Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

5 razones para ver «Mamá contracorriente»

Dentro de las comedias que actualmente se emiten, y más aún, las de formato breve (capítulos de 20 minutos), destaca entre ellas la serie Mamá contracorriente (Odd Mom Out, 2015, dos temporadas y renovada para una tercera), que puede verse en España a través del canal Cosmo. La serie está ambientada en el Nueva York más exclusivo, donde la protagonista intenta, sin mucho éxito, encajar.

· La serie está basada en la novela Momzillas, de Jill Kargman, que es también la protagonista de la serie y la actriz que la encarna, y una de las productoras. Está basada en su experiencia como madre, y por tanto tiene un componente autobiográfico importante. La autora explica: «la historia nació cuando yo tenía 28 años y acababa de ser madre. Ahora ya tengo 42 años y no me importa lo que la gente piense de mí como madre, toda la presión a la que estás sometida.»

· Sin duda el punto fuerte de la serie es, y así se destaca en el título, el carácter de la protagonista. Jill es una chica normal, de clase media-baja, que ha entrado en un mundo totalmente diferente al estar en contacto con la familia de su marido, que es de clase alta. De las diferentes visiones del mundo, de su concepto de maternidad, familia, trabajo u ocio, vendrán la mayor parte de conflictos y también de situaciones humorísticas. Explica la autora: «Estuve viviendo allí con mis hijos durante once años y me sentía una mamá de lo más peculiar. Parecía ser amiga de todos, pero no lo sentía realmente así porque en el fondo sabía que no iba a encajar hiciera lo que hiciera. Exactamente igual que Jill Weber (el alter ego de la autora en la serie)».

· Otro de los puntos fuertes de la serie es el gran trabajo actoral en los hiperbólicos personajes de la alta sociedad neoyorquina, vacíos y superficiales pero a la vez tiernos por su intento de buscar algo que complete su vida, aunque lo hagan en la dirección más equivocada, entre los que destaca la veterana Joanna Cassidy, que tiene un papel de suegra muy parecido al que ya interpretara en A dos metros bajo tierra. La autora lo ve así: «Muchas de esas mujeres tienen desórdenes alimenticios y están obsesionadas con el aspecto que tienen. Hay una obsesión importante también con el dinero», y eso se traslada directamente a la serie.

· La serie ofrece una visión demoledora a través del humor de esa clase alta que disfruta de un modo de vida ostentoso y vacío. Para ello, las mejores armas son la hipérbole, el ridículo, y el conflicto que se genera entre esa clase alta, representada por los (Von) Weber y Jill. «Según lo veo yo», comenta la escritora y actriz de la serie, «no es que me esté burlando de nadie ni de nada, es más mi forma de ver el mundo. A mis amigos les encanta porque no es algo serio. Me encanta la cultura de Nueva York, amo la ciudad y mi barrio, solo creo que alguna gente está un poco por encima de eso. No es en realidad un ataque a nadie ni nada, son mis propias experiencias».

· Pero sobre todo, Mamá contracorriente resulta una serie que se ríe sobre la presión que a veces se ejerce sobre las mujeres para que sigan el ideal de madre que venden los libros al respecto y las tendencias de la sociedad. Jill no es así: es la ciudadana corriente que ve con carácter escéptico y pragmático todas esas monsergas de libro. Que sabe que, en la vida real, las cosas no son como El secreto o los libros de Eckhart Tolle. Y sabe reírse de forma sana de todo ello.

 

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