la red, sí, un escaparate para convertirse en un producto de consumo más, pero también ha logrado el modo de difusión hacia públicos muy minoritarios que antes estaban incomunicados geográfica e incluso socialmente.

Roiz sigue algunas teorías del clásico Adorno, que analiza el contenido ideológico de las ficciones audiovisuales norteamericanas de su época (los años 50 del pasado siglo), encontrando una subyacente moral neoconservadora en ellas: bajo la superficialidad de las tramas latía una acomodación a la moral burguesa y a la ideología capitalista que la sostiene. Todo ello reemplaza la autonomía del individuo por el conformismo y la pasividad, y se obstaculiza la formación de individuos emancipados que puedan sostener un discurso disidente. No obstante, habría que indicar que este paradigma ha cambiado también con internet y las redes sociales como dinamizadoras de la acción social. Los movimientos de protesta global que se han dado a partir de 2008 (desde el movimiento Occupy Wall Street hasta el 15M español, pasando por las Primaveras Árabes) no hubieran sido posibles en un mundo sin internet.

También aborda Roiz el proceso de la espectacularización de la cultura, la política y la información, que de forma deliberada realizan los medios, y que llega hasta las vidas privadas de individuos, sometidas al escrutinio público en realities como Gran Hermano o Supervivientes, todo lo cual lleva a la “sustitución espúrea de la realidad por su imagen”. Hemos llegado a la hiperrealidad que anunciaba Baudrillard. Se crea así un proceso de identificación y de imitación, en parte subconsciente, de estos modelos. La repetición del mensaje lleva al control cultural y a la creación de imaginarios colectivos de acuerdo con la visión hegemónica que se transmite.

El profesor madrileño realiza un análisis sumamente crítico de los medios de comunicación de masas, y su tesis es que ese poder extraordinario de los mass media está al servicio de un poder ideológico, militar, económico y político. Sus últimas apreciaciones, en las que aparece el atentado del 11S (muy cercano sin duda al momento de la escritura del libro), le permiten reforzar su idea: los medios de masas están relacionados con el “poder planetario del capitalismo” y el control cultural que éste ejerce. Podemos concederle la razón, pero es no menos cierto que aquellos atentados, así como una nueva crisis económica global, contextualizada en una sociedad con nuevas herramientas de comunicación, han en cierta forma hollado esta perspectiva tan negativa dando lugar a una especie de disidencia que, aunque mínima para los poderes establecidos, al menos consigue el valor de testimonial. Si bien es muy interesante su tesis, los últimos quince años, al mismo tiempo que han agudizado este papel de control sobre los medios de masas tradicionales, pueden llevar a un nuevo paradigma de relación social en manos de internet y las redes sociales como nunca antes se ha visto. En todo caso, su estudio, por pormenorizado y demoledor, resulta de franco interés para la investigación teórica de los medios de comunicación de masas.

Datos del libro:

Miguel Roiz (2002): La sociedad persuasora. Control cultural y comunicación de masas. Paidós – Papeles de Comunicación 38: Barcelona. 284 páginas. ISBN 84-493-1316-3.

 

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