5 razones para ver «Haven» (Syfy, 2010 – 2015)
El 9 de julio del 2010 la cadena Syfy, especializada en productos fantásticos y de ciencia ficción, emitía el episodio piloto de su primera producción propia, el drama paranormal Haven. Creada por Jim Dunn y Sam Ernst, la serie pronto se convertiría en uno de los productos estrella del canal hasta que su descenso paulatino de popularidad – en gran parte debido a la enorma oferta de nuevas series de la cadena – hizo que Syfy cancelara la serie tras cinco temporadas en antena y 78 episodios emitidos. Tras (re)engacharla en las reposiciones que proporciona el canal español de Syfy en su programación habitual, aquí mis apreciaciones sobre los porqués Haven es una serie más interesante de lo que parece a simple vista:
1. La premisa. Cogiendo el microrelato de Stephen King, The Colorado Kid, como columna vertebral del episodio piloto – aunque luego se desmarque completamente de él – la serie se centrará en la llegada de una agente especial del FBI, Audrey Parker (Emily Rose), a la cuidad pesquera ficticia de Haven, (Maine, Nueva Escocia) tras la investigación de un fugitivo peligroso. Allí, Audrey se verá envuelta en una serie de acontecimientos sobrenaturales (los denominados «Problemas») a los que tendrá que hacer frente descubriendo los secretos que rodean el pueblo y las misteriosas conexiones entre Haven y su pasado. Por supuesto, Audrey no actuará sola. Le ayudarán: Nathan Wuornos (Lucas Bryant), jefe de policía de Haven; Duke Crocker (Eric Balfour), contrabandista colaborador con las fuerzas del orden; Dwight Hendrickson (Adam Copeland), ex soldado en Afganistán; y la Dra. Claire Callahan (Bree Williamson), psicóloga forense.
2. La recuperación del género. La serie guarda similitudes más que evidentes con dos de las producciones de ciencia ficción más laureadas de la historia de la televisión: Twin Peaks (1990-1991) y The X Files (1993-2002). Si bien mi intención no es compararlas entre ellas – ni mucho menos – Haven comparte la fascinación por el más puro thriller paranormal, así como será una traslación de los miedos cotidianos de la sociedad contemporánea justificados a través de un universo sobrenatural. Los que se clasificarán como «Problemas» serán habilidades inexplicables y metafísicas transmitidas de generación en generación en cada individuo. La ciudad de Haven actuará como contenedor de todas esas personas que manifestarán sus miedos más profundos o sus sueños más latentes como poderes paranormales que pondrán, de manera inconsciente, en peligro la seguridad de la población. Las fuerzas paranormales no provendrán de fuentes externas no-indentificadas, sino de las exteriorización de los conflictos internos de la gente corriente. Además, Haven planteará una mitología fantástica y específica como también lo harán otras producciones televisivas de culto como Buffy, the Vampire Slayer (1997-2003) o Charmed (1998-2006) en las que la lucha contra las fuerzas del mal se condensará en la figura de una mujer cuyo pasado será la clave para arradicarlas por completo.
3. La evolución de la trama. Siguiendo la tendencia de esta tipología de series, los primeros capítulos se desarrollan de manera esencialmente procedimental y episódica con una estructura interna bastante sencilla: (a) aparece el «Problema X«; (b) se realiza la investigación pertinente; y (c) se vence al «Problema«. Hasta aquí, todo correcto. Sin embargo, poco a poco, la premisa principal se irá estrechando hacia una misma dirección. Cada acontecimiento o acción que suceda en el episodio tendrá una incidencia directa con la evolución del personaje de Audrey, su relación con «Los Problemas» y los misterios que los envuelven. En este sentido, Haven irá de lo general a lo particular: comenzando por la exposición del universo de la serie y, poco a poco, ampliando la mitología de la misma, tomando forma y adquiriendo madurez episodio tras episodio. Así que, pido paciencia al espectador al comenzarla.
4. La atmósfera. Utilizando todos los clichés formales del género, Haven muestra una propuesta estética apostando por un estilo visual con tonalidades frías que ayudan a crear una sensación atmosférica muy particular e inquietante que la narración requiere en cada momento. Al igual que veremos en Twin Peaks, The X Files o cualquier videojuego survival horror (con Silent Hill en la mente, por ejemplo), las espectaculares localizaciones naturales de los paisajes de Nueva Escocia (filmado en el pueblecito de Lunenburg, Canadá) ayudan a generar la comunidad aislada que es Haven: bosques profundos, hangares húmedos, muelles solitarios, cielos encapotados, faros abandonados, playas rocosas, espacios brumosos… Todo al servicio de la creación de un ambiente sugerente y de misterio.
5. Emily Rose. Si bien la serie cuenta entre sus filas con un reparto más bien desconocido para el gran público – tal vez, a excepción de Eric Balfour al que ya hemos podido ver como Milo Pressman en 24 y en alguna que otra película – una persona destaca por encima del resto: Emily Rose. Obviando la curiosa coincidencia del nombre de la intérprete con otra famosa (y exorcitada) Emily Rose, no es que tampoco goce de un éxito acomodado, salvo por algunos de los gamers más geeks que reconocerán el rostro – pero, sobretodo, la voz en su versión original – de esta actriz en Elena Fisher, la intrépida reportera convertida en cazatesoros en la saga de videojuegos de Naughty Dog «Uncharted», su papel más reconocido hasta la fecha. Gracias a Haven hemos podido ver – tanto gamers como no-gamers – a Emily Rose en carne y hueso y demostrar sus verdaderas capacidades más allá del motion capture y del voice over. Rose realiza una estupendo trabajo, incluso, desdoblándose – literalemente – e interpretando a más de un personaje. El personaje de Audrey Parker se podría describir como una especie de mezcla entre Buffy Summers y Dana Scully y bien se podría añadir a la lista de heroínas de la ciencia ficción catódicas. Está claro que Emily Rose es el alma de Haven y una de esas nuevas actrices a la que no hay que perder de vista.
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora en el grado de Comunicación Audiovisual en CESAG-Universidad de Comillas. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en la investigación en game studies y TV studies.