Crítica de Venom, una oportunidad perdida
Cuando se anunció el nombre de Tom Hardy vinculado el proyecto Venom todos nos alegramos, pues la participación del actor británico parecía augurar, como mínimo, la realización de una buena película. Poco nos importaba hasta qué punto este sería el Venom de los cómics o por qué Spider-Man no aparecería, porque el bueno de Tom nos regalaría la mejor versión de Eddie Brock que podíamos imaginar y el resultado…dista mucho de ser el esperado, pero seamos francos, tampoco es el peor.
Los que conocimos al personaje desde las viñetas estaremos horrorizados al ver cómo es el nuevo planteamiento del simbionte extraterrestre y Eddie Brock, pues no olvidemos que este se nutre y basa en el humor. Una apuesta meramente comercial para gustar al público generalista, captar el mayor número de espectadores y hacerla así apta para todos los públicos. Si Sony hubiera creído de verdad en el proyecto que tenía entre las manos entonces se habría lanzado a la piscina con una propuesta más innovadora, dando el tono oscuro que el personaje se merece, rozando los límites del terror combinado con el toque superheroico.
La compañía no solo deja de lado todo ese mundo oscuro por explotar, también decide traer un villano de abc: previsible, maniqueo y sin atractivo alguno. Ni siquiera con el malo decidieron arriesgar en lo más mínimo y se nota. Si de verdad se produce la secuela de esta película esperamos que Matanza consiga hacernos cambiar de idea, mimbres de sobra tiene para hacerlo.
Ahora bien, no todo es un desastre en esta película, que curiosamente está batiendo récords de recaudación en todo el mundo, rozando ya los 600 millones de dólares. Un éxito así parecería darle la razón a Sony al apostar por ese tono más desenfadado y humorístico, que como producto de consumo de masas cumple con lo que ofrece, pero que no pasaría el corte de la crítica más severa.
Tom Hardy como Venom
Y es que el actor británico es mucho Tom y parece que todo lo que toca lo convierte en un producto seguro. Su Eddie Brock es diferente al de los cómics pero encaja, tiene carisma y, lo peor para los más escrupulosos del cómic, es que funciona muy bien con su contraparte alienígena, dando así a un Venom diferente pero resultón. A nivel visual cumple y, especialmente, los primeros minutos del film son más que aceptables. Luego la película se va, pero nunca se hace pesada ni lenta. Si hubieran acertado con el villano la sensación general sería muy diferente: no olviden que el nivel del enemigo hace al héroe y casi que al resultado final de una película de este tipo.
En conclusión, Venom no es un peliculón, pero tampoco un desastre. Una cinta digerible para el público menos exigente y una abominación para los fieles seguidores de Eddie Brock en la viñeta. Esperamos la segunda sin demasiadas expectativas.
Periodismo, divulgación y docencia.
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