Bibliografía básica II: Cine y género en España
FÁTIMA ARRANZ (dir.) Cine y género en España. Madrid, Cátedra, 2010, 471 págs. (ISBN 978-84-376-2641-3).
Con la intención de ofrecer un recorrido por la bibliografía básica sobre género, feminismo y audiovisual, recuperamos hoy aquí un libro del año 2010, galardonado en su momento con el premio Muñoz Suay que otorga la Academia de Cine a los mejores trabajos de investigación histórica. El volumen, coordinado por la profesora Fátima Arranz, fue el resultado de un proyecto de investigación I+D+i en el que, junto a profesoras universitarias, colaboró CIMA, Asociación de Mujeres Cineastas y de los Medios Audiovisuales. La inquietud que guiaba al equipo de investigación no era otra que acercarse a la realidad del audiovisual en España para conocer “en qué estado se encontraba la igualdad de género, de iure y de facto, en el mundo cinematográfico” (p. 11). El volumen sigue formando parte de la bibliografía básica de quienes quieran acercarse al binomio género y cine, especialmente en el ámbito español.
El texto coordinado por Arranz se divide en ocho capítulos, más la introducción y las conclusiones. El primer capítulo, introductorio del resto del volumen, abunda en el estado de la cuestión, ofreciendo un recorrido por las investigaciones realizadas desde los años setenta del siglo XX hasta la actualidad. Este apartado, firmado por la propia Arranz, proporciona datos contundentes sobre la realidad de la desigualdad en la industria cinematográfica española: entre 2000 y 2006 se realizaron 877 filmes, de los cuales 797 estuvieron dirigidos por varones. La dirección cinematográfica, en el caso de las mujeres, solo representó el 7,4% del total. Posteriormente, el capítulo recopila otros datos sobre desigualdad en la industria: empresas, distribución, políticas públicas de fomento del cine, subvenciones, etc. Para complementar la dura realidad y ofrecer interpretaciones teóricas que permitan analizar mejor los datos, Arranz ofrece también un sintético recorrido por la teoría fílmica feminista. Así, se recopilan nombres y perspectivas académicas de autoras como Laura Mulvey, Annette Khun, Teresa de Lauretis o Giulia Colaizzi.
Los tres capítulos siguientes abordan, desde diferentes enfoques, el ámbito de la producción y el desarrollo profesional en el cine. Así, el segundo capítulo, firmado por Javier Callejo, es un trabajo de campo realizado con estudiantes de Comunicación Audiovisual, con el objetivo de conocer sus discursos en relación a las diferencias de género. Entre las conclusiones destacan aquellas que resaltan que, para el alumnado, existen diferentes expectativas en función del sexo porque las mujeres cuentan con menor capital social, menos recursos temporales y simbólicos. El tercer capítulo, a cargo de Esperanza Roquero, se interesa por la realidad en el sector profesional, mediante al análisis de categorías de puestos de trabajo. Se analizan aquí el tipo de funciones que se desempeñan y también el lugar que ocupa cada categoría en la cadena de toma de decisiones dentro del rodaje de una película. El objetivo es desvelar la existencia de diferencias en función de género. Hay que resaltar que el análisis pone de manifiesto, entre otras cuestiones, la minoritaria presencia de las mujeres en la cúspide creativa. El cuarto capítulo, escrito por la misma autora, aborda tanto la trayectoria como los discursos de género de quienes ocupan los puestos creativos (dirección, producción y guion) así como los que tienen que ver con la exhibición (crítica y distribución).
El quinto capítulo cambia de perspectiva para ofrecer un trabajo de campo centrado en el análisis de contenido de películas. Pilar Aguilar, la experta que firma este texto, comienza su trabajo con una reflexión sobre la representación, el género y la importancia del protagonismo femenino, para luego realizar un análisis empírico con una muestra de películas seleccionadas de entre las 877 dirigidas en el periodo temporal que abarca el libro. Sus resultados demuestran el predomino del protagonismo masculino (61,9%), deteniéndose luego en cuestiones como la iniciativa del personaje, la toma de decisiones, la resolución de conflictos, la comunicación o las relaciones de amistad, familiares, amorosas y sexuales. Asimismo, se analiza la aparición o no de machismo y de violencia de género, indagando en este sentido si se ofrecen miradas complacientes o críticas al respecto. Las conclusiones de la autora advierten de una representación problemática pues, en general, se construye un universo simbólico que “vigoriza y actualiza una visión androcéntrica y patriarcal del mundo” (p. 271).
Los capítulos seis, siete y ocho dejan de lado la ficción y vuelven a la producción. El sexto, firmado por Fátima Arranz, analiza discursos relativos a la igualdad de representantes de la cúpula cinematográfica española, discursos que la autora cataloga como de “masculinidad hegemónica”. El capítulo séptimo, firmado por la cineasta Inés París, ofrece la historia de CIMA, dando voz a creadoras que, aun estando en la cumbre de su éxito, son conscientes de su posición marginada en la industria cinematográfica. Finalmente, el capítulo ocho, a cargo de Pilar Pardo, se interesa por la existencia de transversalidad de género en el sector, a partir del análisis de las políticas públicas existentes. Los tres capítulos ponen de manifiesto tanto la desigualdad como la aparente neutralidad de políticas públicas, subvenciones o producción, neutralidad que se revela como falsa a la luz de los análisis realizados.
El volumen se cierra con una batería de conclusiones pero también de propuestas de futuro para que el audiovisual sea más igualitario, tanto en su propia organización industrial como en los productos que elabora, todavía recorridos por la desigualdad cuando no por el machismo. El volumen coordinado por Arranz sigue siendo una obra de referencia, única en España por su metodología global, capaz de realizar una radiografía, con perspectiva de género, de la industria cinematográfica, sus productos y sus agentes.