Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Lo(s) posthumano(s) y su representación en las pantallas (Palgrave, 2015)

Hace apenas un año que vio  la luz el volumen coordinado por Michael Hauskeller, Thomas D. Philbeck y Curtis D. Carbonell centrado en las representaciones del posthumanismo en el cine y la televisión.: The Palgrave Handbook of Posthumanism in Film and Television. Calificado como de handbook (una especie de compendio-manual) y editado por Palgrave (una editorial que, dicho sea de paso, está apostando fuertemente por textos relacionados con la ficción televisiva y el cine desde perspectivas novedosas como pueden ser la interpretación o la estética), el texto cumple con creces las expectativas que anuncia su título convirtiéndose, de este modo, en un texto imprescindible para situar al lector avanzado o principiante en las distintas posibilidades de representación de lo posthumano que están ofreciendo los textos audiovisuales contemporáneos. La única pega que encontramos al libro (como a casi todos los textos de Palgrave) es su precio que lo convierte en poco asequible (por no decir que inasequible)  para los bolsillos de los vulgares mortales.

El punto de partida del texto es la constatación de la existencia de una gran cantidad de producciones protagonizadas (o antagonizadas, una palabra que nos acabamos de sacar de la manga) por seres y/o entidades calificadas como de posthumanas. Y claro está, que la primera parte del manual va a dedicarse a intentar definir lo Posthumano, término de difícil delimitación dada la existencia de una gran variedad de tendencias, la mayoría de las veces contrapuestas aunque complementarias, relacionadas con presupuestos ideológicos en el sentido más político del término. La llamada «cartografía del posthumanismo» es una buena muestra de la necesidad de establecimiento de parámetros o etiquetas que sean más o menos útiles para caracterizar un fenómeno que está extremadamente relacionado con los avances tecnológicos y científicos que lo convertirán en un concepto altamente voluble. Sea como fuere, los editores de este volumen presentarán a los posthumanos ficticios como aquellos seres que, en alguna medida, superan o cuestionan la identidad y los valores de los humanos y de su identidad.

Por este motivo, no es de extrañar la disección que Hauskeller, Philbeck y Carbonell nos ofrecen en su manual. Siete bloques que ofrecen no solo distintos análisis sobre productos audiovisuales relacionados con el enorme imaginario de lo posthumano, sino también las grandes cuestiones conceptuales y filosóficas que se desprenden o subyacen tras cada uno de ellos. Una perfecta combinación que, desde el punto de vista del lector, se agradece profundamente por su intento de clarificación aunque a veces discrepemos de algunos de los ejemplos asignados a cada una de ellas. Algo, por otra parte, lógico y natural dada la multiplicidad de lecturas que cada uno de nosotros tenemos cuando vemos una película o una serie de televisión a las que aplicamos nuestros conocimientos y nuestra subjetividad.

Scarlett Johanssen parece haberse convertido en una de las actrices con más entidades posthumanas en su haber

La primera parte, Paving the Way to Posthumanism: The Precursors va a poner sobre la mesa las aportaciones de filósofos y pensadores que o bien tratan directamente algunos de los temas del posthumanismo tal como hemos definido anteriormente o bien cuestionan la naturaleza y valores de la identidad humana presentado esquemas de superación de la misma. Los nombres no son otros que Nietzsche, Baudrillard, Guattari, Foucault o Latour quienes en sus distintas teorías apuntarán nuevas perspectivas ontológicas de la imagen de lo humano en contraposición a lo no-humano incluida su posible sustitución. Los ejemplos alcanzarán títulos como Gattaca, The Truman Show, Blade Runner, Hannah and her sisters o Titanic y a nombres como los de Scarlett Johanssen. convertida en una de las actrices con más entidades y voces posthumanas del cine actual.

La segunda sección, Varieties of People-to-Come: Posthuman Becomings partirá de  la idea de que el posthumano no nace sino que se hace de tal manera que la sección irá desarrollando e incluso clasificando a todos aquellos seres que se han transformado en no humanos gracias a los avances de la tecnología y de la ciencia incluyendo también sus equivocaciones. Desde los superhéroes hasta los monstruos, asistiremos al desfile de representaciones que alcanzarán a vampiros, zombies, transformers, mutantes o cyborgs. Las aplicaciones a los mundos Marvel y DC son ineludibles, como también lo serán las distintas películas y sagas en las que entidades no humanas y animales se transformarán o evolucionarán hacia fórmulas de pensamiento similares a las humanas.

