5 razones para ver «Class»
Quizás muchos no hayáis oído hablar de la última serie adolescente de la televisión británica: Class. Esta spin-off del universo Doctor Who con tan solo una temporada ha sido bautizada como la Buffy Cazavampiros inglesa. A pesar de una estructura formulaica un tanto clásica, su creador Patrick Ness ha logrado cierta subversión inteligente de los clichés típicos del audiovisual dirigido a adolescentes. Estas son las cinco razones por las que deberías darle una oportunidad:
– Los elementos fantásticos conviven con una estética que en ocasiones dejaría sin palabras al mismísimo George RR Martin, a pesar de su presupuesto ajustado. La escena en la que la novia de Ram, Rachel (Anna Shaffer) es asesinada está a medio camino entre la ciencia ficción y el gore. Sin embargo este tipo de escenas están tan inteligentemente editadas que insinúan más que muestran. En este sentido, Class es divertida, sencilla, fantasmagórica y vibrante.
– Tiene lugar en Coal Hill School, en un pequeño espacio del Whouniverso. Al igual que la sede de Torchwood en Cardiff, Coal Hill es el hogar de una grieta interdimensional por el que se cuelan alienígenas cada semana y los únicos que pueden mantenerlos a raya son, por supuesto, un puñado de adolescentes guapos, que circunstancialmente pasaban por allí en el momento menos adecuado. Para ello se tratan temas tan dispares como el genocidio, la esclavitud, la identidad sexual, los roles de género o uno tan candente como el estatus de refugiado en distintos niveles de gris, sin ofrecer una única visión unilateral.
– Su joven casting saca lo mejor de sí mismo para aportar credibilidad a un sci-fi adolescente e interpretar a Ram – un deportista arrogante –, Tanya – la inteligente –, Charlie – el alienígena homosexual –, y April – la alumna marginada –. La relación más interesante es quizás la que se establece entre Charlie y la señorita Quill, una Snape con muy mal carácter que abiertamente detesta enseñar en Coal Hill. Pronto descubrimos que Quill es una guerrillera alienígena, condenada a defender a su captor – Charlie – el príncipe heredero de un planeta ahora extinto.
– Desde el punto de vista de género, no asigna roles claramente patriarcales a sus personajes. Ram se enamora locamente de April y se intercambian los típicos roles de género atribuidos culturalmente. Charlie establece una relación inter-especies con Matteusz, un emigrante polaco residente en Reino Unido. Al final de la primera temporada, uno de los personajes femeninos es atrapado en un cuerpo masculino. Y así un largo etcétera.
– Si bien puede ser considerada como un copycat de una serie adolescente americana, no hay que mirar muy lejos para ver que Patrick Ness trata de reproducir ciertos esquemas típicos de este subgénero pero únicamente para parodiarlo. Referencias constantes a la cultura pop y audiovisual occidental no pasan desapercibidas. ¡Y no tienes que ver las treinta y cinco temporadas de Doctor Who para poder seguirla!
En definitiva, Gran Bretaña no produce tanta programación adolescente como los Estados Unidos, lo que puede explicar por qué Class sigue fórmulas típicas de la televisión estadounidense. Otros dramas británicos adolescentes como Skins, My Mad Fat Diary, o Misfits compartían un sentido de la individualidad y rebeldía con un tono y un ambiente específicamente británicos. Por el contrario, si bien Class no sigue esta reciente estela audiovisual, sí representa una mayor diversidad de género y sexual. Como dato curioso, de todas las relaciones adolescentes que esta primera temporada explota, únicamente la relación entre Charlie y Matteusz se recrea ante la cámara con sexo explícito.