Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

‘Tumbleseed’: siempre arriba

Los desarrolladores independientes de videojuegos cada vez tienen más cancha para ofrecernos productos de calidad. Alejados de los grandes estudios, sin estruendosos presupuestos para crear infinitos mundos en tres dimensiones, estas pequeñas empresas apuestan por otro tipo de experiencias para el jugador: cuando al mínimo los detalles, las historias, y sobre todo, la originalidad.

Es el caso del videojuego del que os hablamos hoy, Tumbleseed. Tumbleseed representa el trabajo de cinco desarrolladoress, Benedict Fritz, el diseñador gráfico Greg Wohlwed (Indie Game The Movie, Threes, Ridiculous FIshing), el músico Joel Corelitz (The Unfinished Swan, The Tomorrow Children, Hohokum), David Laskey y la diseñadora Jenna Blazevich. Este equipo ha creado un juego que poco tiene que ver con lo que el jugador haya experimentado antes.

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Se trata de un juego con elementos de roguelike, pero con una mecánica arcade muy curiosa: los controles son muy básicos. Se trata de hacer avanzar montaña arriba a una semilla esféricaa, pero sólo con la ayuda de un listón apoyado en dos raíles laterales, que podemos subir y bajar a voluntad para controlar, de esa manera a la esfera. En su camino, se encontrará con trampas (enemigos, agujeros), y con elementos para interactuar y ganar poderes. Una curiosa mezcla de pinball, Arkanoid, con elementos rpg.

El juego está dividido en 6 mundos, que toman la forma de montañas. El jugador deberá desplazarse desde su parte más baja hasta la cima sorteando una serie de peligros que encontrará en el camino, para probar que la profecía que hablaba de la llegada de esta semilla estaba en lo cierto.

Tumbleseed destaca tanto por su originalidad en el planteamiento y en el manejo, con el aspecto visual, con una interfaz minimalista, pero con un contenido cromático espectacular. No es un juego, como Cuphead, de acción frenética, sino que, dentro de la pericia que deberá demostrar el jugador, éste disfrutará de un tempo para poder admirar el diseño de los niveles.

Otro punto interesante es de la música memorable de Joel Corelitz que acompaña al jugador, y que contribuye a disfrutar de cada nivel, que además van jugando con la paleta cromática para identificarlos.

Tumbleseed propone al jugador, en su sencillez, una experiencia profunda con muchas de juego para conocerlo si tenemos en cuenta el factor de azar que caracteriza cada nueva partida.

 

 

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