Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

¿Quién es Floki?: La acción comienza en «Yol» (Recap 4)

Después de leer el titular, quizá la pregunta pueda ser evidente (o no) para muchos de ustedes. Sin embargo, para los que estamos más enganchados con la mitología nórdica no nos resulta muy complicado fantasear con la muy esperada confirmación de Floki como el dios bromista Loki. Una confirmación que nunca llega, pero que con cada nuevo episodio parece más cerca.

Referencias mitológicas

Como apuntábamos unas líneas atrás la mayor referencia de este capítulo quizá sea solo aquella que se insinúa entre líneas. Floki como la reencarnación de Loki siempre ha parecido tener toda la lógica necesaria, al margen de la similitud en el nombre de ambos (¿o el mismo?) personaje. El contacto con el oráculo despierta la esencia dormida de la deidad y la risa del bromista se hace presente. ¡Bravo! Gustaf Skarsgard continúa realizando un trabajo interpretativo más que sobresaliente como el bromista, sin olvidar su importante faceta como constructor de barcos, su poder en la batalla y su férreo compromiso religioso. Ciertamente, Floki lo tiene todo para erigirse como uno de los personajes más importantes de toda la trama. ¿Qué veremos a continuación? Parece una jugada arriesgada, pero que daría muchísima profundidad a uno de los grandes protagonistas de la ficción. Ya lo hemos comentado, después de romper las ataduras de su prisión solo queda el Ragnarok. Algo que ya estuvo presente aquí.

ACCIÓN, POR FIN

Si bien los tres capítulos anteriores tuvieron su cuota de acción, lo cierto es que la trama de Vikings suele aletargarse demasiado. Los capítulos son lentos, hay muchas historias que contar y esto ya se ha convertido en una de sus señas de identidad. Nos gusta, pero también esperamos ansiosos a que los relatos de los protagonistas se crucen y estallen en una fastuosa guerra interminable.

Bjorn supera todas las pruebas que se le presentan, mientras Ivar será educado bajo la sabiduría de Floki. Si sabemos los datos históricos y aquellos que circulan sobre la leyenda de Ragnar y su linaje, que sea él precisamente quien se encargue de Ivar tiene todo el sentido. En el extremo opuesto tenemos el avance de la historia de Rollo, la más distendida de la serie, quien, por fin, consigue consumar su matrimonio con la princesa Gilsa. Así, el hermano de Ragnar se entrega ya a su nueva causa, aprendiendo incluso el idioma de los francos, para también confirmar el enfrentamiento que, tarde o temprano, estallará entre ambos.

Otro de los grandes momentos del episodio lo protagoniza Ragnar en un confuso e intenso momento junto a la esclava de rasgos asiáticos Yidu. Los seguidores de Vikings sabemos que los momentos metafóricos, con mucho cuidado estético y una tendencia a la representación onírica están a la orden del día y a Ragnar eso le encanta. El rey de Kattegat se entrega a su nueva compañera, probablemente, intentando recordar aquel intercambio cultural que le ofrecía Athelstan.  ¿O es atracción puramente fisica? ¿Hablamos simplemente de una forma de huir de sus dramas con Aslaug? El discurrir de los episodios nos lo dirá.

Lo mejor: Los minutos dedicados a Floki y los protagonizados por Ragnar, tan carismático como de costumbre. Ambos personajes son los mejores de la ficción, con permiso del estupendo Harbard que interpreta Kevin Durand, desde la primera temporada y no parece que dicha tendencia tenga intenciones de cambiar.

Lo peor: Como ya hemos apuntado en otras ocasiones la trama de Wessex es la menos llamativa.

Lo que esperamos: Ojalá haya una confirmación sin ambigüedades sobre la identidad de Floki. Tenemos muchas ganas. Por otra parte no hemos incidido demasiado en la llegada de un nuevo rival para Ragnar, un extraño que pretende arrebatarle el trono.

 

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