Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

El anime más bizarro y neobarroco: «Night is Short, Walk on Girl» y «Lu Over the Wall» de Masaaki Yuasa

Nunca me cansaré de elogiar y agradecer la extraordinaria labor que realiza Selecta Visión. La distribuidora española especializada en animación está logrando poner en circulación producciones anime en nuestro país que, seguramente, no tendrían cabida en la televisión nacional o en un circuito comercial cinematográfico corriente. Además de reeditar en su colección series de anime de los 90 como Yu Yu Hakusho, Slayers, Slam Dunk o Escaflowne, también se encargarán de hacer llegar al público español las novedades anime a través de su lanzamiento en DVD, su exhibición en plataformas streaming como Netflix o gracias a los simulcasts que realizarán en su canal en YouTube con la emisión en directo desde Japón. Sin embargo, su tarea no termina aquí. Su colaboración con grandes exhibidoras ha permitido que podamos disfrutar en la gran pantalla de largometrajes de animación nipona muy exitosos en su país de origen a modo de eventos programados para una sola proyección. Este es el caso de los films que hoy nos ocupan: Night is Short, Walk on Girl y Lu Over the Wall, ambas estrenadas en 2017 con la dirección de Masaaki Yuasa. Pero, mejor vayamos por partes.

Director y diseñador de todos sus proyectos, Masaaki Yuasa comenzaría como animador y realizador de storyboards en series como Shinchan o Samurai Champloo. Pronto, realizaría sus propias producciones bajo su sello tan característico basado en una forma visual hiperbólica y colorida con una hibridación estilística y en narrativas laberínticas. Su ópera prima, Mind Game (2004), sería una estupenda prueba de su estética personal con una clara reminiscencia vanguardista y con influencias de un estilo más occidental en su concepción del dibujo, que poco tendrá de los diseños japoneses que estamos acostumbrados a ver. En este sentido, los largometrajes que nos conciernen en este post mantendrán todos y cada uno de sus elementos definitorios, sobre todo los visuales.

Night is Short, Walk on Girl es un festival de colores y locura sana
Night is Short, Walk on Girl es un festival de colores y excesos visuales

La primera de ellas basada en la novela homónima de Tomihiko Morimi de 2006 y en los personajes que aparecerán en The Tatami Galaxy (2010) – serie creada por el propio Yuasa – Night is Short, Walk on Girl, se centrará en la persecución desesperada de un estudiante universitario para encontrar a la chica de sus sueños, otra estudiante que de nombre desconocido, y declararle su amor. Una búsqueda que se convertirá en una auténtica odisea y que seguirá a ambos personajes – a él y a ella – a lo largo de una noche en la misteriosa y alocada ciudad de Kyoto. Así, la trama se centrará en el viaje de cada uno por la vida nocturna de la capital y en los pintorescos personajes que se irán encontrando en su camino. Un auténtico desparrame de situaciones surrealistas que compondrán el hilo argumental repleto locuras narrativas – con momentos musicales incorporados que no tienen desperdicio – y excesos visuales muy propios del cine de Yuasa. Con un concepto basado en la hibridación estilística y en la excentricidad más absoluta, la capacidad del cineasta de combinar una estética desmesurada y colorista con una temática muy cercana al público es realmente extraordinaria. A pesar de la bizarrada de su estilo formal, la cinta tratará temas como el paso del tiempo, la lucha contra la soledad, la nostalgia y la importancia del destino como motores principales que motivarán la acción.

La segunda estrenada hace apenas unos días, Lu Over the Wall supondrá un cambio narrativo importante al resto de sus producciones. En comparación con sus tramas laberínticas desarrolladas en sus dos anteriores largometrajes, para su tercer film Yuasa ha apostado por la emotividad, la ternura (el persoanje de Lu es un verdadero amor) y una linealidad argumental que se acerca a producciones más prototípicas del cine fantástico nipón con el que ya estamos más familiarizados, en especial al de Hayao Miyazaki ¿Tal vez a modo de homenaje?

Lu se lleva a Kai a las profundidades del mar
Lu se lleva a Kai a las profundidades del mar

La historia estará ambientada en un pequeño pueblo en la costa de Japón donde toda su ocupación económica y vital estará enfocada a la actividad pesquera. Allí, encontramos a Kai, un joven con un talento oculto para la música que está astiado de la monotonía del lugar. Cuando sus compañeros de clase, Kunio y Yūho, le proponen formar parte de su grupo un fenómeno extraño ocurre: una sirena llamada Lu irrumpirá en sus ensayos atraída por la música. Con este argumento, a pesar de que puedan aparecer algunas escenas con el tono surrealista propio de su filmografía, Yuasa apuesta por una historia más clásica que recuerda a las premisas de Ponyo en el Acantilado del Studio Ghibli. Eso sí, un Ponyo “más psicodélico”, si se nos permite la expresión. La utilización del folklore japonés referido a las criaturas marinas, en especial a todas aquella mitología en torno a las sirenas – en este sentido, Lu Over the Wall podría ir de la mano de La Saga de la Sirena de Rumiko Takahashi – le servirán a Yuasa para articular su discurso alrededor de dos ejes temáticos: la expresión creativa (sobre todo, la música) como motor vital, por un lado; y la crítica a las consecuencias de las capitalización de la naturaleza, por otro lado. Esta última, muy en consonancia con la obra de Miyazaki y que tendrá en esta cinta la vertiente más reivindicativa de Yuasa.

Mucho se ha comentado estos últimos años quién será el sustituto del Maestro Miyazaki cuando éste ya no esté, ya que parece que retirarse no es una opción que él tenga en consideración en un futuro próximo. Como muchos son los cineastas que están sabiendo encontrar su camino dentro de la industria del anime con personalidad propia. Ejemplos de ello podrían ser Mamoru Hosoda, Makoto Shinkai, Keiichi Hara, Naoko Yamada (una de las pocas mujeres con cierto reconocimiento en el sector) y, como no podría ser de otra manera, Masaaki Yuasa. Su estilo desenfrenado, híbrido, hiperbólico, bizarro y poco ortodoxo – en definitiva, muy neobarroco – para enfocar proyectos alejados de cualquier percepción de lo que se comprende por anime tradicional, le han convertido en uno de los cineastas nipones más interesantes de la contemporaneidad.

 

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