Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Nombres propios: Emerald Fennell, Phoebe Waller-Bridge y Sharon Horgan

«Por fin las series sobre mujeres han dejado de ser vistas como historias solo para mujeres». Con estas palabras se expresaba Sharon Horgan en una entrevista con motivo del estreno de la serie Bad Sisters (Apple TV, 2022) y que resume a la perfección no solo el estado actual de una parte importante de la ficción televisiva sino de manera especial los perfiles de las tres creadoras a las que dedicamos este post: Emerald Fennell, Phoebe Wallet-Bridge y a la propia Sharon Horgan. Tres mujeres polifacéticas de la industria audiovisual británica que comparten una trayectoria que alcanza la interpretación, el guionaje, la dirección, la producción y, en algunos casos, también la dirección. Tres nombres que se encuentran en las listas de nominaciones a los grandes premios televisivos como son los Emmy o los Golden Globe y también cinematográficos como el Oscar. Tres mujeres que, además de plantear en sus ficciones a protagonistas femeninas no excesivamente ortodoxas, por decirlo de algún modo, tienen en común el desarrollo de estos personajes en argumentos que indican una introspección identitaria enmarcada en un entorno social hostil. Un entorno de esquemas sistémicos patriarcales, por un lado, y marcado por la performatividad de género, por otro lado. De este modo, los personajes femeninos van de lo individual a lo general; todo ello planteado a través de argumentos absolutamente cáusticos. Y es que  las más que prolíficas Fennell, Waller-Bridge y Horgan son las reinas de la Dark Comedy británica de la última década.

Emerald Fennell (centro) durante el rodaje de «Promising Young Women»

No cabe duda de que el nombre de Emerald Fennell empieza a ser conocido para el gran público en 2020 por el estreno de su primera película Promising Young Women por la que fue nominada al Oscar a la mejor película, dirección y guion consiguiendo este último. Igualmente el film consiguió el BAFTA a la mejor película británica de ese año. Sin embargo, la trayectoria de Fennell debe situarse en el teatro universitario mientras estudiaba en Oxford. A partir de aquí, su carrera combina la interpretación en films como Albert Nobbs (García Barcha, 2011), Anna Karenina (Joe Wright, 2012) o The Danish Girl (Tom Hooper, 2015) o series como The Crown en la que encarna a Camilla Parker-Bowles con la escritura tanto literaria como especialmente de guiones. De esta manera, Fennell participa como guionista en comedias que retratan la vida de tres jóvenes desde su graduación hasta la llegada a la universidad en Drifters (Channel 4, 2013-2016) y en la segunda temporada de Killing Eve, siendo elegida por ésta tras una especie de stage de trabajo competitivo porque «her roar is very evident». Lo cierto es que, independientemente de su amistad de años y de la participación de Waller-Bridge en el cortometraje Careful how you go (2018) escrito y dirigido por Fennell, no cabe ninguna duda de la sintonía creadora de ambas; de hecho, los altibajos de la estructura y desarrollo de los personajes centrales de Killing Eve se van a producir a partir de la tercera temporada en la que no participa ninguna de ellas y donde se desdibuja la premisa central de la relación entre Eve y Villanelle. Un rugido sarcástico y demoledor que se concentra de manera magistral en Promising Young Women, un thriller que reconduce el esquema esencial del rape and revenge desde el punto de vista traumático yque se transforma en una denuncia  de la cultura de la violación como planteamiento social sistémico. Una creadora polifacética que también ha participado en el screenplay del musical Cinderella creado por Andrew Lloyd Weber en 2021 y que, en estos momentos está participando en la pre-producción de tres películas de géneros muy distintos por las informaciones de que se dispone:  el period drama Saltburn, la adaptación del cómic Zatanna y el thriller de venganzas Ballerina.

Phoebe Waller-Bridge en «Crashing»

