«Mar de plástico»: un thriller policíaco, la nueva apuesta de otoño de Antena 3
Booomerang TV produce para Atresmedia este otoño un nuevo thriller policíaco que disfruta de altos índices de audiencia (3.7 millones en el quinto episodio y 3.5, en el sexto), siendo incluida como una de las ficciones españolas más originales y destacadas en el panorama internacional junto con Sé quién eres e Inside, en la lista “The Wit” del festival televisivo MIPCOM, celebrado en Cannes. La propuesta cuenta, como viene haciendo Atresmedia (lo tratábamos en el post del 24 de julio, dedicado a Vis a Vis), con la utilización de estrategias transmedia y potencia su presencia en la web de Antena 3 (en la que se ofrecen pistas a la audiencia promoviendo su participación, se convocan concursos, se añaden materiales adicionales como entrevistas a los actores) y en las redes sociales como Facebook y Twitter.
Un primer punto a destacar es la selección de un gran elenco de actores encabezado por Rodolfo Sancho (Isabel, El ministerio del tiempo), Belén López (Motivos personales, Luna, el misterio de Calenda), Pedro Casablanc (Los nuestros, Amar es para siempre), Jesús Castro (La isla mínima) y Patrick Criado (Águila Roja, El club de los incomprendidos). Además, lo completan Federico Aguado (Amar es para siempre), Luis Fernández (Los nuestros, Los protegidos), Nya de la Rubia (Dreamland, Cuéntame cómo pasó), Fernando Cayo (Toledo), Will Shephard, Máximo Pastor (Algo que celebrar), Yaima Ramos, Eva Martín (Amar es para siempre, Víctor Ros), Lisi Linder, Andrea del Río (Sin identidad, Cuéntame un cuento), Andrea Ros (REC 2), Ángela Vega (La isla mínima), Tamara López (Arrayan), Jorge Suquet (Víctor Ros), Luka Peros y Jesús Carroza (La isla mínima).
Sin más pretextos debemos comentar que el desencadenante de la acción radica en el brutal asesinato de Ainhoa, la hija de la fría y (casi sin escrúpulos) alcaldesa de Campoamargo, un pueblo ficticio (con muchas escenas grabadas en Almería) y cuyo nombre implica un cierto simbolismo además de pistas sobre qué va a pasar. El racismo se plantará en escena junto a la xenofobia, una juventud desorientada, la rabia de las “primeras mujeres” de algunos hombres de mediana edad hacia las segundas mujeres rusas que parecen habérselos arrebatados por su belleza y quererles solamente por el dinero que tienen el cual les permiten poder llevar un alto nivel de vida a su costa, la corrupción y unos tintes de caciquismo en un pueblo multicultural donde conviven españoles, árabes, gitanos, temporeros guineanos y rusos.
Héctor, como sargento del cuerpo de Policía Judicial de la Guardia Civil y excombatiente en Afganistán, tiene como objetivo descubrir quién es el asesino de Ainhoa y descifrar cuáles fueron los motivos para cometer ese extraño y trágico suceso. La lista de sospechosos hasta la fecha (con lo que llevamos ya seis episodios) es extensa y variable (aunque necesaria pues el género lo precisa) aunque cuenta con demasiados lobos con piel de cordero, algunos de ellos sin cuartada.
