Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Un musical de amores y abismos: «Annette» (Leos Carax, 2021)

«Solo puede ser intrépido quien conoce el miedo pero lo supera; quien ve el abismo con orgullo. Quien ve el abismo con ojos de águila; quien con garras de águila se aferra al abismo; ese tiene valor. Quien con monstruos lucha cuide de no convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti«

Friedrich Nietzsche

Adam Driver, Léos Carax y Marion Cotillard en la alfombra roja del Festival de Cannes de 2021

Hace 37 años se estrenaba en el Festival de Cannes la película Chico conoce a chica, la opera prima de un director conocido por el nombre de Léos Carax. Desde aquel momento, el realizador se ganó la fama de transgresor y provocador. Su siguiente película, Mala sangre (1986), le catapulta hacia la fama. Es aclamada por gran parte de la crítica y el público, que ven en el cine de Carax una forma muy particular de dirigir, escribir y crear.

Los amantes del Pont Neuf (1991) no consigue tanto impacto como su antecesora -a pesar de que a día de hoy sea una de las cintas más aclamadas de su director y del cine francés- y Léos comienza a replantearse su carrera en la industria cinematográfica. Tras Pola X (1999) se aparta del cine y pasa al mundo del videoclip, pero la trágica muerte de su mujer le hace regresar al universo del celuloide una vez más con la polémica y controversial película Holy Motors (2011) dedicada a ella.

De nuevo ausente de la esfera pública, Carax tarda 10 años más en volver a estrenar una nueva obra: Annette. El film abre el Festival de Cannes de 2021 y deja a todo el público conmocionado pues -el director de Mala sangre- ha vuelto a darnos una película apoteósica y única en su especie.

So may we start

Todo comienza en un estudio de grabación. Un hombre está sentado en la sala de mezclas mientras fuma. Es el mismísimo Leos Carax. Tras pedir silencio -al público que está viendo su película-, le dice a su hija –a quien va dedicada esta particular película- que le acompañe. Unas manos comienzan a tocar un piano. A este se le van sumando más instrumentos. A la voz de Russell y Ron Mael (los Sparks) se le unen coros. Ambos hermanos se levantan y salen de la cabina de grabación para encontrarse con Adam Driver, Marion Cotillard y Simon Helberg que se unen cantando y -todos- celebrando y anunciando que estamos a punto de ver una obra cinematográfica sin igual. Al final de la pieza musicar introductoria y totalmente metaficcional -como muchos otros momentos y detalles de la película- todos los actores se despiden y se marchan para volver a aparecer como los personajes que interpretan.

Los actores principales, los Sparks, Léos Carax, su hija y un grupo de coros celebran el comienzo de Annette

We love(d) each other so much

Annette trata de la historia de amor entre el cómico Henry McHenry y la cantante de ópera Ann. Ambos pertenecen al mundo del espectáculo, pero cada uno tiene un público diferente, un «show» diferente. Mientras que el cómico interacciona con su público directamente cantando, bailando, lanzando preguntas, etc. Ann recibe grandes aplausos y alabanzas de unos espectadores silenciosos sumidos por la belleza de su voz y de la orquesta que la acompaña. El romance ente ambos artistas es difícil de entender para algunos, pero no hay duda de que se aman. Disfrutan caminando apaciblemente por el bosque, alejados de sus admiradores, mientras cantan lo mucho que se quieren por encima de todo. Cuando Ann queda embarazada la vida de ambos artistas da un giro inesperado. El nacimiento de Annette supondrá una nueva etapa que superar.