Como se ve, la trayectoria de Fennell va parcialmente ligada a la de Phoebe Waller-Bridge tanto en guiones (Drifters, Killing Eve) como en películas y cortometrajes. Igualmente ambas van a tener un prestigio académico reconocido internacionalmente por sus trabajos, cinematográfico en el caso de Fennell y televisivo en el caso de Waller-Bridge. Porque el nombre de esta joven creadora va a ir ligado a un apodo que da nombre a la serie que es el comienzo de la ascensión de Waller-Bridge: Fleabag. Una serie de dos temporadas en la que se relata las desventuras de una treintañera londinense cuya vida es un auténtico desastre y que está marcada por un trauma personal que condiciona su comportamiento. Un esquema de lo que se ha dado en llamar la precarious-girl comedy —como también lo es Girls— cuya protagonista es una joven millennial  anclada en una peremne adolescencia en un entorno social crítico o de recesión que no le brindan un futuro, que tiene su manifestación en lo abyecto como muestra de inseguridad emocional y económica. En definitiva, una tipología de comedia de aprendizaje que implica directamente al espectador  rompiendo la cuarta pared —no en vano la serie tiene su origen en un monólogo teatral— y que se desarrolla a través de un tono de comedia negra. Algo que también se detecta en una serie anterior de Waller-Bridge, Crashing (2016) y se perciben tenuamente en la desigual Run (2019). Un papel que une a la actriz con el personaje y que le supuso premios internacionales televisivos (Emmy, Bafta) pero, sobre todo, su consideración como la escritora teatral más prometedora para los Critic Theatre Awards en 2017 y la artista del año según el jurado de los Britannia Awards en 2019. Y ahí sigue esta joven a la que se pidió su participación en el guion de la última producción protagonizada por James Bond, No time to die (Joji Fukunaga, 2021) en la que se intuye su mano, probablemente en el personaje más interesante y desaprovechado del film, el de la cubana Paloma encarnado por Ana de Armas. Según se sabe, Waller-Bridge participa en el proyecto de Olivia Colman y Ed Sinclair, la serie Screenshot, donde se relata un concurso para el descubrimiento de los guionistas-promesa para la ficción televisiva.

Sharon Horgan y Rob Delaney en «Catastrophe»

Finalmente nos encontramos con Sharon Horgan. Debemos confesar que todo un descubrimiento y enamoramiento de esta mujer creadora de la más que magnífica Bad Sisters a la que dedicaremos un post específico al finalizar su emisión en escasas tres semanas. Una polifacética  irlandesa —es importante remarcarlo— que es la más veterana y prolífica de las tres mujeres de este post que cuenta con un apabullante palmarés de nominaciones y premios de la ficción televisiva británica e internacional. Y quizá también la menos conocida por el público español. Las palabras que abren este post no pueden ser más clarificadoras de los productos de Sharon Horgan: ficciones protagonizadas por mujeres, habitualmente situadas en la cotidianeidad sin que esto implique que las situaciones planteadas sean frecuentes, destinado a todos los segmentos del público y con una fuerte crítica social envuelta por un tono ácido. Una reina de la Dark comedy en el sentido más amplio del término que afirma que no podemos negar la existencia de comedias con mujeres, y añadimos que hechas por mujeres desde el punto de vista femenino. De este modo, seguimos  a  una mujer que tiene una revelación acerca de su futura vida como casada en su despedida de soltera en Pulling (2006-2009), un grupo de amigos treintañeros que se reúnen diariamente en un café en Angelo’s (2007), a una mujer condenada a prisión por haber matado a su jefe en Dead Boss (2012), o a tres amigas irlandesas en distintos momentos de su existencia en Women on the Verge (2018-presente).

Anna Maxwell Martin en «Motherland»

Y también nos adentra en situaciones cotidianas, esta vez sí, a las que se enfrentan mujeres frecuentemente de profesiones liberales o que buscan su camino profesional y que quieren mantener no solo su independencia sino especialmente su individualidad e identidad. Este es el caso de Catastrophe (2015-2019) donde los protagonistas se enfrentan a un embarazo no deseado durante un viaje de negocios, y de Divorce (2016-2019) que presenta el proceso no excesivamente amistoso del matrimonio formado por Frances y Robert —una incursión en la ficción estadounidense excesivamente controlada por Sarah Jessica Parker. Y también es el caso de Motherland (2019-2021) en la que seguimos a un grupo de madres de la clase  media británica que sirve para reflexionar acerca de la maternidad —y la paternidad— desde una perspectiva deconstructiva, anti idealista  y anti romántica. En definitiva, comedias negras punzantes que Horgan completa con una incursión en los esquemas del terror en Shining Vale (2022-presente) donde, cómo no podría ser de otro modo, una casa hipotéticamente encantada evidencia el estado anímico y la situación personal de la protagonista. Y Bad Sisters, que resulta un buen compendio de sus premisas que recoge elementos del resto de sus producciones: las protagonistas, cinco hermanas; el lugar, Irlanda.

Las tres mujeres de este post son una buena muestra del dinamismo de la ficción británica y de la comedia negra como uno de los géneros, juntamente con los period drama y las miniseries que la identifican. Un planteamiento dramatúrgico de calidad con una gran cantidad de voces femeninas innovadoras y arriesgadas que parten de la simplicidad de sus premisas para construir narraciones contemporáneas que combinan el humor con la crítica y la reflexión para las audiencias. Dignas de estudio y dignas de muchos visionados.

 

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