Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

Estreno de la novena temporada de «Doctor Who»

Arranca una nueva temporada de una de las series de culto de la BBC, Doctor Who, en este primer episodio de la novena temporada resulta muy significativo el cambio de ritmo de la narración de los acontecimientos al que su productor y guionista ejecutivo Stephen Moffat nos tiene acostumbrados. La multiplicidad de tramas en un orden temporal diverso convergen a los pocos minutos en uno de los episodios más trepidantes de los últimos tiempos, especialmente si tenemos en cuenta que el primer capítulo de cada temporada suele ser narrativamente más ligeros, ya que acostumbran a desarrollar la personalidad de un nuevo doctor, o de sus nuevos acompañantes.

Este primer capítulo destaca, no tanto por la participación del Doctor, sino por la predominancia de los personajes femeninos que le acompañan: Clara, Missy y Kate L. Stewart. La proactividad de Kate y Clara es sobresaliente en este primer episodio, ya que colaboran en el desarrollo de la trama evadiendo diversos obstáculos en busca del Doctor. Si bien la personalidad de Clara es poliédrica, debido a su naturaleza (“The Bells of Saint John” y “The Name of the Doctor”), en este episodio toma una actitud proactiva a la que no estábamos acostumbrados desde su debut. El personaje de Missy, una “Time Lady” también conocida como el Maestro antes de su regeneración en femenino, ahonda en un aspecto del que no habíamos teníamos constancia desde las primeras temporadas de Russell T. Davies: su relación con el Doctor como, aparentemente, únicos supervivientes de su especie (“Last of the Time Lords”). Si bien es igualmente proactiva en la búsqueda del Doctor, sus intenciones no llegan a quedar del todo claras. Sin embargo, Missy cumple la función de acompañante del Doctor, frente a una Clara mucho más joven y menos versada en la trama clásica, ya que es Missy quien aporta la comicidad al episodio, aclara al público neófito las normas por las que se rige el Doctor y desarrollar la trama de Davros y Skaro, convirtiéndose en la “sidekick” perfecta.

Otro de los elementos llamativos es la cantidad de referencias a la serie clásica o “Classic Who” (1963-1989) que aparentemente están presentes en este episodio, cuestión que ya los guionistas llevan apuntando algún tiempo. Este episodio se centra en Davros y su infancia atormentada, uno de los enemigos más feroces del Doctor y en Skaro, hogar de los Daleks, responsables de la extinción en Gallifrey.  Si bien la mayoría de los archienemigos del Doctor desde el restablecimiento de la serie en 2005 provienen de la serie clásica, esto ya no es suficiente para los seguidores que piden cada vez con más contundencia una vuelta de la serie a las tramas clásicas, con especial atención al retorno de Gallifrey, el planeta natal del Doctor y de Missy, referencia que queda patente en el episodio especial del 50 aniversario.

El debate filosófico de este capítulo gira en torno a la salvación de Davros cuando era un niño, antes de convertirse en uno de los asesinos más sanguinarios del universo. La eugenesia o la capacidad moral de decidir quién debe vivir vuelve a tomar fuerza en este episodio, asunto tratado en el epicentro del show desde los años setenta y ochenta, y recuperado por Russell T. Davies para las primeras temporadas de New Who (2005-actualidad). Sin embargo, el oscurantismo con la que es tratado este tema en “The Magician’s Apprentice” nos revela la personalidad de un Doctor que no siempre ha estado a la altura de las circunstancias. El final abierto de este episodio en este sentido, no nos permite tener una postura clara por el momento. Todo ello va acompañado de una alta carga irónica y humor negro que relativiza el concepto de bien-mal. Debemos esperar al siguiente episodio para averiguar qué le aconteció realmente a Davros en su infancia.

Los efectos especiales vuelven a dominar la puesta en escena de esta temporada. En un contexto de crisis económica en la que diversos shows han sido cancelados o defenestrados parcialmente –acortando su calidad o el número de episodios por temporada – de la televisión pública inglesa, Doctor Who prevalece como una de las apuestas más firmes de la cadena manteniendo su horario de máxima audiencia los sábados por la noche. Todo ello viene avalado por dichos efectos especiales, que esperemos perduren en esta temporada, ya que permiten el desarrollo narrativo de la serie en localizaciones más allá del planeta Tierra.

Para finalizar, otro de los momentos más esperados de esta temporada es la ya anunciada salida del personaje de Clara del show. Algo con lo que los guionistas jugarán muy posiblemente a lo largo de gran parte de la temporada. Resultará como siempre, en uno de los momentos álgidos de la serie, junto con las regeneraciones del doctor, a la espera de nuevas incorporaciones. Múltiples teorías se desarrollan ya en los foros de discusión sobre la salida de Clara, y este episodio no deja indiferente al espectador tampoco en ese aspecto.

En definitiva, un gran comienzo de temporada que deja el listón muy alto a lo que se avecina, tanto desde el punto de vista narrativo, como interpretativo.

 

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