Los simios que desarrollan capacidades (y valores) similares a las humanas

La tercera parte, Rise of the Machines: Posthuman Intellects cerrará este repertorio de entidades posthumanas con, quizá, los más sonados representantes de las mismas: las máquinas, las inteligencias artificiales y  su capacidad de autonomía y de decisión ocuparán el centro de un debate que alcanzará al desarrollo tecnológico, sus límites, retos y creación de hiperrealidades. Los títulos y nombres de las máquinas las podéis poner vosotros mismos aunque con toda seguridad pondréis en vuestra lista a Terminator, a Ava de Ex_Machina y a algún que otro dron de pelicula o de videojuego. Indefectiblemente ligados a esta sección encontraremos los desarrollos de las dos siguientes secciones, Body and Soul: Posthumans Subjectivities por una parte, y Better Humans: Posthuman capacities. La primera va a centrarse en las distintas fórmulas de corporeización del posthumano que, a lo largo de los tiempos,  ha ido sufriendo extraordinarias variaciones todas ellas relacionadas con la identificación física hiperreal con los humanos; un aspecto que tendrá en la aplicación de la realidad virtual a su máximo valedor así como también lo tendrá en las distintas utilizaciones de las redes sociales como conformadoras de nuevas fórmulas de lo (post)humano. Dos ejemplos nos bastarán para ratificar esta premisa: la creación de identidades falsas o identidades digitales por los usuarios de las redes y el aumento del cibersexo que englobará las actividades más frívolas pero también las más perversas. El segundo de estos apartados, planteará las distintas posibilidades que la tecnología nos puede llegar a ofrecer para la mejora de las capacidades humanas (o lo que es lo mismo, la biotecnología o el transhumanismo) y que tendrá distintas aplicaciones en la realidad, algunas de ellas ya avanzadas en la ficción audiovisual plagada de superhéroes con gadgets increíbles que les facilita su tarea y de hombres/mujeres biónicos pero también de seres y máquinas con claras tendencias totalitarias.

La reconstrucción del más que maltrecho oficial Alex Murphy en «Robocop»

Las tres últimas secciones propuestas por los editores van a alcanzar a las comunidades posthumanas absolutamente separadas de las humanas o, si se prefiere, el planteamiento de las diferencias identitarias que conducen directamente al tema de la alteridad y el miedo al otro en las narrativas audiovisuales. Los trabajos que ocupan la sección Creating Difference and Identity: Posthuman Communities insistirán en ello como también insistirán en su asimilación con la contemporaneidad de cada una de las narraciones, especialmente en el campo económico y medioambiental. La relación con las narrativas distópicas será, pues, el elemento esencial de esta post-humanidad que muchas veces no tiene nada que ver con entes o cuerpos extraños sino a la acción de la raza humana. Una premisa que será continuada en Us and Them: Posthuman Relationships  que añadirán otro de los aspectos fundamentales de este tipo de narrativas y que no es otro que el tema de la posible convivencia entre humanos y no-humanos o, si se prefiere, el papel metafórico y simbólico de la aceptación de la alteridad y de la coexistencia consensuada de razas absolutamente dispares entre las que se debe contar con los undead, post-humanos donde los haya y que, lejos de ser simplemente agentes del terror y protagonistas de producciones de este género, ponen sobre la mesa las líneas difusas entre la vida y la muerte o, si se prefiere, el debate sobre la trascendencia y la inmortalidad en todas las variables posibles.

La alteridad y el miedo al otro en «Distrito 9»

Un tema, este último, que nos lleva a la última sección del manual, More Human than Human: Posthuman Ontologies cerrando el círculo iniciado por la naturaleza de lo posthumano. Así, las distintas consideraciones  acerca de la ontología no-humana (quiénes somos, de dónde venimos, cuál es nuestro objetivo, qué valores nos identifican, cuál es nuestro destino) no son más que una reflexión acerca de nuestra propia naturaleza a la que no será ajena la religión, la moralidad y la ética. Unos planteamientos que pueden parecernos un tanto desmedidos como simples lectores pero sobre los cuales ya se está trabajando en la realidad que plantea en estos momentos debate sobre los derechos de los robots. Como vemos, realidad y ficción no se separan tanto y todos y cada uno de los trabajos que conforman este manual del posthumanismo nos ofrece claves de lectura para comprender no solo los productos audiovisuales sino también a cuestionarnos a nosotros mismos como seres que estamos perdiendo nuestra unicidad y centralidad en un mundo tecnológicamente cada vez más avanzado. Imprescindible, pues, como lectura curiosa/académica y como texto que da qué pensar .

 

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