Lucas, el novio de Ainhoa es señalado en el primer episodio por todo el pueblo como el principal sospechoso de su muerte, seguido de Juan Rueda, el terrateniente del pueblo el cual tiene ciertas rencillas del pasado con la alcaldesa (y que, aunque sea apuntado como tal y salgan a la luz unas fotos muestren una actitud cariñosa con la asesinada, en el cuarto episodio se desvela que Ainhoa era hija suya y de la alcaldesa, fruto de una historia pasada y la cual, según Agneska, le manipuló para que modificara el testamento a su favor y con esos 450 mil euros abrió una cuenta en Andorra poniendo como cotitular de cuenta a Marta). Sergio, el hijo esquizofrénico de Juan Rueda también está dentro de esa diana policial incriminado debido a su supuesta obsesión con la asesinada según Agneska la segunda mujer joven rusa de Juan Rueda, la cual también es señalada como potencial culpable de su muerte pues es quien quemó el coche la noche del asesinato, una prueba quizá contundente. Pilar (una joven problemática y extremadamente racista) se plantea como posible sospechosa puesto que sus celos por los sentimientos de Lucas hacia Fara (joven temporera hermana de Kaled) le nublan la razón y la conducen a declarar su deseo de que Fara estuviera muerta, como sí lo está (de forma merecida), Ainhoa lo cual pone en tela de juicio si estamos ante un crimen por celos. En el sexto episodio la lista se amplía apuntando la responsabilidad del asesinato a Amancio, alcohólico padre de Lucas y el cual acosaba y grababa a menores, incluso a Ainhoa por lo cual recibió una paliza de su padre, Juan Rueda en el capítulo anterior.
Más allá de la trama principal que intenta responder a la pregunta de quién mató y decapitó a Ainhoa en los invernaderos subyacen tramas secundarias no exentas de complejidad narrativa. Las historias de amor y la presencia del sexo (en las que se mezclan historias pasadas, rencillas y venganzas) están servidas: Héctor, pese a sentirse culpable por haber matado por error a su compañero en su misión en Afganistán (por un “Fuego amigo” en jerga militar), acaba empezando una relación con Marta, tras años de haberse quedado viuda aunque es en el último episodio en que se plantea un típico triángulo amoroso ya que Lola, su compañera policial le besa. Independientemente, el visionado de las cámaras donde se veía a Marta discutir con Ainhoa seis días antes de su muerte, hacen que Héctor sospeche de su credibilidad. El sexto episodio desvela algunas claves al respecto: Marta y Ainhoa discutieron porque ésta había tenido una aventura con su marido lo cual la había humillado tanto que era incapaz de contárselo a Héctor, quien encuentra el momento para confesarle que él fue quien verdaderamente mató a su marido por accidente en Afganistán.
Una segunda pareja es la que rompe con los prejuicios racistas presentes ya que Lucas (ex novio de la asesinada y del que está profundamente enamorado Pilar) y Fara son novios que lucharán por su amor huyendo del pueblo con ilusiones alocadas de casarse en el sexto capítulo. Sin embargo, volverán por la paliza de Amancio y posterior supuesto suicidio que Héctor considera que, en realidad, se trata de un asesinato ejecutado por algún miembro del cuerpo de la guardia civil (¿el alférez, quizá?) ya que Amancio, el segundo muerto hasta el momento, ocultaba información (más allá de haber hecho declaraciones en las que confesaba que “todas las chicas estaban muertas”, lo cual no se sabe todavía si se refería a las grabaciones de las que él era responsable como acosador) y, además, se ocultaba más información en una caja metálica de su bar que un joven había conseguido coger y marcharse con una moto. En ella se escondía una nueva pista: una medalla grabada con el nombre “Boris”.
En definitiva, Mar de plástico nos llena de una multitud de incógnitas por resolver: ¿Quién fue el verdadero asesino de Ainhoa?, ¿Ha sido asesinado Amancio en realidad?, ¿Quiénes eran las “chicas muertas” de sus declaraciones?, ¿Quién fue el chico de la moto que se adelantó a Héctor para robar la caja metálica?, ¿Fue Héctor quien mató a Pablo en Afganistán? Tendremos que esperar ansiosos los siguientes episodios para descubrirlo.
Doctora en Filología por la Universitat de les Illes Balears (2022) y, anteriormente, becaria predoctoral con una tesis centrada en personajes infantiles creepies, discursos de maternidad contemporánea, New Horror y narrativa transmedia. Máster en Lenguas y Literaturas Modernas (especialización en estudios literarios y culturales, UIB); Máster en Formación del Profesorado (Lengua y literatura, UIB) y Posgrado en el uso del cine como recurso educativo (UNED). Interesada en las representaciones audiovisuales infantiles y las maternidades contemporáneas, además de la aplicación del audiovisual y la narrativa transmedia como recurso educativo.