De la loca historia de amor entre Henry y Ann la película da un giro de 180 grados y acaba derivando en la historia de un artista varón ingrato, despreocupado, egoísta y machista que se ve «superado» por la obligación de cuidar de su familia. Mientras Ann sigue trabajando como cantante de las óperas más célebres –Carmen de Bizet, Madama Butterfly de Puccini o Lucía de Lammermoor de Donizetti- Henry debe cuidar de la pequeña Annette sin poder dedicarse plenamente a sus shows que cada vez van decayendo. Ann nota la frustración de su marido y teme por él. La pesadilla que tiene Ann durante un viaje hacia una función evidencia la personalidad tóxica, manipuladora y machista de Henry, acusado (en el sueño) de haber abusado y agredido a sus antiguas exparejas. Ann teme cada vez más por ella, por su hija y por su futuro con Henry; que no acabará en buen puerto…

La puesta en escena revela a través de la luz, el decorado y/o el atrezzo el carácter de cada personaje

She’s out of this world

Como podremos ver, Annette danza entre la realidad del momento dando pie a hablar de temas como la industria del espectáculo, de masculinidades tóxicas, del movimiento #metoopero toda ella está cargada de elementos fantásticos a través de una puesta en escena exagerada y barroca donde destacan decorados intencionalmente sobrecargados y teatrales, por no hablar de que la misma Annette es una marioneta de madera: un detalle obviamente simbólico sobre la explotación de los niños en el mundo del espectáculo y sobre cómo los padres pueden llegar a manipular a sus hijos a su antojo. Annette es consciente de ser una obra artística y usa eso a su favor para poder darse el lujo de romper con todo lo establecido.

Léos Carax -que recibió un merecido galardón al mejor director en Cannes- dirige a través de las letras de los Sparks una obra en la que conviven elementos autobiográficos y temas persistentes en su filmografía -¿hay quizás alguna conexión entre sus personajes y el mundo de los títeres y ventrílocuos?, pues en Mala Sangre su protagonista era capaz de hablar sin mover la boca- además de hibridar no solo géneros -musical, drama, comedia, tragedia…- sino estilos cinematográficos, pues son notables posibles influencias del expresionismo alemán, impresionismo francés, nouvelle vague

En Annette, Carax y su equipo, juegan constantemente con las luces y los decorados dándole a la cinta ciertos parecidos con el expresionismo y/o impresionismo cinematográfico

Más allá del potencial de Carax y de su equipo de fotografía, diseño de producción, dirección artística, etc. el plantel de actores es merecedor de alabanzas. Marion Cotillard y Simon Helberg realizan unas interpretaciones muy potentes y sentidas, pero es Adam Driver el que carga con gran parte del peso de la película. Casi toda la cinta está centrada en su visión de los hechos y el actor aguanta todo lo que debe sufrir -y hacer sufrir- su personaje. Lo da todo para convertirse en el ególatra Henry McHenry, ese cómico que pasa de la risa y las bromas al llanto y la violencia en un abrir y cerrar de ojos. Sin duda Adam Driver es un gran actor de método, como el gran Robert De Niro a quién parece que homenajea en su papel de Jake La Motta en Raging Bull (Martin Scorsese, 1980) cuando su personaje se prepara para actuar y baila de un lado a otro con una bata con capucha al igual que De Niro en los títulos iniciales de la nombrada película de Scorsese.

Adam Driver destaca por encima de los demás actores con una de las mejores interpretaciones de su carrera

El personaje de Driver sufre una verdadera caída a los infiernos. Henry McHenry viste con el color de la envidia, el verde, y se deja llevar por estos sentimientos hasta convertirse en un ser humano resentido y monstruoso capaz de cometer actos atroces. En algún momento de la cinta podemos ver personajes y celebridades reflejadas en el personaje del cómico envidioso. En una de las escenas más duras de la película se atisba un posible homenaje a la película Le piscine (Jacques Deray, 1969) protagonizada por Alain Delon en el papel de un hombre envidioso y ególatra, igual que el de Driver, capaz de hacer cualquier cosa movido por su carácter tóxico.

Verdaderamente podríamos estar hablando largo y tendido sobre Annette pues está llena de misterios, símbolos, homenajes y referencias que acaban sobrepasando al espectador haciendo que, en su camino de vuelta a casa tras el visionado de la película, siga pensando y analizando el extraño musical que acaba de presenciar.

 

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