Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Buenas razones para ver «Expediente X»

 

Sara Martín Alegre es profesora de Literatura Inglesa y de Estudios Culturales en la Universitat Autònoma de Barcelona. Publicó en 2006 el volumen pionero Expediente X: En Honor a la Verdad (disponible en https://ddd.uab.cat/record/118437), cuando aún se hablaba muy poco de series en el mundo académico español. Dejó de ver series de TV por culpa de su desilusión con Perdidos (2004-2010) –también porque nunca ha encontrado una serie tan buena como The X-Files (Expediente X)… aunque no pierde la esperanza. Eso no quiere decir que le parezca adecuado su anunciado regreso, ya que ella piensa que cada serie tiene su momento.

Sara nos va a dar sus razones para ver The X-Files

1. Su ambición: Chris Carter tuvo no sólo la brillante idea de romper moldes en cuanto a la combinación de la pareja investigadora sino que además tuvo la ambición pionera de hacer una serie de gran altura. Es irritante comprobar que para muchos críticos y espectadores las grandes series de TV empiezan con HBO, y en particular con Los Soprano (1999-2007) cuando el equipo de Carter llevaba ofreciendo altísima calidad ya desde seis años antes. Inspirado por el fenómeno que fue Twin Peaks (1990-1991), Carter decidió que la receta de éxito era tratar cada episodio con tanto mimo como se trata una película de cine. Para ello contó no sólo con un alto presupuesto, inusitado en la TV de mediados de los 90, sino además con un gran equipo, sobre todo de guionistas, en el que apoyarse. La serie (por cierto, emitida por Fox), coincidió además con el despegue de internet y fue la primera en generar un enorme culto online –por otra muy complicado de gestionar para Carter (ver punto 2).

2. La pareja protagonista: Carter se inspiró para el excéntrico, a menudo insoportable, Fox Mulder, en el Agente Cooper de Twin Peaks, y para la inteligente y eficiente Dana Scully en la Agente Starling de El silencio de los corderos. Mulder y Scully son también, por supuesto, una versión para el fin del siglo XX de Sherlock y Watson, empleados por el FBI. Carter explicó que el escepticismo permanente de la científica Scully y la credulidad del paranoico pero intuitivo Mulder son dos partes de sí mismo. El éxito de la serie se debió a que muchos espectadores se identificaron con esta dualidad… y los que no lo hicieron pudieron simpatizar individualmente con quien mejor representaba su posición. En todo caso, no nos llamemos a engaño: la serie es la historia de Mulder, y no tanto la de Scully, y por ello la inversión de papeles (él es irracional, cualidad ‘femenina’; ella ‘racional’, cualidad masculina) sólo es transgresora a medias, ya que en la mayoría de los casos es Mulder quien lleva razón. En cuanto a su relación personal, Carter no supo soportar bien la presión de los fans divididos entre shippers (partidarios de una relación romántica) y sus antagonistas no-romos (ver el punto 1), cosa que contribuyó en gran medida al final de Expediente X –junto al divismo de David Duchovny (Mulder).

3. La mezcla de géneros: Expediente X es una mezcla inteligente de terror, fantasía, ciencia-ficción, misterio, gótico y teoría de la conspiración con alienígenas. ¿Qué más se puede pedir? La serie, de 200 capítulos (150 horas) y 9 temporadas, se imaginó en principio como una serie de detectives basada en casos con toques paranormales presentados en episodios sueltos. Sin embargo, de modo bastante accidental –relacionado con el embarazo de la actriz Gillian Anderson– se fue ampliando la trama de la abducción de Dana Scully por parte de extraterrestres hasta consolidarse el tema de la presencia alienígena como la ‘mitología’ principal de la serie. La combinación de casos sueltos, variados y sugerentes, con la extensa ‘mitología’ le dio a la serie una coherencia y una flexibilidad notables, contribuyendo a que los espectadores se acostumbraran a la idea de que cualquier cosa podía pasar en los casos de Mulder y Scully, y, por extensión, en nuestra civilización.

4. La visión trágica de la historia del s. XX (pre-11 de Septiembre 2001): Muchos espectadores descubrimos sobrecogidos que algunas de las espeluznantes revelaciones sobre las actividades secretas del Gobierno americano que Mulder descubría en Expediente X no eran producto de la fantasía de los guionistas sino verdad histórica. Lo mismo de puede decir de otros Gobiernos, como el japonés y sus siniestras prácticas en China. Carter integró en la famosa ‘mitología’ y en la búsqueda de la verdad de Mulder una crítica oblicua pero bastante seria del secretismo y el engaño al que la mayoría de los americanos (y del resto del mundo) estamos sometidos. Sus extraterrestres no son sino símbolos de la cara siniestra del poder. El breve spin-off de Expediente X, The Lone Gunmen (2001), llegó incluso a narrar una conspiración de la CIA para encubrir un ataque con aviones contra las Torres Gemelas… seis meses antes de que Osama Bin Laden lanzara a sus hombres contra ellas. Paradójicamente, tras este terrible hecho empezó el declive de Expediente X, producto de la época Clinton en la que, una vez acabada la Guerra Fría, Estados Unidos se podía permitir fantasear sobre amenazas ocultas sin sentirse realmente amenazado por nadie.

5. La capacidad de reírse de sí misma: Pese al tono pesimista de la mitología, Carter supo aprender a reírse de la solemnidad de algunos momentos de Expediente X no sólo dejando en ridículo al crédulo Mulder cuando fuera necesario, sino también experimentando con otros registros, incluyendo el cómico. Contando con la complicidad de los espectadores dispuestos a todo, Carter se atrevió con singularidades tales como «Humbug» (2.20), donde el caso, situado en una colonia de artistas de circo muy peculiares, tiene una resolución digamos que muy apropiada, que cuestiona además qué y quién es normal. «The Post-Modern Prometheus» (5.5), donde se da otra vuelta de tuerca a la historia del Dr. Frankenstein mezclándola con freaks, es en este sentido experimental de lo mejor y más sorprendente que ha dado Expediente X a la TV,  si no todas las series americanas hasta la fecha.

A disfrutar…

 

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