Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Reseña «Children’s Literature and the Posthuman: Animal, Environment, Cyborg» (Jaques, 2015)

Jaques aborda en su libro Children’s Literature and the Posthuman: Animal, Environment, Cyborg (2015) el debate posthumanista aplicado a obras canónicas de la historia de la literatura infantil teniendo presente los diferentes discursos filosóficos sobre qué significa ser humano y abriendo cuestiones ontológicas sobre la existencia de seres posthumanos. Más específicamente, Jaques hace hincapié en el impacto de la tecnología en la subjetividad humana centrada en la caracterización de personajes de la literatura infantil y en sus representaciones cinematográficas con especial atención al género de la ciencia ficción. Sin embargo, ¿cuál es su definición de “posthumano”? Según Jaques (2015: 2-3) “Posthumanism, as a discourse, both exposes and ironically establishes boundaries between the human and the non-human, to facilitate a dialogue as to how those very borders might become more fluid”.

Se sugieren que estos bordes y el valor de estar “Betwixt-and-between” (con una clara referencia a Barrie) son perfectamente franqueables, más allá de concebirse como departamentos estancos y abren un espacio permisible para las interrelaciones entre diferentes formas de vida y otros seres que entroncan con un cuestionamiento ontológico y el discurso posthumano. A su vez, esta permisión ofrece la posibilidad de mediante un ejercicio de identificación y de role-playing, de jugar a ser otro y, también, enaltece la capacidad de agencia de los personajes así como de los lectores infantiles (aunque también adultos) para que conecten con las voces de otros.

Jaques señala que existen muchos autores centran el debate posthumanista desde una perspectiva antropocentrista, marginando en cierto modo otros seres, objetos, máquinas y animales con capacidad de agencia o para personificarse con rasgos susceptibles de ser entendidos bajo la etiqueta “humano”. Es por ello que Jaques divide su estudio en tres secciones distintas formadas por dos capítulos cada uno.

La primera sección estaría centrada en animales como personajes ficcionales de la literatura infantil (Animal) y compuesta por un primer capítulo (Creature) y otro que analiza el rol de los animales dentro de la literatura infantil desde una lectura deleuziana. En Creature se pondría de relieve la valoración poco favorable debido a la recepción y consideración de los animales dentro del discurso posthumanista. Este cuestionamiento parte del análisis de dos textos como son Gulliver’s Travels (1726), de Jonathan Swift y Alice in Wonderland (1865) de Lewis Carroll los cuales son entendidos como “crossover fiction” que apelan no sólo a un público infantil sino también adulto. Aquello que se destaca de ambos es la mutabilidad de sus protagonistas los cuales ponen en tela de juicio el cuestionamiento de su supuesta (tradicionalmente concebida) superioridad como humanos:

“While the protagonists are discombobulated by the creatures around them, and represent the confusions inherent to human who have their superioriy continually questioned, he narratives estee, such discomfort and hierachal plurality, even as it distresses the central human characters, critiquing humans who have become too arrogant and “reasoned” to appreciate their own limitations” (Jaques, 2015: 28).

Concretamente en el caso de la obra de Swift, se establecen dos grupos de individuos no-humanos: los habitantes de Luggnag (inmortales pero a la vez condenados a una aparente edad sin fin) y los habitantes de Laputa (tan inteligentes que sus cuerpos se han deformado por sus actividades más intelectuales que físicas). Jaques (2015: 37) considera que debido sus encuentros con esos seres o criaturas “Gulliver’s sense of humanity begins to mutate” provocando una reflexión sobre su propia identidad humana sujeta a una “ontological mutability” (2015: 38).

Simultáneamente, el caso de Alicia también está sujeto a esta cierta desestabilización del humano como sujeto, poniendo en cuestionamiento la asunción “naturalizada” del “dominio” de los humanos por encima del reino animal y ambas obras canónicas de Swift y Carroll “engage with the concers of posthumanism but struggle to negotiate making these concerns comfortable or appropiate for a young audience” (Jaques, 2015: 66).

Una segunda sección se basaría en el ambiente (Environment) centrada en las representaciones de los árboles (Tree) y plantas y del agua (Water) también como símbolo. Destacamos el artículo dedicado a los árboles (Tree) el cual ofrece el juego dialogante de éstos con los personajes de la literatura infantil en tanto que símbolo que deben respetar y cuidar y también que perdura en la naturaleza y que puede interpretarse como venerables seres sintientes que observan la sucesión de generaciones humanas, que van abandonando la vida mientras ellos perduran. Tanto animales (animal-as-pet) como árboles (tree-as-friend) pueden funcionar como una promesa de afecto “there is a sentimentalism here that at once permits a tree sentience while simultaneously encoding it as servile” aunque su valor reside en la utilidad y la función que responde al beneficio humano. Sin embargo, obras como “The Life of a Primrose” de The Fairy-Land of Science (1879) de Arabella Buckley plantean el valor de la planta, específicamente, de una pequeña flor con independencia de su relación con los humanos: “The “life” of the plant is just as real as that of humans, without the need to make such connections explicit through overt animism” (Jaques, 2015: 114).

Una tercera parte (Cyborg) analizaría la parte más tecnológica y la figura del Cyborg en la literatura infantil. Concretamente, un quinto capítulo se centraría en la representación de robots en la literatura infantil (poniendo como ejemplo Ozma of Oz de Frank Baum) después de hacer una revisión a las tesis del “Manifesto for Cyborgs” de Haraway. Jaques señala que las relaciones entre éstos y los humanos entrañan una gran complejidad y que las proyecciones “of humanness onto them can thus be read as ways to empower or curtail the inhuman, and seemingly anachronistic acts of gendering and naturalizing the robot offer a commentary on the complexities of boundary polutions made posible by thinking about the thinking machine” (Jaques, 2015: 182).

El trabajo de Jaques, en definitiva, supone una aportación al estudio de la literatura infantil y el posthumanismo ya que pone en evidencia la existencia de una larga tradición en la que se renegocian y reestablecen las identidades del sujeto suponiendo un desorden o una transgresión al sujeto del espíritu ilustrado y da cuenta, en efecto de cómo la literatura infantil ofrece “sophisticated interventions into what it means to be fully human, more-than-human, and, indeed, posthuman” (Jaques, 2015: 239).

Referencia:

Jaques, Z. Children’s Literature and the Posthuman: Animal, Environment, Cyborg. London: Routledge, 2015.

 

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