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Eyes Wide Shut o la mejor película de navidad

A una semana de Nochebuena y tras haber visto todas las películas sobre navidad posibles, siempre surge la pregunta (o al menos en mi caso) de cuál es la mejor película de navidad de todos los tiempos. Es una pregunta compleja porque hay tantas y de tantos géneros que cuesta horrores decidirse. Love Actually, Solo en casa, Vacaciones, La jungla de cristal, Elf y Que bello es vivir son algunas de las películas navideñas más famosas, pero sus tramas no son de lo más originales o complejas, son para toda la familia, lo que es normal, pero no es mi rollo. Y os preguntaréis, entonces, ¿cuál es la mejor película de navidad? Yo lo tengo claro: Eyes Wide Shut.

Pensaréis que no tiene sentido, pero si se analiza un poco, Eyes Wide Shut es una película de navidad, además de la película por excelencia de crisis matrimoniales. Comienzo con la exposición de mis argumentos de porque es una película festiva. En primer lugar, dejando de lado el ambiente navideño, el hecho de que uno de los matrimonios más icónicos de los 90 protagonice la última película de Stanley Kubrick es algo digno de mencionar. En segundo lugar, el hecho de que un matrimonio discuta en navidad es muy típico en estas fechas y en esta película se retrata a la perfección. En tercer lugar hay árboles de navidad en todas las escenas y las calles de Nueva York están decoradas con luces y adornos navideños. Si que es verdad que lo menos navideño, pero a la vez lo más tétrico, es toda la escena de la orgía ritualizada organizada por la élite neoyorkina. En esa escena no aparece ningún árbol de navidad. 

Las películas de navidad por lo general suelen giran en torno a un giro de los acontecimientos, en torno a la familia o en torno a un tren que aparece en medio de la noche para llevar a unos niños al Polo Norte a la aldea de Santa Claus. Pero Eyes Wide Shut cambia la dinámica de este tipo de películas y nos introduce un thriller con temática navideña que ocurre en una crisis matrimonial derivada de una noche en la que la pareja fuma hierba que hace que el Dr. Harford (Tom Cruise) se emparanoie y se piense que su matrimonio se está derrumbando porque su mujer Alice (Nicole Kidman) tuvo fantasías con un marinero con el que cruzó miradas en un hotel. Si esto no es originalidad en una película con temática navideña yo no sé qué puede serlo. El hecho de que haya más de un árbol en todas las escenas ya la hace navideña y en esto tiene que ver el director, que quiso que no se olvidase que transcurre durante de la navidad. 

Creo que en realidad este artículo lo hago porque me parece un filme excelente y lo relaciono solamente porque pasa en navidad. Porque la trama no gira entorno a una familia feliz, ni una trama navideña, pero que pasa en navidad. El sexo está presente en todo momento del filme, ya sea durante la orgía a la que acude el Dr.Harford o durante la fantasía sexual que se imagina Bill con su mujer. El hecho de que esta película acabase con el matrimonio de Kidman y Cruise hace que la ficción se convierta en realidad ya que, es sabido que Cruise no podía entrar en el set de rodaje mientras su por aquel entonces mujer realizaba las escenas de sexo con el marinero. Además, creo que Alice Harford es uno de los papeles femeninos más complejos, oscuros y desequilibrados del cine de Kubrick ya que cada acto que hace es una sorpresa para el espectador, aún así me fascina este personaje.

Hablando más en serio, Eyes Wide Shut, es la película por excelencia de crisis matrimoniales y no es coincidencia ya que, el año 1999 es el año que reina las películas de todo tipo de crisis como es visible en filmes como El club de la lucha (David Fincher),  American beauty (Sam Mendes) o Matrix (Hermanas Wachowski). No es de extrañar que el último filme de Kubrick, quien falleció antes de que se acabara de rodar, sea toda una revolución por su ritmo tan marcado, por sus planos que parecen cuadros, por la banda sonora que no deja a nadie indiferente, por el carácter explicito a lo largo de la película, por sus personajes y por la crisis matrimonial que ocurre. Es indudable que esta película fue una revolución ya que no se había visto nada parecido, una crisis de este tipo con unos personajes tan complejos y fascinantes a la vez, porque no se puede apartar la mirada una vez empieza la película. 

Y por último, el filme acaba con una secuencia totalmente navideña: después de que el matrimonio haya pasado unos días un tanto extraños por las relaciones de Bill con la orgía organizada por la élite de Nueva York mientras se lo oculta a su mujer, la pareja se va con su hija a comprar unos regalos de navidad (obviamente) y mantienen una conversación de como pueden arreglar la situación que están viviendo. A Alice se le ocurre la solución para resolver esta realidad, acabando la última película de Stanley Kubrick con una palabra tan provocadora para espantar a los puritanos de Hollywood, una palabra alborotadora cómo el maravilloso cine de Kubrick. Alice nos pone deberes a todos diciendo que, hay algo muy importante que tienen que hacer cuanto antes, a lo que Bill le responde a que se refiere, y ella le espeta: follar (fuck). Creo que todos tenemos que coger el consejo de Alice Harford y aplicarlo cuanto antes.

 

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