Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

NEW FEMININITES: Postfeminism, neoliberalism and subjectivity.

En los últimos años la imagen de las mujeres en los media se ha sofisticado. Es verdad que el estereotipo de la feminidad pasiva aun ocupa un espacio relevante en los mensajes publicitarios. Y también es verdad que en distintos espacios mediáticos –spots, realities, informativos…- se sigue abordando a las mujeres como un objeto sexual, síntoma de no saber generar nuevos ordenes narrativos que permitan hacer visibles a las mujeres de acuerdo con el cambio social protagonizado en las últimas décadas. No obstante, también es verdad que cada vez más existen ‘nuevas’ estrategias narrativas y ‘nuevos’ modelos de representación que confieren a las mujeres cierta agencia y poder, y un cierto sentimiento de autoconsciencia y libre elección. Por ejemplo, en este sentido, es significativa la emergencia de las ‘nuevas’ celebrities, convertidas hoy en marcas femeninas. Gracias a los procesos de producción y consumo en los que se emplaza su representación, estos modelos icónicos están dispuestos a reinventar la imagen de la mujer tradicional. Huyendo de los estereotipos femeninos vinculados a la pasividad y la abnegación, por ejemplo, podemos hablar de la promoción de la imagen de una ‘nueva’ maternidad que no está dispuesta a que su cuerpo sufra modificaciones, cansancio o malestar, que se representa como una mujer hiperactiva y social, atenta a las ultimas tendencias, y absolutamente preparada a golpe de manual. O, por otro lado, y huyendo de la cosificación de las mujeres como objetos sexuales, hablaríamos de la proliferación de la imagen de una ‘nueva’ juventud pletórica, con un proyecto biográfico claro, capaz de superar todos los obstáculos y, por supuesto, que goza de plena libertad incluso para saber que su cuerpo es suyo y de nadie más, y que por ello la hipersexualización a la que se ve sometida no es producto de una imposición sexista sino de su propia agencia y voluntad. (Ustedes sabrán pensar en una celebrity para cada modelo)

Entonces, ¿significa esto que poco a poco la industria mediática va adaptándose a la realidad de las mujeres? ¿Significa esto que el nuevo imaginario femenino procura otras representaciones, otros modelos y facetas femeninas, otras mujeres en definitiva, que se desmarquen del imaginario tradicional?

Para responder estos interrogantes, Rosalind Gill y Christina Sharff, editan este volumen que compila distintos análisis acerca de la cultura popular dirigida de un modo específico al target femenino, que pone en juego dos teorías discursivas que resulta de máxima urgencia trenzar para dilucidar si ‘nuevo’ significa ‘otro’, o si ‘nuevo’ no es nada más que una hipérbole de la cultura sexista tradicional: las teorías de la representación y la economía política, entendiendo que ambas actúan como dos plataformas de promoción social mediante las que se construyen las subjetividades de género.

El libro parte de la idea de que el imaginario postfeminista actual sintetiza los valores principales del proyecto económico y cultural del neoliberalismo. Desde la introducción se destaca que el imaginario postfeminista celebra y promueve una emprendeduría femenina basada en la explotación del sentimiento de la libre elección y el empoderamiento de las mujeres vinculado a un proyecto económico, bases fundamentales del sistema de regulación social meritocrático. Entonces, la celebración de estas supuestas ‘nuevas’ estrategias de promoción social, centradas en incorporar a las mujeres a la cultura del mercado, funcionan como mascaradas a partir de las que el ejercicio de la autonomía y la liberación sexual de las mujeres son instrumentalizadas creando la ilusión de la igualdad. Bajo este punto de partida, la intencionalidad de la publicación, no es solamente atender a las políticas de la representación que constaten que, efectivamente, el imaginario cultural contemporáneo, más que dar visibilidad a otros modos de entender la feminidad, sigue reproduciendo unos patrones sexistas. Más allá de esta afirmación, el libro es político. La auténtica trascendencia del libro es que explora los cambios y continuidades, las contradicciones y las luchas de resistencia, acerca de cómo se piensa, construye y articula el feminismo.   Pues implícito a sus análisis, siempre se sostiene la misma afirmación: ¿en un momento en el que la feminidad es vendida como marca, qué lugar ocupa el feminismo? Y esta pregunta se hace transversal en tanto que se aplica tanto a las políticas de representación, a los procesos de producción cultural, y a los procesos de significación discursiva. Indispensable su lectura, para comprender de un modo complejo, político y económico, la proliferación de un imaginario cultural que bajo la argumentación de la ‘novedad’, la emancipación y la libre elección problematiza tanto la representación de la feminidad, como la vivencia del sentimiento feminista. Por un lado por qué el ‘nuevo’ imaginario cultural falsea la imagen de una ‘nueva’ mujer: construye novedad a golpe de representación sexista. Por otro lado, por que vuelve el feminismo redundante, puesto que de este imaginario se desprende la idea de que el acceso y participación social de las mujeres lejos de ser fruto de una buena resolución de la justicia social, es cuestión de emprendeduría y golpe de talonario.

Referencia: Rosalind Gill y Christina Sharff (ed) New Femininities: Postfeminism, Neoliberalism and Subjectivity  Houndmills, Basingstoke, Hampshire: Palgrave McMillian, 2013

 

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