The Big Bang Theory y las religiones
En la serie de televisión The Big Bang Theory, puede llamar la atención el hecho de que la religión o, mejor dicho, las religiones, tengan un lugar tan destacado, especialmente teniendo en cuenta que el eje central de su temática es la ciencia. Y esto es así porque tradicionalmente ha existido el estereotipo popular de que la ciencia y la religión son opuestas e incluso excluyentes, cuando en realidad esto no es así. Al menos, no es así en todos los casos. Por poner un ejemplo, el mayor representante de la Iglesia católica actual, el Papa Francisco, señala que, por ejemplo, teorías científicas como la del propio Big Bang (que aquí viene especialmente al caso ;-P) no son incompatibles con la existencia de Dios, y deja clara la perfecta convivencia de ciencia y religión en sus discursos, que aparecen en modernas plataformas como las charlas TED, Instagram o Twitter.
No obstante, teniendo en cuenta que quienes producen programas televisivos tienen entre sus manos un negocio para hacer dinero y para ello deben vender sus productos, tiendo a pensar que la intención de los creadores de la serie es usar este popular y clásico contraste entre religión y ciencia para crear situaciones que fomenten el humor y, en última instancia, la risa de los telespectadores, fin principal del género cómico. Se trataría, pues, de un contraste humorístico similar al que también presenta la serie, por ejemplo, entre el mundillo de los geeks/nerds y el del sentido común y habilidades sociales de Penny.
En cualquier caso, resulta curioso que en The Big Bang Theory casi todos los personajes puedan ser asociados de forma inmediata con una religión concreta y diferente a la de los demás, cosa que no ocurre en otras series que podemos considerar bastante parecidas, como es el caso de Friends. Los paralelismos entre ambos programas son evidentes (incluso en un sentido meramente espacial): se trata de un grupo de amigos que comparten piso y que son amigos de los que cohabitan en la puerta de justo enfrente. Sin embargo, en Friends no se hacen tan evidentes las diferencias religiosas de sus personajes, aunque predominan los de religión judía (Mónica y Ross, aunque no se la toman muy en serio). En otras series de televisión, el papel de la religión queda relegado a un plano tan secundario que puede considerarse en muchos casos inexistente (es lo que ocurre, por ejemplo, en otra serie que muestra las andanzas de un conjunto de amigos jóvenes: Girls). En cambio, en The Big Bang Theory, aparece todo un surtido de religiones representadas -más o menos y con mayor o menor acierto- por sus protagonistas, entre los que también se incluye a ateos y/o agnósticos.
El más destacado del último tipo es Sheldon Cooper. Podría decirse que su fe está monopolizada por la lógica y la ciencia, por lo que dejar cabida a algo tan inabarcable como Dios, se le resiste. No obstante, la educación cristiana que ha recibido por parte de su madre, Mary Cooper, cristiana evangelista practicante, ha dejado profundas huellas en él, a veces, incluso a su pesar. Un ejemplo simpático aparece en el episodio 82, cuando, viéndose en apuros, grita: «¿Por qué me has abandonado, oh deidad, sobre cuya existencia dudo?». Podría pensarse que la presencia de la madre de Sheldon en el entorno empírico que constituyen este grupo de científicos, podría resultar incompatible y dar lugar a la ridiculización de sus creencias. Pero hay que reconocer que la serie, a pesar de que trate de conseguir hacer reír al público, como señalé anteriormente, no lo hace a toda costa. De hecho, tanto Sheldon como sus amigos muestran una actitud de respeto e incluso a veces de admiración hacia esta cristiana, cuyas acciones suelen ser loables, cariñosas, en respuesta a quienes la necesitan, y de aceptación y respeto hacia todos ellos tal y como son, (a pesar de que los cree equivocados, todo hay que decirlo)… Cuando Mary Cooper visita a su hijo, es como si fuera la madre de todos sus amigos también.
Todo ello, dentro del contexto en que se presenta el argumento: una comedia de situación, lo cual hace que la parodia y la caricatura que exagera ciertos rasgos (muchos de ellos, incluso basados no tanto en la religión per se, sino en las costumbres conservadoras del origen de la madre, Texas), también afecte a los relacionados con la religión. Pero, como digo, no se hace con malas pulgas o con la intención de ridiculizar a los cristianos (al menos, esa es mi impresión, y yo soy una de ellos).
Si bien la religión cristiana de la madre de Sheldon se plantea como la piedra angular en torno a la que giran todas sus acciones, el caso de otros personajes es bien distinto. Por ejemplo, para Howard Wolowitz (y su madre, de la que sólo conocemos la voz), el judaísmo supone más una marca de identidad externa que la fibra que entreteje realmente sus convicciones. Constituye más una anécdota cultural que un planteamiento de su vida y espiritualidad. En este personaje se ve más claramente la intención que antes cité de usar la religión como contraste que de lugar a situaciones humorísticas. Evidencia de ello son las coyunturas complejas a que da lugar el matrimonio de Howard con una chica católica (Bernadette Rotenkowski). Una de las ocasiones en que este contraste provoca el humor es en una conversación entre ambos en la que Howard, cansado de su madre, invita a Bernadette a comer a su casa para intentar provocar con la presencia de la chica con su crucifijo al cuello el aneurisma cerebral que tanto desea que padezca para quitársela de encima (suponemos que lo dice de broma… ¿o no?).
Aunque tanto Howard como el indú Rajesh Koothrappali aparecen frecuentemente en la serie saltándose las restricciones alimenticias derivadas de sus respectivas religiones e incluso echándose mutuamente en cara que las están ignorando, en momentos de apuro, recurren a sus «oraciones» o prácticas religiosas (aunque sea a su peculiar manera), como le ocurrió a Sheldon en el caso que antes mencioné. Howard lo hace cuando se siente en peligro en su misión espacial, y Rajesh, cuando acude al templo en momentos de estrés, y no de manera regular. De forma muy resumida, podría afirmarse que también para este personaje, «Raj», la religión aparece, de nuevo, más bien como un marcador cultural.
El resto de los personajes principales, Leonard Hofstader, Penny y Amy Farrah Fowler (encarnada por Mayim Bialik, que sí que es judía practicante), no se caracterizan por profesar ninguna religión en concreto. No obstante, sí que se puede apreciar cómo su actitud hacia la que pertenecen -más o menos fielmente- sus amigos es bastante respetuosa (a pesar de las exageraciones o comentarios que buscan hacer reír, pero exentos de auténtica malicia). Mi sensación es que, sea de forma premeditada o por intereses de otro tipo, The Big Bang Theory consigue hacer ver que es posible la convivencia entre formas de interpretar la vida y el mundo que pueden parecer opuestas a simple vista; que respetando y escuchando a los demás, podemos sacar enseñanzas útiles que nos sirvan para ser mejores personas y hacer que la vida y la convivencia de todos sea mejor. Esto es, al fin y al cabo, lo que toda religión bien entendida trata de promover. Otra cosa es lo que nosotros luego realmente hagamos…