Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

«¿Cuándo una mentira no es una mentira?»: Watchmen (HBO) Ep. 2-3

Después de un capítulo que nos dejaba llenos de dudas e interrogantes, Damon Linderlof -en su nueva obra transmediática que sigue la estela del cómic de Alan Moore y Dave Gibbons- nos ha dado en estos dos últimos capítulos algunas respuestas y otros tantos dilemas sin resolver.

Si en el primer episodio se nos mostraba una brigada de policía especial de Tulsa muy compenetrada y unida por una gran causa: acabar con el terrible conflicto racial entre la Caballería y esta brigada de policía y todo grupo étnico discriminado; ya en el segundo capítulo -titulado «Martial feats of comanche horsemanship» (Hazañas marciales de jinetes comanches)- se comenzará a desmoronar esta gran relación entre los policías y los justicieros que trabajan junto a ellos a partir del asesinato del jefe de la brigada, Judd Crawford. Este hecho le afectará enormemente a Angela Abar, ya que ambos fueron víctimas del ataque de la Caballería en la conocida Noche Blanca (cuando Angela aún era policía y no la justiciera encubierta que es ahora bajo el nombre de Sister Night).

El primer acto de desconfianza que se llevará a cabo será la retención, por parte de Angela, del principal sospechoso del asesinato del jefe de policía: un anciano negro paralítico, quien es «encarcelado» en secreto en la guarida de Sister Night, y es que ésta duda de que Will (así es como se llama el anciano) haya cometido tal acto en el estado que está y por el hecho de que sea de color (debido a que nunca una persona de etnia afroamericana había acabado con la vida de un policía anti-racista). El punto fuerte de esta trama se dará cuando Angela, siguiendo las extrañas indicaciones de Will, se de cuenta de que quizás no todas las personas en las que confía pueden ser quienes dicen ser, dando pié a una terrible conspiración de la que, de forma involuntaria, puede haber estado participando.

La aparición de Will supondrá un completo cambio en la vida de Angela Abar

En este capítulo también veremos una escena de la nueva serie del momento en ese universo que ningún habitante se pierde: American Hero Story, en la que aparecerá el antiguo miembro de los Minutemen: Justicia Encapuchada, presentado mediante un estilo fílmico que recuerda a películas de los años cincuenta -en concreto veremos una clara referencia al inicio de la película Sunset Boulevard (Billy Wilder, 1950)- pero con una violencia explícita para nada propia de ese tipo de cine; también aparecerá una referencia clara al cómic mediante una escena donde veremos a un quiosquero que duda del gobierno, llegando a especular sobre la posibilidad de que se les esté ocultando, a la población, una terrible verdad (de nuevo se reitera ese sentimiento global de una  posible conspiración); además, se ahondará en la familia de Angela Abar, concretamente en sus hijos (quienes fueron adoptados por ella después de que los verdaderos padres de los chicos -ambos policías- fuesen asesinados durante la Noche Blanca); y, por supuesto, veremos una secuencia donde aparecerá un maquiavélico y excéntrico Adrian Veidt que utilizará a sus siervos (que en realidad no son más que androides humanoides) para que interpreten una obra teatral que representa la transformación del doctor Jon Osterman en el Dr. Manhattan, hecho con el que advertiremos el posible objetivo de Veidt: traer de vuelta al Dr. Manhattan o incluso crear una copia de él.

El violento Justicia Encapuchada llega en el momento justo para detener a unos ladrones.

Sin ninguna duda, el planteamiento principal del capítulo será el dilema de la personalidad y del significado de las máscaras. «Cuando era pequeño y me miraba al espejo, veía a un extraño al otro lado» narra Justicia Encapuchada en American Hero Story añadiendo cómo su traje de superhéroe se convirtió en su nueva piel, en su nuevo ser. Del mismo modo le sucede a los justicieros Sister Night, Looking Glass, etc. Con sus trajes actúan como en verdad son, sus rostros reales se convierten, al final, en sus máscaras.

Si en este episodio ahondábamos más en la vida personal de Angela Abar y en su relación con su difunto comisario, el tercer capítulo de la serie «She was killed by space junk» (Ella fue asesinada por chatarra espacial) , en vez de tener como protagonista a Sister Night, tendrá como personaje principar e hilo conductor de los hechos a un nuevo personaje (interpretado por Jean Smart) que nos llevará al pasado y, a través de una mirada nostálgica, recordará los hechos ocurridos en el cómic del que parte la serie. Este personaje será Laurie Juspeczyk (también conocida como Laurie Jupiter o por su alter ego Espectro de seda), a quien veremos convertida en una excepcional agente del FBI tomando el apellido de su verdadero padre: Blake. Se nos narrará en este capítulo la especialización de Laurie en atrapar a justicieros ilegales -como veremos en una escena que toma lugar en un banco en la que aparecerá un héroe que nos recordará al Dollar Bill del cómic de Moore y a una parodia del Batman de The Dark knight (Christopher Nolan, 2008)- y su nueva misión: investigar el asesinato del jefe de policía Judd Crawford; hecho que dará pié a un conflicto entre Blake y Angela (recordemos que ella conoce al supuesto homicida).

Laurie Blake, pese a haber dejado atrás su pasado como superheroína, tendrá siempre el peso de esos años sobre sus hombros.

Sin embargo, más allá de esta conflictividad entre ambas y los demás sucesos ocurridos en el capítulo, lo que más destacará del capítulo es esa nostalgia hacia el pasado que manifiesta Laurie Blake, quien pese a intentar a toda costa olvidar sus años como superheroína -llegando al punto de detestarlos y trabajar junto al senador Keene (referencia al cómic y a esa ley que prohibía a los héroes) para ilegalizarlos-, estará por completo rodeada de elementos que le recuerdan a su pasado: un búho enjaulado (simbolizando su antigua relación con Búho Nocturno), un cuadro donde aparecen los rostros de Ozymandias, Dr. Manhattan, Búho Nocturno y Espectro de Seda en un estilo pop art, y por último un juguete sexual de una línea especial basada en el Dr. Manhattan guardada en un maletín secreto (siendo esto tanto una referencia al maletín de Pulp Ficiton (Quentin Tarantino, 1994) como quizás una posible broma por los diferentes comentarios hacia la película Watchmen (Zack Snyder, 2009) y diferentes escenas donde veíamos al Dr. Manhattan completamente desnudo). Sin duda, el peso de la figura del Dr. Manhattan estará presente en todo el capítulo, pues al igual que el color amarillo prima en la mayoría de los planos de la serie, en este episodio en concreto, son los tonos azules los que toman más protagonismo en los planos, y la figura de Manhattan acabará teniendo su mayor peso en una escena donde veremos a Laurie mandarle un mensaje a su antiguo amante -a través de unas cabinas especiales para contactar con el nuevo paradero del Dr. Manhattan en Marte-, Blake, para hacer honor a su padre, le narra unos chistes en los que referencia a sus antiguos compañeros y a su verdadera fortaleza.

Entonces podremos decir que estos dos últimos capítulos han servido tanto para comenzar a definir a la protagonista de la serie, comprender su origen y cómo podrá ir evolucionando su monomito (o viaje del héroe); como para tender un puente claro transmediático entre el cómic del 1986 y la serie, y para ver cómo esos personajes que tanto nos han fascinado a los fans del cómic se adaptarán a un mundo diferente del anterior, donde ya poco les queda para convertirse en viejas glorias y caer en el olvido.

 

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