Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

La figura más fincheriana de Ryan Murphy: «DAHMER», 2022

No se me ocurre nadie mejor (excepto David Fincher) que Ryan Murphy para ejecutar una serie sobre uno de los asesinos en serie mas famosos de la historia. Después de todas las producciones y obras de terror que tiene a su espalda, me parece muy correcto que él realice esta ficción televisiva protagonizada por su actor fetiche Evan Peters. DAHMER trata sobre los atroces crímenes que llevó a cabo el estadounidense Jeffrey Dahmer entre 1978 y 1991 cuando le cogen porque una víctima consiguió escapar.

La serie consta de 10 capítulos, cada uno más intenso y espeluznante, con la esencia fincheriana (referenciando al director David Fincher) llevada al máximo ya que la composición de planos y la fotografía es muy similar a algunas obras del director, sin mencionar que trata sobre uno de los asesinos mas terroríficos de Estados Unidos, algo que también destaca en sus obras: los crímenes. Estoy casi segura de que, si sigue realizando la serie Mindhunter (2017) se llegaría a ver algunos de los crímenes de Dahmer como se han hecho con otros asesinos como Charles Manson. La ficción empieza a la inversa cronológica: primero se muestra como pillan al asesino para, a continuación, que el espectador entre en cada episodio con diferentes épocas y asesinatos de la vida de Jeffrey Dahmer. A nivel de guion y detalles es magnífica porque es evidente la maravillosa labor del equipo de investigación, sin dejarse ningún (absolutamente ningún) detalle.

Jeffrey Dahmer (Evan Peters) haciendo una foto a una de sus víctimas

Recientemente el padre de Jeffrey, Lionel Dahmer, ha hecho unas declaraciones diciendo que la serie ha glorificado los asesinatos y la figura de su hijo, pero nada más lejos. Creo que, precisamente los detalles en la narración de los asesinatos conciencia al espectador de la gravedad de los crímenes, además de que esa información la facilitó Dahmer durante la confesión, es más, hay una serie documental de tres episodios llamada Conversaciones con asesinos: Las cintas de Jeffrey Dahmer (Joe Berlinger) estrenada el 7 de octubre de este año, dos semanas después del debut de la serie de Murphy. La actuación de Peters es magistral, como de costumbre, sobre todo en las obras de Murtphy, pero el actor le ha pedido hacer algo mas tranquilo como una comedia romántica. Es verdad que el chico necesita un descanso.

Realmente recomiendo esta serie ya que, a la gente que le gustan los true crime les encantará, hay tantísimos detalles de como Dahmer acababa con sus víctimas, que al espectador medio, resultan realmente chocantes. El hecho de que esto no fuera un guion del propio Murphy es lo que hace que sea más escalofriante, el hecho de que alguien sea capaz de quitarle la vida a alguien y mantener relaciones con su cadáver mientras tiene la cabeza de otro en el frigorífico es digno de una persona enferma y con ganas de hacer daño deliberadamente, porque él sabía que esas personas eran inocentes, y también sabía que repercutiría al tratarse de personas de color. Dahmer no era tonto, pero era un chapuzas, un torpe, porque estuvieron a punto de pillarle en varias ocasiones, pero al tratarse de un estado conservador, ser un hombre blanco era un privilegio.

Jeffrey en el rellano de su casa

Aunque hay otra protagonista, que, al ser negra, no se le dio la relevancia que merecía en ese momento: Glenda Cleveland, la vecina de Jeffrey Dahmer, quien llamó a la policía cientos de veces para alertar sobre decenas de situaciones que ocurrían en el piso de su vecino, pero no le hicieron ni caso en ninguna. Solamente empezaron a tomarla en serio cuando Dahmer fue detenido. Esta mujer tuvo que soportar gritos, estruendos, pero sobre todo el olor… el olor a cadáver, a putrefacción, algo que, como dice ella, no se va de la nariz y no se olvida; ella sabía lo que pasaba en ese piso, pero los agentes decidieron no investigar por el obvio racismo que hay en el cuerpo de policía en los estados más conservadores de Estados Unidos.  En un momento determinado, Dahmer entra en su casa y este le trae un sándwich como ofrenda de paz ya que ella le había pedido su desahucio. Glenda se sentó frente a él y rechazó el snack mientras él insistía en que era un regalo, cuando en realidad contenía carne de su última víctima. Y si mal no recuerdo, en ese mismo episodio hay una comparación de dos eventos que tienen lugar el mismo día pero en sitios diferentes: la condecoración de Glenda Cleveland y la de los agentes de policía que detuvieron a Jeffrey, con unas desavenencias abismales: ella en una sala con un puñado de personas junto con el jefe de policía entre ellas, y en la otra con los agentes en una sala de conferencias llena y entre aplausos como si fueran héroes, cuando realmente eran unos cobardes que, al acabar con una de las inspecciones en el piso de Dahmer, dijeron por la radio de la policía que tenían que despiojarse. Lamentable.

En definitiva es una serie que tienes que ver si te fascinan las ficciones sobre crímenes, por la cantidad de detalles que hay; es verdad que la serie es muy gráfica pero creo que es para que la gente sepa por lo que realmente pasaron las víctimas, y la mala suerte que tuvieron en conocer a Jeffrey Dahmer. Creo que la serie está hecha desde el respeto y, aún entendiendo que a las familias les duela que se recreen los crímenes de sus seres queridos, sirve para concienciar a los jóvenes de hoy en día que hay que estar alerta en el entorno en el que uno se mueve. El final de su vida fue igual de triste que su existencia (murió a los 34 años), ya que casi nadie le prestó la atención necesaria. Es una ficción muy bien resuelta con un guion bastante bueno y una actuación magistral. Bravo.

Glenda Cleveland en su piso
 

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