Proposiciones (in)decentes: «Handidates» (Scream Queens, 2×03)
Después del mini parón de la semana pasada en la emisión de la serie debido a los debates presidenciales en EE.UU., Scream Queens ha vuelto con su tercer episodio para contarnos lo que se cuece entre los muros de este particular hospital de los horrores. Si ya habíamos comentado el notable cambio de rumbo del tono de la serie respecto a la anterior entrega llevando al extremo – y sin ningún tipo reparo en hacerlo evidente y exagerado – su carácter paródico hasta niveles insospechados; en Handicates, no será una excepción. Alimentándose de todos los clichés del auténtico culebrón hospitalario, esta semana hemos tenido de todo: bodas exprés, curaciones milagrosas, serenatas de mariachis, acusaciones de todo tipo, flechazos repentinos… Pero, mejor vayamos por partes.
Si en el episodio anterior – Warts and All – dejamos a las Chanels frente a la última víctima del Green Meanie, en la primera escena del 2×03 retomaremos esa noche que pondrá en evidencia la extrema incompetencia de los profesionales del C.U.R.E. – los que dejarán a ineptos como las Chanels o Chad, literalmente, hacer lo que les da la gana por el hospital –, la poca seguridad que hay en el centro y, lo más importante, servirá como pretexto para que se inice la investigación para descubrir la identidad del nuevo asesino de la temporada. Por supuesto, esto incluirá que entre los propios personajes empiecen a circular acusaciones directas y que aparecerán las primeras quinielas entre las audiencias. Al igual que sucederá en la pasada entrega, será alrededor del tercer capítulo en el que comencen a aparecer las intenciones del asesino – en este caso, los targets serán los propios pacientes del hospital -, así como aparecerán los lados oscuros de algún que otro personaje que tendrá motivos suficientes para que se sospeche de él/ella. Un juego en el que todos caímos en la T1 (¡y nosotros encantados!) y cuya estructura narrativa están siguiendo esta temporada. Aunque, esta vez, ya conocemos las reglas y estaremos mucho más atentos…
Si muchos estábamos expectantes por conocer cómo se las apañarían esta entrega sin estancarse en la reiteración de la T1, la que tenía unos esquemas claros y cerrados por completo (aunque nunca se sabe…) muy difíciles de superar, esta segunda entrega está siendo una delicia de ver y una verdadera genialidad. Los guionistas parecen tener muy claro que lo más efectivo para evitarse el descontento del público no es otra cosa que adelantarse a él. Por ese motivo, el nuevo tono paródico más evidente, irreverente y gamberro funciona de maravilla. Junto al homenaje y al pastiche cultural, la autoparodia se está convirtiendo en uno de los pilares de la serie donde encontramos muestras de hasta que punto se pueden reír de sí mismos. La repetición de los patrones de la T1 en donde -supuestamente- el asesino planea una venganza con una mujer embarazada y bebés (ya creciditos) de por medio; incluso, la verbalización a cargo de las Chanels de las deducciones que llevaron al error sobre la identidad del Red Devil por parte de las audiencias como la altura o complexión del asesino (para que no caigamos en la misma trampa, otra vez), son un buen ejemplo de ello en este episodio. Por supuesto, con la ruptura de esquemas que tienen planteados hasta ahora, no nos queda otra que dejarnos llevar.
Pero, volviendo al episodio que nos concierne. La premisa de la temporada llevará al C.U.R.E. a Sheila Baumgarter – interpretada por la exintegrante de SNL Cheri Oteri – una mujer que sufrirá un trastorno de excitación sexual persistente y que la hará tener orgasmos incontrolados repetidamente en los momentos más inoportunos. Su aparición planteará serios problemas exixtenciales en Chanel #3 y la acercarán íntimamente al reservado Dr. Cascade, quien le confiará su mayor secreto. Una nueva pareja de «muertos vivientes» con una historia de amor bastante atípica y rocambolesca que seguro dará mucho juego en un futuro. Mientras tanto, por un lado la desesperación volverá a llevar a Chanel y la Decana Munsch a negociar con Hester el que ésta le ayude a cazar al Green Meanie – todo ello siguiendo, como ya pudimos ver en el anterior episodio, la estructura interna en un ejercicio de la metaficción más sofisticada de El Silecnio de los Corderos que aporta los momentos más sonados hasta ahora y una nueva dimensión al personaje de Lea Michele (que está estupenda, como siempre); y, por otro, continuaremos con la pugna de machos alfa entre Chad y el Dr. Holt por el corazón de Chanel, que mostrará el lado más oscuro de ambos personajes y terminará en una rocambolesca proposición de matrimonio. Dos – o tres, según se mire – proposiciones (in)decentes que, seguro, no llevarán a buen puerto…
Lo mejor: las autoparodias de esta entrega que aportan un aire fresco a la serie. El cambio de tono del personaje de la Decana Munsch, con una Jamie Lee Curtis más desmelenada que en la anterior temporada. Y, sin duda, Chad Radwell.
Lo peor: la muerte de uno de los personajes importantes dentro de la serie que, seguro, han dejado en shock a más de uno.
El momento más loco: la extravagante pedida de mano de Chanel y esa risa maligna de Lea Michele hacia el final del episodio. Esas dos escenas no tienen precio.
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora en el grado de Comunicación Audiovisual en CESAG-Universidad de Comillas. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en la investigación en game studies y TV studies.