Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Nombres propios: Greta Gerwig

La industria del cine no solo se construye a base de las grandes productoras. Y, por supuesto, tampoco solo se nutre de los grandes presupuestos que llevan consigo grandes nombres del celuloide. Guillermo del Toro, sin ir más lejos, el flamante ganador del Oscar al mejor director movilizó una enorme suma de dinero para realizar su último y triunfante proyecto, The Shape of Water; al igual que otras producciones nominadas a los premios de la Academia este año como Dunkirk, Darkest Hour o The Post. Sin embargo, este año la Academia ha sabido reconocer la importancia del cine independiente poniendo en el punto de mira internacional a figuras importantes que han ayudado a su conservación y constante evolución como Sam Rockwell o Allison Janney – dos actores con una carrera envidiable dentro de las cintas indies – y relanzando la carrera detrás de las cámaras del nombre propio al que dedicamos nuestro post: Greta Gerwig. Un nombre ya reconocidísimo dentro de los circuítos cinéfilos como parte de la cultura del cine indie americano. Pero, mejor vayamos por partes.

Nacida el 4 de agosto de 1983 en un pequeño barrio de Sacramento, Greta Celeste Gerwig daría sus primeros pasos dentro del mundo artístico a través de la danza desde temprana edad. Combinando su pasión por el arte y las ciencias sociales, Gerwig se licenciaría en filosofía y en inglés por la escuela superior para mujeres Barnard College, y participaría en varias actividades culturales organizadas por la comunidad universitaria de Nueva York; entre ellas, el espectáculo llamado el Varsity Show de la Universidad de Columbia donde alumnos ajenos al campus realizan interpretaciones improvisadas en el centro. Durante su etapa universitaria, Gerwig aprovechará para desarrollar su vocación de guionista, así como para comenzar a tantear sus dotes como actriz.

Imagen de Frances Ha
Frances Ha, el primer gran reconociento de Gerwig frente al gran público

Será tras finalizar su formación en 2006 cuando coincidirá con tres jóvenes cineastas y amigos que se encontrarían al principio de sus carreras profesionales: Joe Swanberg y los hermanos Jay y Mark Duplass, ahora convertidos en autores importantes dentro del cine independiente norteamericano. Así, ese mismo año Greta Gerwig debutaría en sus dos primeros roles protagonistas en las óperas primas de Swanberg y los Duplass – LOL y Baghead, respectivamente – y co-protagonizaría junto a Mark Duplass y co-escribiría los guiones de Hannah Takes the Stairs (2007) y Nights and Weekends (2008); ambas dirigidas por su inseparable colaborador Joe Swanberg. Así, Greta Gerwig se convertiría en una de las piezas clave junto a cineastas como el propio Swanberg, Lynn Shelton o Drake Doreamus de la proliferación y recuperación de una especie de subgénero cinematográfico denominado como los «mumblecore films» en los que el modo de escritura de los guiones se configuran sobre la improvisación y una estrecha colaboración con los actores.

En 2010 le llegaría el papel protagonista de la nueva cinta de Noah Baumbach, Greenberg, junto a Ben Stiller. Su rol en la película no solo supondrá su lanzamiento como actriz en una enorme cantidad de papeles secundarios como los de No Strings Attached (2011) o To Rome With Love (2014); sino que dará comienzo a una relación profesional y sentimental con Baumbach que dura hasta al día de hoy.

Gerwig es sus papeles en Mistress America, Jackie y 20th Century Woman
Gerwig es sus papeles en Mistress America, Jackie y 20th Century Woman

De hecho, en 2012 se estrenaría Frances Ha, la comedia escrita por el nuevo tándem Baumbach-Gerwig, que la consagraría como una de las nuevas musas del cine indie junto a intérpretes como Rosemarie DeWitt, Chris Messina, Paul Dano, Melanie Lynsky o Sam Rockwell. A partir de entonces, Gerwig daría vida a varios personajes con una tipología de mujer que se moverían entre una quirky girl y la hipster por excelencia en proyectos como Damsels in Distress, Lola Versus, Wiener-Dog, Maggie’s Plan o Mistress America – esta última coescrita con Baumbach; además de participar en largometrajes fuera de su zona de confort como Jackie, 20th Century Woman o The Humbling junto a Al Pacino.

Según explica la propia Greta Gerwig, toda su trayectoria delante de las cámaras, su experiencia frente a la escritura de guiones y la detallada observación de los cineastas con los que ha trabajado le han conducido a alcanzar su debut como realizadora. En 2017 Gerwig estrenaría Lady Bird, su ópera prima que contaría con un enorme apoyo de la industria, del público y de la crítica. La cinta narra la historia de Christine «Lady Bird» McPherson (Saoirse Ronan), una joven con un espíritu libre que tendrá que enfrentarse a las primeras decisiones adultas de su vida al terminar el instituto.

Greta Gerwig dirije a Saoirse Ronan en el set de Lady Bird
Greta Gerwig dirige a Saoirse Ronan en el set de Lady Bird

En Lady Bird, Greta Gerwig propondrá un viaje pseudo autobiográfico por su adolescencia en Sacramento en el que podemos encontrar gran parte de sus caracterísiticas estilísticas como guionista y como futura directora en potencia. Una dirección que podría definirse como «normalita», pero que demuestra un excelente dominio del tono, del rumbo de la historia y de la configuración de los personajes. A pesar de que algunos la tachen de simplona y bobalicona, la mayor cualidad de la cinta de Gerwig será la naturalidad y frescura que desprenderán sus situaciones, diálogos y actores, así como la capacidad de empatía con sus dos protagonistas femeninas gracias a un impecable entendimiento y retrato de las relaciones madre-hija y de las preocupaciones de la juventud femenina.

Probablemente, Greta Gerwig sea mejor guionista que directora. De ahí que muchos han sido los que encontraron una exageración su nominación al Oscar a la mejor dirección. O al menos, una servidora lo piensa por motivos más bien objetivos que subjetivos. Sin embargo, una cosa está clara: su rol en esta temporada de premios ha servido de catalizador para poner encima de la mesa la desigualidad de oportunidades y reconocimiento femenino dentro de la industria cinematográfica. Gerwig se convertiría, así, en la quinta mujer nominada al Oscar a mejor dirección en 90 años de historia de los galardones generando más alegrías y esperanza para la lucha de la mujer en Hollywood y en cualquier industria en general. Por ello, ¡qué viva Greta Gerwig y muchas más como ella que están por venir!

 

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