¿Puedes ver el color de la muerte?: «Another» (2012)
Lo terrorífico siempre ha sido una temática muy prolífera dentro la ficción. En la experiencia cinematográfica, la creación del miedo por parte de los cineastas – con temas escabrosos o puestas en escena escalofriantes – es prácticamente inmediata debido a la magnitud del formato y de sus técnicas más inmersivas ¿Y en la televisión? ¿Es una serie capaz de crear «auténtico miedo»? Aparentemente, la dimensión de la pantalla no ayuda a construir un ambiente óptimo para ello. Sin embargo, existen producciones que trascienden el formato y que generan verdadera inquietud y, sobre todo, genuina taquicardia; algo que los artistas japoneses parecen tener cierta práctica en conseguir. En este contexto se ubica el anime Another (2012), una historia de misterio que pone los pelos de punta.
Siendo una adaptación de la novela homónima de Yukito Ayatsuji de 2009, la serie cuenta con 12 episodios en su haber y un OVA a modo de precuela. Así, la historia se sitúa en el pueblo de Yomiyama en 1998 donde el joven Koichi Sakakibara es transferido desde Tokio a un nuevo instituto; más concretamente a la clase 3-3. Su rutina académica se desarrolla con normalidad hasta que conoce a Misaki Mei, una enigmática compañera de clase con un parche en el ojo con la que nadie más parece relacionarse. De hecho, presencia pasa inadvertida por todos sus compañeros de clase. Es entonces cuando las sospechas de Koichi sobre la inexsistencia de Mei comienzan a aflorar ¿Es esta chica real o se trata de un fantasma? ¿O tal vez se trate de otra cosa? Pronto, las sospechas del protagonista se hacen más evidentes cuando alumnos y profesores se comportan de forma extraña ¿Qué es lo que sucede en la clase 3 de noveno grado?
Entonces, el eje vertebral de la serie va a ser el misterio que rodea a la clase 3-3 y las fatídicas consecuencias que tienen la investigación de Koichi. Un enigma que le lleva a destapar una maldición ejecutada sobre sus compañeros de clase que se retoma de décadas atrás, a lo que se le atribuye el nombre de «La Calamidad». De esta manera, Another va a desarrollar todos los elementos perfectos que toda buena historia de terror precisa:
(1) Un pasado traumático en forma de un gran secreto donde todos los personajes participan de una forma u otra. Un secretismo colectivo que destapa un misterio que se efectúa in crescendo a lo largo de los episodios. Así, se establecen las dinámicas entre los alumnos donde las amistades y desencuentros entre los protagonistas y los secundarios son vitales para el motor de la historia – en especial las estructuras jerárquicas que se establecen entre personajes como Izuma Akazawa, Naoya Teshigawa o Yūya Mochizuki. Cada altercado pone en evidencia las verdaderas intenciones de los personajes y sus backstories como fórmulas de explotar lo siniestro.
(2) Una voz externa que ayude a racionalizar los acontecimientos y explique las reglas del universo terrorífico. La necesidad de crear un mundo verosímil se materializa en la figura de Reiko (la tía de Koichi), de Chibiki (el bibliotecario del instituto) y de Sanae Mizuno (enfermera del hospital pueblo) quienes actúan como elemento externo a la mirada de los protagonistas para visibilizar las leyendas y enigmas sobre la tradición sobrenatural del pueblo.
(3) Un lugar hostil como contenedor del mal. Yomiyama presenta un aspecto decadente que aporta una personalidad muy particular a la atmósfera de la serie. Un diseño conceptual de la mano que Ayumu Takahashi que presenta un escenario decadente repleto de brumas, cuervos, viento y óxido como ambiente amenazador. En definitiva, el espacio se configura como un personajes más al que temer donde el factor de «pez fuera del agua» de Koichi hace que la inquietud sea aún mayor ¿Esta maldición tiene que ver con el pueblo o solamente en de la clase? ¿Cuál es el origen de estas desgracias?
Y (4), una puesta en escena tétrica y angustiosa. Sin duda, uno de los elementos más importantes para crear la atmósfera terrorífica de la serie es el diseño de su estilo visual que apuesta por una aproximación evocadora, onírica y con pinceladas gore (sobre todo, en los episodios finales). El uso del montaje utilizando el fuera de campo, la asincronía del sonido, la voz en off y la iluminación en penumbra generan una táquicárdica propuesta que se maneja a la perfección con el ritmo y la dosificación de la información. Por otro lado, la serie usa la iconografía de las muñecas/autómatas en su discurso de forma muy acertada como parte de lo perverso.
Another es una serie que desarrolla lo macabro de manera muy eficaz sin caer en los tópicos del género, con un buen dominio del tono y que no se excede ni regodea en el efectismo gore – aunque, cuando lo hace, es un auténtico placer. Así, en su discurso se mezclan temáticas como la reflexión entorno a la muerte, al miedo, a la violencia, a la crueldad y al control; así como se anticipan conversaciones acerca del vacío, el fracaso o la vergüenza entre los personajes, en su amplia mayoría adolescentes. Todas ellas materias de carácter existencialista que son muy frecuentes en las producciones niponas. En definitiva, Another es un perfecto acercamiento a la excelencia del anime de terror.
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora en el grado de Comunicación Audiovisual en CESAG-Universidad de Comillas. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en la investigación en game studies y TV studies.