Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

George “Pornstache” Mendez. Vuelve el hombre

TEMPORADA UNO

1.

Mi bello Mendez,

Me resulta imposible soportar esta atracción. Tu bigote sexy y tu cuerpo atlético me tienen loca. Sé que está mal y romperemos las normas, pero ¿podemos arriesgarnos y vernos en algún lugar privado para que te demuestre que bajo este uniforme de interna hay una mujer apasionada?

Impacientemente,

Daya

2.

Estimado Sr Mendez,

Desde este momento y por orden de la oficial Figueroa, se encuentra Vd. de permiso sin paga. Efecto inmediato.

Oficina General de Prisiones del Estado

3.

Daya, I love youuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!!!

ears

TEMPORADA DOS

1.

George is back, bitches (no va por ti, Daya, a ti te quiero).

2.

«Red», maldita vieja comunista. Vas a pagar por lo que me hicisteis. Hazme un bocadillo. Ya.

3.

Bennett,

Ya no sé qué pensar. No sé si eres un cobarde, un caballero o una rata. Pornstache me sigue a todas partes, dice que quiere cuidar de mí y de mi bebé. ¿Y tú mientras tanto qué haces? Soy  una presa. Nada está en mis manos.

Confusa pero enamorada,

Daya

triángulo

TEMPORADA TRES

1.

Espectadoras en foros: “Por fin el malnacido de Pornstache tiene lo que se merece. Que aprenda lo que es vivir en la cárcel, que se dé cuenta de lo que pasa cuando tú no eres quien tiene el poder”.

2.

Querida Daya,

Tú no me conoces, pero George es mi hijo. Es un buen chico, y quiere hacer lo correcto. Mientras él esté en prisión, me gustaría hacerme cargo de ti y de tu bebé, si me lo permites. Siempre he querido ser abuela.

Esperando tu respuesta desde la compresión de que quizá nunca llegue,

Ms Mendez

3.

Daya, mi amor:

Sé que esto es duro, tú en una cárcel y yo en otra. Pero se hará justicia. Estaremos juntos. Soy otro hombre. Quiero cuidar de nuestro hijo. Te quiero. Maldita sea, te quiero y saldré de aquí aunque tenga que matar a alguien para conseguirlo.

George

wait

CODA

Como espectadora y como analista de series de televisión, siento admiración a la vez que pena por Pablo Schreiber, que ha aceptado el reto de interpretar al personaje más detestable de una serie supuestamente llena de criminales, pero donde algunos “buenos” para el sistema resultan ser personas deleznables. Hace un muy buen trabajo y, aunque los episodios de Orange Is the New Black en los que él aparece resultan a veces muy duros de ver, su personaje se echa de menos cuando no está para llenar de testosterona el aire, las tuberías y hasta la sopa. A pesar de los pesares, larga vida al repugnante Pornstache.

 

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