Representación, Ideología y Recepción en la Cultura Audiovisual

«Last Day of June»: cuando el videojuego se convierte en un vehículo para la melancolía

Last Day of June es un proyecto que nace de la mente del desarrollador Massimo Guarini y que se inspira en un video musical del rey del rock progresivo: Steven Wilson. Se trata de un prolífico artista (cuenta en su haber con más de cuarenta discos publicados, actualmente en solitario, anteriormente con bandas como Porcupine Tree, No-man, Blackfield o Bass Communion,) que siempre ha cuidado hasta el último detalle todo cuanto rodea a su música, con la que trata de contar historias rara vez alegres, como el mismo reconoce. La obra del músico inglés cuenta con un elemento cinematográfico que se pone de relieve en sus videoclips, en el despliegue visual que ejecuta sobre el escenario en sus conciertos y en las fotografías del danés Lasse Hoile, que lleva años ilustrando su larga trayectoria. No es de extrañar, pues, que Guarini sucumbiera al embrujo de la experiencia audiovisual que es “Drive Home”, canción que se encuentra en el álbum The Raven That Refused to Sing and Other Stories (2013), cuyo video fue animado por Jess Cope, que ha trabajado en proyectos como Frankenweenie, de Tim Burton. En 2015, Ovosonico, el estudio de Guarini, se puso en contacto con el maestro para hacerle una extraña propuesta: expandir la experiencia del videoclip y trasladarla a la dimensión del videojuego.

Y es que Steven Wilson, que se confiesa desconocedor del medio, ha criticado duramente a lo largo de su carrera las nuevas tecnologías, advirtiendo de los potenciales peligros de un mal uso de las mismas. Esta es una criba de la que las redes sociales, las actuales plataformas de consumo de música o los propios videojuegos no han escapado. Con echar un rápido vistazo a algunas de las letras de las canciones de Wilson nos percataremos de ello. De ahí que el ofrecimiento pudiera resultar algo osado, pero una vez le informaron de la existencia de los indie games, y con ellos de una forma distinta de desarrollar videojuegos, el artista no se lo pensó dos veces. Al fin y al cabo, se trataba de construir una historia con un apartado artístico muy cuidado tanto en lo sonoro como en lo visual, y que, ante todo, consiguiera conmover al jugador llevándole a experimentar emociones tan humanas y propios de la música de Wilson como la melancolía; pero esta vez en clave interactiva.

Así es como empezó a gestarse Last Day of June, hasta convertirse en lo que es hoy; un videojuego en el que el amor y la pérdida son los temas principales. Los protagonistas son Carl y la propia June, una pareja que reside en un pequeño e idílico pueblo apartado de la civilización, en el que reina una calma contagiosa, casi pastoral. Al inicio de la aventura la armonía se masca en el ambiente, y esto es algo que se ve potenciado por los tonos cálidos de las melodías seleccionadas por el propio Steven Wilson para este primer pasaje. Sin embargo, algo terrible está a punto de suceder. De regreso de una excursión a un muelle cercano, Carl y June sufren un accidente de tráfico con consecuencias fatales. June muere junto con el bebé que se estaba gestando en su vientre, y Carl queda postrado en una silla de ruedas, condenado a rememorar el accidente y a recordar los bellos momentos compartidos junto a su amada, así como a lamentarse por todo aquello que nunca llegará a ser.

LDOJ protagonist 3
Los recuerdos de June acompañan a Carl y le atormentan.

A partir de aquí el juego se configura como una aventura en la que hay que resolver sencillos puzles, con el efecto mariposa como clave de su mecánica. A grandes rasgos, Carl parece tener ante sí la posibilidad de evitar el accidente modificando algunas de las acciones que los habitantes del pueblo llevaron a cabo instantes antes de que este se produjera. El elenco de personajes controlables incluye a Carl, a una chica enamorada de él en secreto, a un niño, a un cazador y a un anciano, todos ellos diseñados por Hajo Müller. Estos personajes respetan la estética de los de “Drive Home”; sus cabezas son grandes y no tienen ojos, tan solo cuencas. Además, no hablan, únicamente emiten sonidos, lo que contribuye a potenciar la importancia de las acciones que tienen lugar, y a enfatizar las emociones por encima de las palabras, otorgando de paso un mayor peso a las melodías de Wilson.

Last Day of June (characters)
El elenco de personajes de Last Day of June es limitado.

Last Day of June es un videojuego sencillo, pequeño, accesible y asequible para cualquier jugador. No es necesario ser excesivamente diestro, tan solo comprender las reglas de causa y efecto para modificar las historias de cada personaje y tratar de salvar a June de su fatídico destino. A nivel narrativo mantiene al jugador en ascuas, a la espera de la resolución final que permita dilucidar el devenir de June y Carl en una interacción habitada por melodías delicadas que ponen la banda sonora perfecta a un espacio estéticamente armónico, que el propio músico ha definido como un cuadro en movimiento.

Pero la gran pregunta que se erige ante una obra como Last Day of June es si realmente ofrece una experiencia capaz de mover al jugador a las lágrimas. Y, a este respecto, es probable que si visitamos ciertos videos de youtubers jugando a este juego los descubramos vendiendo sus lágrimas de cocodrilo. Sin embargo, probablemente la respuesta más lógica sea que dependerá de cada jugador, de su experiencia en la vida, de donde se encuentren sus sensibilidades e incluso del momento emocional por el que esté atravesando en el momento justo en el que se embarque en esta aventura.

Si hubiera que ponerle algún pero a la obra podríamos referirnos a su escasa duración, pero no es la cantidad sino la calidad lo que debe primar en una creación de estas características. En cualquier caso, la obra de Guarini pone una vez más de relieve que la industria del videojuego está avanzando en direcciones que poco o nada tienen que ver con las de las grandes producciones, ofreciendo pequeños paquetes de experiencias que, por lo pronto, tratan de evocar las más puras emociones humanas, y esa es una pretensión más que encomiable. A ese respecto Last Day of June es, indudablemente, todo un éxito. ¿Llorarás tú cuando alcances el zénit de esta historia?

 

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