Decepciones y cuentas pendientes, «She Gets Revenge» (AHS Hotel, 5×10)
Parece que estos días no iban a llegar, pero… ¡ya entramos en la recta final de la quinta entrega de American Horror Story! Hotel está llegando a su fin con solamente tres episodios pendientes de emisión – incluso se rumorea que serán 12 y no 13 los capítulos de los que dispondrá – y, hay que admitir, que la cosa está un poco congestionada. Después de un más que brillante comienzo, donde se nos adentraba en la oscuridad más profunda y perversa del Hotel Cortez y de sus inquilinos, no podemos evitar reconocer que desde hace unos episodios – concretamente desde Room 33 (1×06) – la temporada no nos está fascinando tanto como las anteriores (y eso que Freakshow también acabó decepcionándonos hacia el final…). Y es que, como ya comentábamos en anteriores posts, la serie está llegando a un punto de (semi) estancamiento donde las dos tramas principales está tomando rumbos muy separados y, lo que es aún peor, algunos de los personajes están empezando a perder su esencia inicial.
Si el episodio anterior se titulaba She Wants Revenge, el que básicamente se centraba en los planes de la vendetta personal de Ramona y Donovan hacia el persoanje de Lady Gaga, este nuevo capítulo aparentemente intentará responder si sus planes de venganza han dado resultado o no. Y digo «aparentemente» porque el título más que confuso del episodio de esta semana, She Gets Revenge, no se centrará en eso. Al contrario, tendremos que esperar si The Countess caerá por su propio peso o a manos de cualquiera de sus enemigos… Porque, si algo podemos estar seguros es que la condesa caerá tarde o temprano. Pero bueno, vayamos por partes.
Esencialmente, She Gets Revenge es un episodio de relación de personajes. Por un lado, tenemos relaciones que se darán una segunda oportunidad y tendrán la ocasión de limar asperezas. Mientras la siempre divina Liz Taylor se reencontrará con su hijo tras más de 30 años sin verse y conseguirán recuperar el tiempo perdido, lo que le hará replantearse su posición dentro del Hotel Cortez; John y Alex harán balance de sus nuevas «condiciones» – las cuales ya sabéis cuales son – reanudando su matrimonio y volviendo a casa como… ¿una familia unida?
Por otro lado, y más allá de los momentos más afables del episodio, también tendremos su lado más lúgubre (que esto es AHS, no nos olvidemos…) Y es que, como no puede ser de otra manera, las que sufrirán más y se llevarán la peor parte serán las mujeres. The Countess tendrá que lidiar con la angustía de su reencuentro con su gran amor, Rodolfo Valentino, y con un Donovan dispuesto a hacer lo que sea para reconquistar a su condesa, mostrándole su lado más oscuro. Y, a su vez, encontraremos a una Hypodermic Sally despechada y con el corazón roto al ver a su adorado John volver con su mujer. Sea como sea, muchos de los personajes en este episodio son traicionados y abadonados por las personas en las que más confiaban. Porque, no olvidemos que el tema principal de Hotel son todo tipo de adicciones. Y, una de las mayores adicciones que nos vamos a topar en el Hotel Cortez es el amor y todo aquello que comporta la falta de él.
Aunque si algo hay que comentar es que este sea, tal vez, el episodio más bizarro de la temporada hasta ahora. No tanto por el contenido de la trama y su estética – que ya sabemos que cosas más enfermizas y perversas hemos visto (y veremos) durante la antología – sino por el ritmo y los cambios de tono tan extraños que se efectuarán mientras avanza el capítulo. Al ver She Gets Revenge no he podido evitar acordarme de esos episodios de The X Files tan raros en el que mezclan sus tramas más sobrias con un humor completamente sin sentido dentro de la narración y, sobretodo, tan fuera de tono. Esos episodios que, con muy cariño y a modo de fan, denominábamos «los más «locos» de la temporada». Y es que, más allá de su tensión y su seriedad, hemos podido disfrutar de momentos de auténtico humor gamberro dentro del capítulo: empezando por ver a la siempre risueña Miss Evers más contenta que unas pascuas al descubrir el detergente con oxígeno activo o cuando le regalan una lavadora de última generación; pasando por la presentación de powerpoint de Iris con arcoiris y animalitos o el aparente recato de The Countess ante la policía; hasta esa escena final en el más puro estilo Thelma & Louise/Tarantino o tan «gangsta» – por denominarlo de alguna manera – con Liz y Iris (esta última escena está especialmente fuera de tono. Fantástica, pero es una locura en sí misma…)
El experimento de Murphy y su equipo está comenzando a tambalearse levemente el que se está volviendo un poco reiterativo en cuanto a la trama y, aunque ya sucedió de manera parecida en Freakshow, la serie comienza a perder se premisa inicial olvidándose de la conexión entre todos los personajes en algún punto de la misma. Por eso, después de cuatro episodios monotemáticos – recordemos que Room 33 y Flicker se centraron de manera (casi) exclusiva en el backstory de The Countess y que The Ten Commandments Killer se centró en John – muy impropio de las producciones de Murphy hasta ahora, es de agradecer que recupere la intención coral de la serie y poder ver a todos y cada uno de los personajes. Y es que, sinceramente, es un auténtico placer el poder disfrutar de todo el magnífico cásting en un solo episodio, aunque solo aparezcan en una breve ocasión.
Al contrario que pasaría con el resto de temporadas, nos encotramos a escasas semanas del desenlace y aún no tenemos ni idea de cómo puede continuar ni lo que podemos esperar de la serie. Bueno, sea como sea, esperemos que Hotel vuelva a recuperar el estilo de narración de su magistral comienzo y rescatar el tono lyncheano que ha estado perdiendo en esto últimos capítulos. ¡Confiaremos en ello!
Lo mejor: ver al reparto completo en el episodio. Y, como apunte personal, Miss Evers. Es un personaje al que encuentro particularmente divertido e interesante al que los guionistas deberían aprovechar más. Creo que daría mucho más juego del que algunos de los protagonistas están dando a estas alturas de la temporada.
Lo peor: que parece que Hotel se está dispersando un poco de su premisa inicial y algunos personajes están comenzando a desdibujarse demasiado. Esperemos que la cosa remonte en esta recta final…
Lo más destacable: los singulares puntos de humor sin sentido alguno en el capítulo. Después de asistir a la temporada más oscura y enfermiza de la antología, se agradece un poco de locura sana.
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora en el grado de Comunicación Audiovisual en CESAG-Universidad de Comillas. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en la investigación en game studies y TV studies.