Nombres propios (in memoriam): Adam West
Hoy es un día triste para el universo DC. Hace tan solo unas horas hemos conocido la noticia de la muerte de Adam West (1928-2017), a los 88 años de edad. Hoy hace justamente un año que publicaba cinco razones de peso para volver a ver la serie clásica Batman (1966), uno de sus papeles más característicos en la pequeña pantalla, y que desde luego no será olvidado. West, quien alcanzó la fama mundial al vestirse como el caballero alado, tuvo una carrera profesional bastante desafortunada debido al encasillamiento sufrido tras el éxito de esta serie, pero no por ello dejó de luchar en todo momento por hacerse un hueco en el audiovisual americano, como demuestra su interpretación (voz en off) del alcalde de Quahog en Padre de familia. ¿Pero quién es Adam West? ¿Quién se esconde tras esa máscara negra y toda esa licra?
Tras pasar su juventud en un rancho a las afueras de Walla Walla (Washington), West hizo sus primeros pinitos en el celuloide con pequeños papeles en diversas películas en los años cincuenta y sesenta, pero su primer gran éxito viene de la mano de un anuncio publicitario de una conocida marca de batidos. Su estilo clásico, su elegancia y el surrealismo de una escena tan cómica convencieron al futuro productor de Batman, y Adam West pasó a la historia desde ese mismo momento.
Pero tras ser la serie cancelada unos años más tarde, West continuó viviendo de la fama que el caballero oscuro le había proporcionado, con apariciones en ferias locales, pequeños cameos televisivos, y otros papeles en el cine, en espagueti westerns, en The Marriage of a Young Stockbroker (1971) o The Happy Hooker Goes Hollywood (1980). Sus papeles más reconocidos en la gran pantalla fueron pocos, pero clave en su carrera, como Geronimo (1962), Tammy and the Doctor (1963) o The Outlaws Is Coming (1965). No obstante, y a pesar de ser mundialmente conocido a día de hoy, West padeció una crisis económica bastante dura durante los años setenta y ochenta, hasta que el fenómeno fan lo rescató del olvido, convirtiéndose en una de las estrellas más codiciadas en cualquier comic-con de prestigio.
En la actualidad, Adam West trabajaba a las órdenes de Seth MacFarlane y seguía al pie del cañón grabando episodios pilotos para Conan O’Brien o haciendo multitud de cameos, recuperando así la admiración de un público y productores que se olvidaron de Adam West durante décadas, pero que al final de su vida, supieron recordar y honrar como se merece al actor que dio vida a uno de los personajes más icónicos de la cultura popular del siglo XX, y por qué no, del siglo XXI. Siempre nos quedará volver a verlo en Batman (1966), donde marcó a toda la generación de actores que ha interpretado al caballero oscuro.