«Marvel’s Spider-man» (2018), un superhéroe al servicio del mundo abierto
En 1962 hacía su primera aparición en el mundo de las viñetas Spider-man de la mano de los gurús de Marvel Comics, Stan Lee y Steve Ditko – este último fallecido el pasado mes de junio. Pronto, la popularidad de Peter Parker, el adolescente que recibirá poderes arácnidos y se encargará de combatir el crimen en la ciudad de Nueva York, hará que los fanáticos de los superhéroes lo hayamos podido disfrutar en todas las plataformas. Después de la recuperación por parte de la industria del cine – primero en el cuerpo de Andrew Garfield en 2012 y, más tarde, interpretado por Tom Holland en el MCU – el estudio californiano desarrollador de videojuegos Insomniac Games (compañía colaboradora con Naughty Dog) anunciaría el regreso del «hombre araña» por todo lo alto. Así, en septiembre de este mismo año se lanzaría esta nueva hazaña del superhéroe que prometía acción trepidante y disfrute asegurado.
Siendo una aventura completamente original, la historia nos situará en la Nueva York actual donde un Peter Parker veinteañero y casi graduado en la universidad tendrá que luchar contra el crimen organizado centralizado en la isla de Manhattan. En esta ocasión, «Spidey» se enfrentará a uno de los líderes mafiosos más peligrosos e influyentes de la ciudad, el empresario Wilson Fisk y a su séquito de maleantes. Por el camino, nuestro superhéroe se encontrará con una nueva banda organizada denominada «Los Demonios» que intentarán realizar un ataque terrorista en el centro de la metrópolis.
Así, manejaremos a un Spider-man más experimentado y cómodo con sus superpoderes – aunque, con aún muchísimo que aprender – que se alejará del joven adolescente novato en un intento de Marvel juntamente con Insomniac de despojarse de una historia centrada en los orígenes del personaje. De esta manera, los desarrolladores nos propondrán una aventura llena de acción y giros argumentales donde se servirán de la fórmula del mundo abierto para explorar todos los secretos y misiones que nos puede ofrecer la Gran Manzana. Durante la evolución de la historia – dividida en 3 actos – podremos completar una enorme cantidad de misiones secundarias que ayudarán a aportar dinamismo a la trama principal. Éstas pasarán de resolver crímenes callejeros resultado de las triquiñuelas de los matones de Fisk y los Demonios, desmantelar alijos ilegales, solventar desapariciones misteriosas, completar los desafíos de eternos rivales como Tombstone o Black Cat, arreglar desperfectos que afectan a la salud pública de la ciudad, combatir la brutalidad de los cuerpos de seguridad privados o, simplemente, ayudar al ciudadano de a pie con sus problemas diarios. En definitiva, un juego en el que «tu amigo y vecino Spidey» estará al servicio de una ciudad entera.
A pesar de que este modelo de mundo abierto no suponga una novedad en sí misma, es realmente sorprendente la organicidad y fluidez con la que éste se plantea dentro de la jugabilidad. Un hecho que se traduce en una duración perfecta (unas 20 horas en la historia principal; sin incluir el tiempo en el que puedes explorar a tus anchas) que no se hace para nada reiterativa ni pesada, uno de los reproches que se pueden encontrar en este tipo de fórmulas. En este sentido, la capacidad de Insomniac de crear una réplica de Nueva York plagada de detalles – tanto técnicos como conceptuales – y de easter eggs para los fans – coronando la ciudad veremos la torre de Los Vengadores, por ejemplo; así como concebir un universo virtual que cobre vida es uno de los mayores logros del juego. La Nueva York de Marvel’s Spider-man tiene muchas historias que contar y éstas se sucederán mientras nosotros estamos patrullando.
A todo esto hay que sumarle la cantidad de variables de acción que podemos utilizar – carreras, peleas cuerpo a cuerpo con un sinfín de habilidades de combate, desactivación de bombas, puzzles y misiones de sigilo – y los cambios de perspectiva que irán alterándose en algunos de los episodios de la trama principal. Así, no solo controlaremos a «héroe arácnido», sino que podremos ponernos en las manos de Mary Jane Watson – el eterno amor de Peter Parker que pasa de damisela en apuros a heroína de acción – o Miles Morales – futuro «black Spider-man» quien protagonizará el próximo largometraje de animación de 2018, Spider-Man: Into the Spider-Verse. Además, de poder adquirir experiencia para mejorar artilugios, ganar habilidades y coleccionar trajes (unos 40 en total); y de poder recuperar la afición de Peter por la fotografía capturando los lugares de interés de la ciudad. Esta última convirtiéndose en un completo vicio que inundará nuestras carpetas de imágenes con «Spider-selfies«, una actividad que se ha convertido en un verdadero bombazo en Ps4Share.
Asimismo, la historia de Spidey no termina aquí. A lo largo de estos meses, se seguirán lanzando DLCs que desarrollarán una trama independiente al juego principal bajo el nombre de «La ciudad que nunca duerme«. El primero de ellos ya lo hemos podido disfrutar – «El atraco» – con otro enemigo a batir y con una archienemiga común: Felicia Hardy (alias Black Cat),
Marvel’s Spider-man es un videojuego que ofrece mucho más de los que prometía: frescura, acción, diversión y espectacularidad. Un ejercicio técnico extraordinario que nos brinda el lado más maduro, justo y emocional del personaje, al igual que su lado más irreverente, gamberro y, sobre todo, millenial. ¿Podemos decir que el mejor Spider-man está en los videojuegos? Es muy difícil afirmarlo. Pero, sino, se le acerca mucho.
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora de cine de animación y videojuegos en CESAG-Comillas. Interesada en la investigación en game studies y TV studies. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en todo aquello que tenga relación con la construcción estética y dramatúrgica del espacio en la ficción televisiva, cinematográfica y en los videojuegos.