Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Tachando la hoja de notas, «Black Friday»

Si en el episodio anterior de Scream Queens, Thanksgiving, el esquema narrativo seguía un planteamiento equiparable al juego de Cluedo en el que los personajes reunidos en una habitación se lanzaban unos a otros los motivos por los cuales cada uno de ellos podía ser el diablo rojo e inmediatamente su contradicción, en el episodio de esta semana el equipo de guionistas capitaneado por Ryan Murphy nos va a ofrecer otra de las reglas del juego: «Si quieres despistar a tu adversario, échate un farol preguntando sobre las propias cartas». Ni que decir tiene que el adversario no es otro que el espectador y, más concretamente, los fanáticos de la serie que, desde hace ya bastantes semanas, nos estamos devanando los sesos y lanzando nuestras más locas hipótesis sobre la identidad del asesino que anda todavía suelto. Un brainstorming colectivo a través de las redes sociales donde aparecen ya dos candidatas a asesinas seriales cuyo nombre nos reservaremos.

El ritual anual del Black Friday, cuyo retail frenzy es perfectamente retratado en las primeras escenas del episodio, llevará a Chanel Oberlin y sus chicas a los grandes almacenes que, gracias al soborno de la líder de las KKT, abren para ellas la noche anterior. Noche más chicas solas más espacio inmenso lleno de mostradores y árboles de Navidad da como resultado previsible el ataque del diablo rojo y una más que divertida escena de persecución por las escaleras mecánicas de unas chicas despavoridas que no se desprenden para nada de las bolsas de sus compras y que salen ilesas del ataque. Esta breve escena tendrá, sin embargo, dos consecuencias narrativas: una afectará a la empatía de las audiencias con del personaje de Chanel Oberlin que será diseñado como un personaje heroico,  la otra supondrá una de las grandes líneas argumentales del episodio centrada en los constantes y frustrados intentos de asesinato de la decana Munsch a manos de las KKT.

Primer intento de asesinato de la decana Munsch

Sin duda alguna los rocambolescos inventos de las chicas para eliminar a la decana constituyen los momentos más divertidos del episodio que, por arte de magia  -bueno, por arte de una dirección de fotografía más que espectacular-  van a transformarse en escenas con una atmósfera  tremendamente densa cuya tensión es más que palpable. Y es que la tensión va a ser el elemento esencial en todo el episodio que permite a Ryan Murphy echarse el farol al que hacíamos referencia anteriormente.

Todas y cada una de las acciones realizadas hasta el momento por los personajes van a ser re-construidas en Black Friday en el que se nos van a dar nuevas informaciones y situaciones que intentan desbaratar todas las notas que las audiencias han/hemos ido tomando desde el primer episodio de la serie: los intentos de asesinato de la decana y su cómica inmortalidad la harán aparecer otra vez en la lista  -aunque en posiciones muy bajas-  de diablos rojos, la confesión de Pete sobre un pasado sangriento y su obsesión casi equiparable a un divided self  por el traje que tiene en el armario le devuelven al tablero de juego, la reacción -o falta de ella-  ante los acontecimientos de Wes pueden convertirlo en candidato, la soledad de Grace ofrecerá muchos puntos a su candidatura al igual que también los tendrá la lunática Hester, sin duda la caja de sorpresas más adorable de la serie interpretada por una inmensa Lea Michele que roba los planos a cualquiera que se le ponga delante o al lado.  Un maquiavélico juego narrativo al que acompaña un cambio de planos que, durante el episodio, se empeña en mostrar y buscar las reacciones de algunos de los personajes que forman parte de las quinielas de las audiencias.

Grace y Chanel en su visita a la decana Munsch

Por si no bastara la pequeña confusión que provoca el episodio, las palabras de Ryan Murphy acaban de embarullar las cosas: todas las pistas para saber quién es el segundo diablo rojo están en el piloto de la serie. Un pequeño caos que ha obligado a algunos a revisitar el piloto  -a veces sin ninguna conclusión concreta-  y a otros a ponernos de los nervios pensando que todavía nos queda una semana para saber si nuestra conjetura es cierta. Porque la semana que viene se emiten los dos episodios finales de Scream Queens: ¡¡¡noooooooo!!!

Lo mejor: Cómo no, la constatación de que Murphy sabe mucho y nos deja siempre con la boca abierta (en todos los sentidos)

Lo peor: que la semana que viene acaba la serie. Pero por otra parte, podremos verla en bucle ya más tranquilos.

El momento más loco: el monólogo sobre Rasputín  de Lea Michele. No tiene desperdicio su interpretación en toda la serie, más que adorable.

 

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