Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Elektra y Punisher, el origen de los secundarios de lujo de ‘Daredevil’

En la nueva temporada del Daredevil de Netflix ha destacado la presencia de dos secundarios de lujo, directamente sacados de la continuidad de los cómics de Marvel. Se trata de dos personajes muy conocidos por el público (al menos por el lector) y no es la primera vez que se asoman a la pequeña (ni a la gran) pantalla. Elektra ya tuvo su propia adaptación al cine (Rob Bowman, 2005) en una lamentable película protagonizada por Jennifer Garner, mientras que Punisher (o Castigador, como es conocido en castellano) ha conocido un mínimo de tres adaptaciones a la gran pantalla (1989, 2004, 2008), todas ellas bastante desafortunadas.

Pero vamos por partes. Mientras Elektra es un personaje de la serie Daredevil, Punisher tiene una trayectoria mucho más amplia. Aparece por primera vez en 1974 en Amazing Spider-man como villano, y desde entonces su popularidad no hace más que aumentar: aparece en diferentes colecciones hasta que consigue su propia cabecera en varias ocasiones. Al igual que otros personajes del mundo Marvel, sus inicios como antagonista no fueron impedimento para que los sucesivos guionistas rebuscaran en su pasado para crear poco a poco una personalidad con la que crear a un verdadero antihéroe. Frank Castle, el Castigador, es un ex marine cuya familia es asesinada, como víctimas colaterales, por la mafia. A partir de ahí, empieza una cruzada personal contra el crimen en la que Castle no tendrá miramientos en liquidar a cualquier delincuente que se cruce en su camino.

Punisher es sin duda un personaje fruto de una época. Aunque aparece a mediados de los años 70, su momento cumbre lo vive durante la época de Reagan como presidente de los Estados Unidos. El giro conservadurista de unos EEUU que abogaban por un regreso al espíritu individualista de los pioneros estadounidenses es algo que puede rastrearse claramente en las ficciones de la época. La estimulación del libre mercado, el no-intervencionismo del estado, la progresiva brecha entre ricos y pobres, y la sensación de que cada uno debía mirar por sí mismo fue el germen que creó a muchos de los vigilantes, justicieros por cuenta propia, de la cultura popular. Héroes que operan al margen de la ley porque la ley no les ha ofrecido alternativas. Es el momento de personajes como Lobezno, Motorista Fantasma, Morbius, el Batman de Frank Miller, los Watchmen de Alan Moore… Y eso sólo en el cómic. En este contexto se entiende la aparición de Punisher.

El caso de Elektra es diferente. Y es que pertenece, o al menos se origina, en el exclusivo universo que Frank Miller creó para su versión de Daredevil. La serie de Netflix, en este aspecto, ha sido bastante respetuosa con el legado de este autor sobre el personaje. Frank Miller inicia su periplo en la serie regular de Daredevil en 1982 tan sólo como dibujante, pero al ser un título que cada vez tiene peores ventas, finalmente termina como autor completo y con total libertad para hacer y deshacer en una serie que tiene los días contados. Esta libertad es la que permite a Miller reenfocar una cabecera que ya tenía cerca de 15 años a sus espaldas: introduce su gusto por la cultura japonesa, las artes marciales y los ninjas, con el clan de asesinos de La Mano, pero sobre todo su gran creación es Elektra Natchios, una asesina de origen griego que se convertirá en el primer gran amor de Matt Murdock, alias Daredevil. El suyo es un amor trágico, pues Elektra finalmente termina asesinada por Bullseye, uno de los archienemigos del Hombre Sin Miedo. Pero el fandom, a estas alturas, ya no podía prescindir de una figura tan atractiva como peligrosa. Miller asesinó conscientemente a Elektra, puesto que entendía que era su personaje, pero la compañía se encargó de demostrarle que eso no era así, porque Elektra seguiría apareciendo (convenientemente resucitada, eso sí) por el Universo Marvel, pero Miller siempre insistiría en que «Elektra está muerta», y que aquella asesina no era su personaje. Problemas de propiedad intelectual aparte, lo cierto es que Elektra ha seguido pululando por Marvel hasta la actualidad, en la que, junto a otros villanos, forma parte del supergrupo Thunderbolts.

Ambos personajes en el Daredevil de Netflix siguen en cierta forma el espíritu del cómic original, y el de los guiones de Miller en particular, a pesar de que éste nunca se ocupara de Punisher en profundidad. La segunda temporada de la serie ha servido para expandir este universo y trasladarlo coherentemente a la pantalla. ¿Qué más sorpresas nos aguardarán en la tercera temporada?

 

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