Colaboradores (in)voluntarios: los chicos de «Orphan Black»
Si la semana pasada les dedicábamos un más que merecido post a las madres de Orphan Black, hoy le toca el turno a los chicos que acompañan al clone club en todas sus peripecias. Bueno, no todos los chicos porque vamos a obviar el papel de aquellos que están emparentados directamente con el Proyecto Cástor y que se dedicarán a hacerle la vida imposible a Sarah Manning y a Helena principalmente: a Paul Dierden (interpretado por Dylan Bruce), el novio-monitor militar de Beth Childs, y a los clones «Castor» en sus versiones prolethians, militares, sanos o defectuosos encarnados todos ellos también por un único actor, el extraordinariamente creepy Ari Miller, quien ayudará o entorpecerá las acciones de nuestro club de acuerdo con el argumento de cada una de las temporadas.
Así, nuestro post está dedicado a tres personajes masculinos que se convertirán en colaboradores (in)voluntarios de nuestras protagonistas que serán quienes lleven la batuta en la asignación de roles para cada uno de ellos. El primero es el detective Arthur Bell (interpretado por el canadiense Kevin Hanchard, un actor esencialmente de teatro que ha participado en montajes como Fuenteovejuna, McBeth o Julio César en el Stratford Festival y al que hemos podido ver en series como Rogue).
El detective Bell es el compañero de Beth Childs, la mujer que se lanza a los raíles del tren ante la atónita mirada de Sarah Manning que será el inicio de la serie juntamente con la suplantación de personalidad de Beth por parte de Sarah que huye de la persecución por deudas relacionadas con el tráfico de drogas. Ya desde el primer momento, Art sospechará del comportamiento errático de Beth-Sarah en su trabajo diario; un comportamiento investigado desde asuntos internos de la comisaría frente a los cuales Art mostrará un espíritu ultraprotector hacia su compañera (a lo largo de las temporadas sabremos el porqué) acercándose cada vez más a la historia real del experimento de clonación. En este periplo conocerá a todo el clan familiar -Félix, Helena, Cosima, Alison, Donnie- participando y encubriendo las acciones llevadas a cabo por el clone club en su búsqueda de la verdad de los experimentos del instituto Dyad (y por extensión de las circunstancias de la muerte de Beth) e integrándose en esa gran familia en la que se convierten todas las sestras de Orphan Black.
Frente al serio personaje de Bell nos encontraremos con los dos grandes personajes masculinos de la serie: Felix Dawkins y Donnie Hendrix. Los dos comic reliefs de Orphan Black, bueno, uno más que el otro, interpretados respectivamente por Jordan Gavaris (un joven actor canadiense que recibió el premio al mejor actor secundario en los Canadian Screen Awards por este papel y al que podemos ver en Sea of Trees de Gus van Sant) y por Kristian Bruun (canadiense también al que podemos ver en una gran cantidad de cortometrajes producidos en su país, en la serie Murdoch Mysteries y en la película Regresión dirigida por Alejandro Amenábar).
Felix es el hermano adoptivo de Sarah con la que mantiene una relación de protección mutua y a la que intenta reconciliar desde el primer momento con Mrs. S en sus constantes choques personales. Homosexual, bohemio, artista, underground y ejerciendo como escort masculino para pagar el alquiler de su casa, nos tiene acostumbrados a sus extravagancias (y a la visión de sus posaderas cuando pinta sus obras de arte en su apartamento) pero también a su enorme sensibilidad y sentido de la familia. No en vano su apartamento se convertirá en el centro de reunión de casi todo el clone club y será él quien suministre los famosos móviles de color de rosa a cada una de ellas para comunicarse. Felix aceptará sin rechistar la existencia de tantas mujeres idénticas convirtiéndose en su confesor y en el hombro en el que apoyarse y llegando a intentar seducir a la estheticienne clónica Cristal para sacar informaciones diversas; sin embargo será con Alison con quien congeniará desde el primer instante y no es de extrañar. Alison es el personaje más femenino de todas ellas, la que se interesa más por la moda y por los chismorreos y también la que se mete en los líos más extraños que supondrán, en Orphan Black, la incorporación de argumentos y temas de la comedia y de la sitcom en los que Félix tendrá un papel importante. Sin embargo, Felix va a tener una crisis de identidad en la última temporada emitida hasta el momento en la que, al igual que Sarah, buscará sus orígenes encontrándose fortuitamente con Adele, su auténtica hermana, idéntica en cuanto a personalidad y que servirá para completar un arco de personaje más que interesante sin el cual la serie no sería la misma.
Como tampoco sería la misma sin Donnie Hendrix, marido calzonazos de Alison y al que no podemos más que adorar. Hombre de negocios, Donnie entra en contacto con Alison como monitor del instituto Dyad quien le hace creer que está realizando un experimento sociológico; sin embargo, esta monitorización dará lugar a un matrimonio absolutamente peculiar en el que ella lleva los pantalones y Donnie se deja llevar. Mejor dicho, se deja arrastrar y participa activamente en todos los líos en los que le mete el clone club en los que suele ser una especie de damsel in distress mezclado con Mister Bean: desde el asesinato más que hilarante del director del instituto Dyad hasta hacerse pasar por un fisioterapeuta que debe realizar un masaje a una Cristal ligera de ropa, pasando por convertirse en el marido de Helena (con la que mantiene una preciosa relación de amistad-admiración-protección mutua) en su entrevista con la mafia de la droga con la que, sin querer, se ha enemistado, o convertirse en el marido de Cosima en busca de inseminación artificial en Dyad. Un repertorio de situaciones que tienen a Donnie como auténtico protagonista transformándole en el centro en torno al cual gira el género de la comedia en la serie y, por tanto, en un personaje más que imprescindible.
Como hemos comentado a lo largo de este post y del dedicado a las matriarcas de la serie , la familia de cloneclub no se limita a los personajes encarnados por Tatiana Maslany. En cada temporada va creciendo y en cada temporada se celebra esta ampliación con una escena final en que la todos se reúnen ante una buena comida como clausura de los continuos sobresaltos a los que nos someten a lo largo de los episodios además de esperando ansiosamente el inicio de la siguiente.
Doctora en Filología Hispánica por la Universitat de les Illes Balears. Ha sido investigadora principal del grupo RIRCA y ha dirigido tres proyectos de investigación nacionales competitivos financiados por el gobierno español. Actualmente forma parte del proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Trabaja en ficción audiovisual en plataformas diversas, especialmente en temas de arquitecturas narrativas. Tiene una especial debilidad por el posthumanismo y ha publicado distintos trabajos en revistas indizadas y editoriales de prestigio internacional.