5 razones para ver ‘Happy Valley’ (BBC)
Hoy la invitada en RIRCA es Lidia Fraga, guionista gallega, miembro de ALMA y AGAG, que ha trabajado en series como A Casa da Conexa, Padre Casares y Hospital Real, entre otras. Ella nos sugiere ver la serie Happy Valley, de la BBC1.
1. Sally Wainwright. Una de las diferencias fundamentales entre series británicas y estadounidenses radica en una letra: la que distingue «guionista» de «guionistas». Las características de la industria televisiva británica favorecen el concepto del guionista-autor (que escribe todos los episodios), frente al»showrunner» (que suele escribir solo el piloto) y su equipo de guionistas. Es por ello que en el Reino Unido resulta más fácil distinguir la «voz», el sello personal de los creadores. Autores como Paul Abbott, Peter Moffat, Paula Milne o Sally Wainwright, se convierten en una marca que vende por sí sola una serie. Sally Wainwright, creadora y guionista de Happy Valley, es reconocida por sus diálogos brillantes, a menudo cargados de ironía y sentido del humor; por la crítica social que destilan sus historias; y, sobre todo, por la maestría con la que diseña personajes femeninos. Su nombre en los créditos de una serie siempre es garantía de calidad. Y en Happy Valley demuestra estar en plena forma.
2. La localización. Las series de Wainwright suelen estar ambientadas en su Yorkshire natal. Ese «valle feliz» del título hace referencia (con ironía) a una pequeña ciudad del norte de Inglaterra, tocada por la crisis económica y el paro. Un lugar aparentemente bucólico que tiene una cara oscura: la del tráfico y consumo de estupefacientes, problema que afecta de forma directa a la protagonista (oficial de policía con una hermana ex heroinómana). El paisaje apacible de Yorkshire contrasta con una violencia latente que acaba por estallar de forma brutal, sin concesiones, salpicando a todos los personajes.
3. Los personajes. Wainwright crea un crisol de personajes tan reales que podríamos encontrarlos por la calle. Son imperfectos, a veces irracionales (pero coherentes desde el punto de vista dramático), hablan como la gente normal (de Yorkshire), y se equivocan como cualquier hijo de vecino. Entre todos destaca la protagonista, Catherine (Sarah Lancashire), una mujer traumatizada por el suicidio de su hija y obsesionada con el culpable de su muerte: Tommy Lee Royce (James Norton), que acaba de salir de la cárcel. Royce es la némesis de Catherine, y uno de los catalizadores de la historia. Otro es Kevin (Steve Pemberton), un contable gris e insatisfecho que planea un secuestro para poder costear la educación de sus hijas. Este secuestro sirve de nexo entre personajes de distintas clases sociales, que cuentan con una característica común: todos pertenecen a familias rotas, desestructuradas, marcadas por la tragedia, la enfermedad o la huella del crimen.
4. El tono. Decía antes que una de las señas de identidad de Sally Wainwright es el sentido del humor. En Happy Valley vemos pinceladas de un humor negro que resulta casi doloroso, reflejando la impotencia de unos personajes y el patetismo de otros. Pero el tono va cambiando a medida que avanza la historia, basculando entre el drama más o menos contenido y la violencia desatada. Esto provocó un debate en el Reino Unido, ya que la BBC recibió cientos de quejas por la violencia de la serie. Vaya por delante la advertencia, aunque en mi opinión se trata de una violencia justificada, y una de las señas de identidad de Happy Valley.
5. Sarah Lancashire. Encarna a la perfección el prototipo femenino de las historias de Wainwright. Ambas habían trabajado juntas con anterioridad en Last Tango in Halifax, una maravillosa serie (de tono muy distinto al de Happy Valley) que les reportó sendos premios BAFTA de televisión. En esta ocasión, Lancashire se mete en la piel de una mujer fuerte, madre y abuela coraje superada por las circunstancias, que intenta lidiar como puede con el dolor. Su interpretación es contundente y llena de matices, todo un festival de talento. En el momento en que escribo estas líneas, está nominada a un premio BAFTA por el papel de Catherine en Happy Valley. Espero de todo corazón que lo gane.
Filólogo, profesor en Secundaria, lector todoterreno, melómano impenitente, guionista del cómic ‘El joven Lovecraft’; bloguero desde 2001, divulgador y crítico de cómic en diversos medios (Ultima Hora, Papel en Blanco, etc.); investigador de medios audiovisuales y productos de la cultura de masas en RIRCA; miembro de la ACDC España.