Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Ciclo indie (13): fallos del sistema, «Assassination Nation» y «Unsane»

Hoy en nuestra sección de cine recuperamos nuestro hilo dedicado al cine de bajo presupuesto y que no goza de una amplia distribución en los circuitos masivos. Como ya sabéis, en cada artículo recomendamos el visionado de dos largometrajes que giran en torno a una temática parecida o que engloban estrategias narrativas y estéticas similares. En esta ocasión, hablaremos de dos obras que tuvieron muy poco recorrido en España: Assassination Nation y Unsane (ambas del 2018).

La primera de ellas dirigida por el debutante Sam Levinson y estrenada en el Festival de Sitges de este año, Assassination Nation narra la historia de un grupo de amigas que gozan de una vida adolescente idílica: buenos resultados académicos de día y fiestas salvajes de noche. Sin embargo, la aparición de un hacker anónimo que comenzará a distribuir las intimidades más inconfesables de varios miembros de la comunidad hará que se genere un malestar en el barrio y una alarma social incontrolable. En este sentido, este incidente va a salpicar de lleno a las vidas de nuestras protagonistas – Lily (Odessa Young), Sarah (Suki Waterhouse), Bex (Hari Nef) y Em (Abra) – quienes no solo serán víctimas del hackeo, sino que serán culpabilizadas y perseguidas por estos crímenes.

Las chicas se relajan antes de que estalle la tormenta

Así, la intención principal de la película girará en torno a lanzar una crítica al sistema tecnológico actual y cómo éste generará la construcción de una serie de hábitos sociales e identitarios que desembocarán en mensajes de odio, violencia extrema y en una comunidad misógina. O, ¿realmente solo eran comportamientos que estaban latentes en nuestra biología y que han encontrado la vía perfecta para manifestarse? En todo caso, el (mal) uso de las redes sociales y de los dispositivos electrónicos serán los que motiven este tipo de comportamientos en el sistema que nos plantea Assassination Nation y que parte de la invasión – y la futura viralización- de la privacidad en la era de Internet. Una temática que se explorará durante la cinta y que se cuestionará la veracidad de la información íntima de los afectados al igual que las consecuencias tóxicas resultantes en la sociedad.

Estas premisas tendrán una fuerte vinculación con el aparato estético del film, el que se irá transformando siendo consciente de sus referentes visuales. Un estilo pastiche que llegarán desde la acción más gore como la franquicia de La Purga, hasta el colorido estridente y la coreografía de la cámara del giallo italiano (la escena del asalto a la casa es una auténtica maravilla técnica) y, pasando por escenas hiperbólicas realizadas en split screen y con ángulos imposibles.

El segundo largometraje nos vendrá del veterano cineasta americano Steven Soderbergh. Con un discreto estreno en España, Unsane – o Perturbada en su traducción al castellano – relatará la historia de una mujer Sawyer Valentini (Claire Foy) que será erróneamente internada en un centro psiquiátrico y del que intentará escapar por todos los medios.

Sawyer (Claire Foy) se enfrenta a su mente en Unsane

Teniendo una clara estructura de thriller – solo basta con leer la premisa – Unsane ha resultado ser una auténtica sorpresa en muchos ámbitos. Primeramente, quien conozca la filmografía de Soderbergh puede llegar a deducir que el argumento irá más allá de un simple “plan de fuga”. Al igual que ya desarrollará en otras de sus producciones (Side Effects, Contagion, The Informant, Traffic, The Girlfriend Experience o Erin Brokovich), el director planteará una fuerte crítica a las instituciones corporativas; en este caso, el sistema de internación psiquiátrica explorando las causas reales por las que la protagonista termina en el manicomio. Por supuesto, el film también girará en torno a la fina línea entre la locura y la cordura del personajes de Claire Foy y en las circunstancias personales que le harán actuar de cierta manera frente a las situaciones que se le plantean. Así, Sawyer será un personaje femenino muy diferente a los que nos solemos encontrar en la ficción y que, prácticamente, no mostrará simpatía alguna. Una forma de experimentar con la construcción de personajes que se convertirá en uno de los mayores alicientes del film.

Sin embargo, lo realmente interesante de esta producción será su estilo visual. Rodado en apenas 10 días, Soderbergh decidirá filmar la película con un iPhone 7 Plus a través de una aplicación telefónica llamada FiLMic Pro. Una experimentación con el formato digital que aporta la atmósfera inquietante y sórdida que la trama requiere. El uso de una imagen en 4K con composiciones angulares, un montaje que combina lo pausado con lo frenético y la decisión de experimentar con la cámara en mano ayuda a crear ese espacio claustrofóbico y geométrico que será el entorno hostil que rodeará a Sawyer y que, en pocas palabras, será una traslación física de los que sucederá en su mente.

En definitiva, podríamos concluir que ambas películas se enmarcan dentro del sinfín de producciones que relatan los fallos del sistema y cómo la sociedad se enfrenta a ellos o, en su efecto contrario, los normaliza. Dos obras postmodernas que hablan de una caza de brujas (la segunda a nivel figurado y la primera a nivel literal) en los tiempos de la digitalización. Assassination Nation y Unsane son dos realizaciones técnicamente impecables y verdaderamente sorprendentes que deberían formar parte de la filmografía imprescindible del cine independiente.

 

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