Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Reseña: «Spanish Horror Film» (Antonio Lázaro-Reboll, 2012)

Lázaro- Reboll nos ofrece, dentro del marco de apoyo a la investigación del Arts and Humanities Research Council and the British Academy, este volumen que forma parte de la serie “Traditions in world cinema” cuyos editores principales son Linda Badley y R. Barton Palmer.

En volumen toma como premisa que los contextos contemporáneos del horror, el psicotrónico y el fandom en EEUU, Reino Unido y España han sido cruciales en el desarrollo y la evolución de las películas españolas de horror tanto en el pasado como en el presente. En ese sentido y adentrándonos en el territorio español, la cultura del fanzine en torno al cine psicotrónico radica en la construcción del concepto de “cinéfagos” alrededor de la publicación 2000maniacos (desde 1989). La distinción entre los conceptos de “cinéfagos” y “cinéfilos”, según Pedro Calleja y editor de la fanzine española Serie B en la década de los ochenta y con regular presencia en 2000maniacos radica en:

All cinéphages have a cinéphile inside, but not all cinéphiles have a cinéphage inside. The term cinéphile started to be used in publications such as Starfix and Mad Movies in the late eighties, two of the most influential French magaxines among lovers of cinema fantastique and entertainment cinema. In Spain it was popularised through the film review sections of Fotogramas, the monthly Fantastic magazine and the fanzine 2000maniacos. A cinéphage is a cinéphile without prejudices”.

Sobre los últimos cuarenta años, las películas del horror han sido una parte significativa de la producción fílmica local y transnacional y una parte del desarrollo internacional y de carácter global también en la recepción y el consumo del cine de horror. El volumen funciona, entonces, como un conjunto de análisis de casos de estudio que permiten abrir o reflexionar alrededor de las tendencias del cine español (de terror y horror) dentro de un marco transnacional y teniendo en cuenta una evolución histórica y cultural del marco de producción y consumo.

Este volumen puede leerse como una historia crítica sobre el cine español de terror en relación con historias y, por ende, productos ficcionales considerados como “canónicos” del género y en relación al rol que juegan los diferentes agentes culturales específicos, a un conjunto de directores de cine españoles como contribuidores en la construcción del “canon” de la historia española del cine de terror/horror sin negar la importancia del impacto de las nuevas tecnologías en el desarrollo del género así como en la construcción de diferentes tipos de fandom referentes a estos productos ficcionales.

Cabe comentar que la crítica de los productos ficcionales del horror español ha sido, generalmente, negativa (Beck y Rodríguez-Ortega) y que lo que se ha considerado como el “horror boom” de finales de los sesenta e inicios de los setenta ha quedado relegado a los márgenes de la historia del cine. En esas décadas precisamente las tendencias del cine español del horror están fuertemente construidos por las intersecciones y dinámicas de producción de diferentes géneros como el fantástico, el suspense y los thrillers y otros medios y plataformas tales como la televisión, el cómic o la cultura popular.

No obstante, tal y como se constata en los primeros cinco capítulos del volumen, en la década de los noventa resurgió el género en relación con una nueva generación de directores de cine que permitieron revitalizar el género y de atraer audiencias de masas (y con un abierto carácter internacional). Sin embargo, el éxito no se debe estrictamente al trabajo individual de estos directores que posicionaron a un alto nivel películas como El Orfanato (de Juan Antonio Bayona) o El Laberinto del fauno (de Guillermo del Toro) sino también al conjunto de publicaciones especializadas del género y a los festivales especializados de ámbito nacional. En ese sentido, este volumen tiene presente este tipo de prácticas que contribuyen, indudablemente, al desarrollo del género.

Recopilado de forma cronológica, este volumen se sitúa desde la década de los sesenta haciendo hincapié en el punto álgido del periodo comprendido entre 1968 y 1975 y decreciendo en la década de los ochenta por la ley Miró, entre otras razones, pues se promovieron la producción de películas con un sustrato literario o histórico además de cambios notorios en las formas y los hábitos de consumo.

Será a finales de la década de los noventa y del 2000 cuando se indagará en el cine del tardofranquismo y en la transición a la democracia sin dejar de lado los miedos y las tensiones culturales contemporáneos que se materializan en productos ficcionales del siglo XXI donde se hace notorio el papel de los medios de comunicación y de la tecnología en relación a la representación de la violencia. El volumen se presenta como una recomendable guía histórica crítica por los productos ficcionales del horror de ámbito nacional que cuenta con conexiones notorias con el panorama transnacional además de hacer énfasis en directores españoles que han marcado tendencias en el cine de ámbito nacional e internacional.

Referencia:

Lázaro-Reboll, A. Spanish Horror Film. Edinburgh: Edinburgh University Press, 2004.

 

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