Un inesperado y bienvenido regreso: «Mercy» (Recap 3)
Nueva entrega de la cuarta temporada de Vikings bastante cargada y con varios acontecimientos a destacar. En primer lugar de relevancia, el fugaz retorno de un personaje al que se añora, y mucho. Es la primera vez en lo que va de esta cuarta temporada que se me pone la piel de gallina.
REFERENCIAS MITOLÓGICAS
Según dice la leyenda la liberación de Floki irá acompañada del advenimiento del Ragnarök. Pues bien, en este episodio Floki es liberado por aquel a quien había ofendido. ¿Qué sucederá con él ahora? Helga por su parte ejerce el papel de Sigyn, esposa de Loki que sujeta una vasija para proteger a su marido del veneno de la serpiente que pende sobre su cabeza. Helga hace lo propio con el agua que cae sobre la cabeza de Floki, pero cuando para un momento a descansar este se lamenta, pronunciando la palabra «Hel» en repetidas ocasiones. Lógicamente esto puede entenderse como la versión corta de «Helga,» pero si somos un poco mal pensados podemos interpretar que quizás haya llegado a un grado de extenuación tal que le lleve a llamar a las puertas del Hel o Helheim, el reino de los muertos en la mitología nórdica. La liberación llega justo a tiempo.
Por otra parte, cabe destacar la secuencia en la que Ragnar cuenta una leyenda a sus hijos en presencia de su esposa. Se trata del mito de Harbard el barquero, que impidió el paso al dios Thor cuando este se encontraba cruzando un rio de regreso a Asgard i se burló de él, entre otras cosas pavoneándose de su supuesta destreza en el terreno de lo sexual. Aquí Ragnar se identificaría con Thor, el hijo de Odin, y Harbard es el personaje que apareció en la anterior temporada en una breve visita a Kattegat que terminó en un encuentro amoroso con Aslaugh. Ragnar concluye la historia masticando la cabeza de un pez y escupiéndola al suelo al tiempo que mantiene una desafiante y desdeñosa mirada fija en su mujer.
MUCHO MOVIMIENTO
La trama sigue abarcando diversos frentes, pero en esta ocasión el protagonismo recae sobre el monje Athelstan, que se le aparece a Ragnar y trae consigo un mensaje: «Piedad.» Esto lleva a Ragnar a desatar a Floki, y así liberarlo de su agonía. Paradójicamente ha sido aquel al que asesinó el que ha desencadenado la liberación de Floki. Muy cristiano.
Nos encontramos además con un Bjorn cada vez más maduro, enfrentado a las inclemencias del tiempo y a nada más y nada menos que un oso, al que vence no sin dificultad. La reina Kwenthrith, su hijo Magnus (hijo en común con Ragnar) y Aethelwulf llegan sanos y salvos a Wessex. Rollo sigue intentando adaptarse a la vida en la corte franca, pero a duras penas lo consigue. Y no sabemos muy bien a qué juega el conde Kalf, que pasa de declarar su amor por Lagertha a urdir un plan para acabar con su hijo Bjorn junto con Erlendur, el hijo del rey Horik (quien recordemos, cayó a manos de Ragnar) en menos que canta un gallo. En definitiva, todo sigue rodando.
Lo mejor: En esta ocasión son varios los momentos a largo del episodio que merecen entrar en este apartado. La incorporación de la figura del guerrero berserker, la pelea entre Bjorn y el oso, la hilarante reacción de frustración de Rollo en su primera clase de lengua, y, cómo no, el emocionante aunque brevísimo regreso de nuestro muy añorado Athelstan.
Lo peor: Los fragmentos que transcurren en Mercia y Wessex, con personajes como Aethelwulf, Kwenthrith, el rey Ecbert o Judith quizás sigan siendo los de menor interés, restándole ritmo a la trama.
Lo que esperamos: Este episodio ha dado respuesta a lo que nos preguntábamos la semana pasada acerca del destino de Floki. Finalmente parece que Ragnar ha decidido ser magnánimo con él como consecuencia de su visión, pero, ¿qué papel desempeñará Floki de ahora en adelante? ¿Cómo podrá reubicarse a partir de ahora? Esperamos ver a Rollo comunicándose de forma fluida, la confrontación entre Bjorn y el berserker, y una posible visita de este primero a su madre. ¿Desatará Floki el Ragnarök, o volverán las aguas a su cauce?
