Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

5 razones para darle una segunda oportunidad a «The Following»

A pesar de que el devenir de dicha serie ha sido muy criticado especialmente en su tercera temporada, existen varias razones por las que darle una oportunidad a esta producción cancelada por la Fox en el 2015. Aquí os proponemos cinco:

Un nuevo concepto de terrorismo. El fanatismo de la serie pone sobre la mesa esta cuestión a través de un culto de psicópatas que siguen al antagonista de la historia Joe Carroll, un ex-profesor de universidad que desde la cárcel crea su propia red de asesinos en serie.  Sus guionistas dialogan y redefinen un asunto de plena actualidad: las células terroristas individuales, un tema que los gobiernos occidentales tratan de atajar recientemente modificando su legislación (en ocasiones, de modo muy dudoso). La serie estrenada en Estados Unidos en 2013, trata una cuestión que si bien en el otro lado del océano ya era candente por aquel entonces, en Europa aún estamos empezando a visualizar a través de los medios de comunicación generalistas.

Una vuelta de tuerca más a las series policíacas. Más allá de la investigación policial, este producto audiovisual es un thriller en estado puro, con una estética propia de la cinematografía de terror, y un drama romántico en uno. Sí sí, romántico, pero no en el sentido clásico de la palabra. Las relaciones entre sus personajes son una parte esencial en su desarrollo narrativo, algo no muy común en las series policíacas enlatadas. El caso más claro es la relación entre Ryan Hardy, el policía atormentado que lidera la investigación, interpretado por Kevin Bacon, y Joe Carroll, esquema que ya sea dicho de paso se repite en otras series coetáneas como El Mentalista (CBS) o Hannibal (NBC).

Disfrutamos de Kevin Bacon en la pequeña pantalla. En pocas series podemos contar con actores de primera línea como Bacon, por mi mente pasan otras pequeñas joyas televisivas como el papel de Kevin Spacey en House of Cards (Netflix). Si bien Bacon no es uno de los actores más guapos del celuloide, es sin duda uno de los más consagrados en la gran pantalla. Con una carrera interminable desde sus inicios adolescentes en Desmadre a la americana (1978), el primer referente para sagas como American Pie, Kevin Bacon es ya parte de la historia cinematográfica del siglo XX con títulos como Viernes 13 (1980), Footloose (1984), Apolo 13 (1995) o Mystic River (2003) a sus espaldas. El personaje que interpreta, por otro lado, con su buen saber hacer, no resulta completamente plano o lineal, sino que evoluciona de víctima a verdugo a lo largo de las tres temporadas que dura esta producción. Y es que la clave de esta serie reside en el cuidado que productores y guionistas han puesto a la hora de dibujar la carga existencial y psicológica de sus personajes a lo largo de episodios de 45 minutos.

La serie es un libro abierto. Para finalizar, los amantes de la literatura disfrutarán en “The Following” de guiños intertextuales a múltiples escritores y obras literarias ya clásicas del canon americano, como Edgar Allan Poe o la ficción neo-gótica que se cuelan tanto en el guión como en su estructura narrativa. Una estética, que ya sea dicho de paso, está muy presente en la actualidad televisiva como se refleja en Los Originales (The CW), Penny Dreadful (Showtime), Waking Dead (AMC), o American Horror Story (FX).

 

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