Relatos de muerte y violencia: «Too Old To Die Young» (NWR, 2019)
Según los expertos en la psicología del color en el ámbito cinematográfico, cuando aparece el violeta en escena significa que alguien va a morir (The Power of Color in Visual Storytelling, Patti Bellantoni 2005) Nunca un concepto tan específico referente a la narrativa visual como este ha sido capaz de resumir a la perfección el planteamiento de una producción cinematográfica ¿El proyecto? La serie creada por el danés Nicolas Winding Refn: Too Old to Die Young. Producida por Amazon, la serie se estrenaría el pasado junio en la plataforma streaming con una propuesta que desafía las fórmulas de la narrativa televisiva y consolidando al cineasta como uno de los creadores más sugestivos y experimentales con el medio del ámbito actual. Pero, mejor vayamos por partes.
Dirigida íntegramente por Winding Refn y co-escrita con Ed Brubaker, la serie es un thriller de vidas cruzadas donde se nos presenta la interacción entre varios personajes que sumergirán al espectador en una historia llena de barbarie, excesos y misticismo. Así, el episodio piloto se centrará en el oficial de policía Martin Jones (Miles Teller) quien, tras un ataque en una noche de servicio perpetuado por Jesús Rojas (Augusto Aguilera), se verá envuelto en una sórdida espiral de violencia de la que le será imposible escapar. Una premisa que puede resultar un tanto burda si contemplamos la complejidad del relato que nos propone NWR, su obra más ambiciosa hasta la fecha siendo la mayor manifestación de su mundo interior. Siendo una serie de autor – solo hace falta fijarse en la rotulación que introduce los episodios con “#byNWR presenta” – TOTDY condensa la iconografía particular de los microcosmos creados por el director iniciado en su película más reconocida por el público, Drive (2011), pasando por Only God Forgives (2013) y culminando en su último largometraje, The Neon Demon (2016). Un universo donde el onirismo, la excentricidad y el esteticismo neo-noir son las claves para comprender el mundo interior de unos personajes atormentados y de esencia antiheróica.
En la serie, como lo hará en su filmografía, NWR nos adentra en el lado más oscuro y sórdido de la sociedad centrado en las guerras entre bandas callejeras, mafias y cárteles mexicanos donde la brutalidad es parte de su mundo ordinario. En definitiva, su visión de un Inframundo contemporáneo que cuestiona la moralidad entre el bien y el mal y que reafirma la naturaleza violenta del ser humano. En TOTDY el límite entre bien/mal es difuso y todos los personajes son víctimas a la vez que verdugos. En este sentido, la serie mostrará un forma muy poco convencional de narrar para la televisión que, a pesar de generar cierta controversia al considerarse una película de 13 horas y no una «serie» propiamente dicha, actúa como eje central de la misma y completa la imaginería de Winding Refn como autor.
Con 10 episodios de duración que rondan entre los 110 y 30 minutos, NWR apuesta por una narración de ritmo lento y cadencia pausada como uno de sus principales rasgos estilísticos. Así, la intencionalidad de la puesta en escena donde la excesiva dilatación temporal de la acción y el movimiento gradual de la cámara – ayudado de una cuidada composición de planos coreográficos – es un reflejo de la naturaleza escondida de los personajes, a la vez que representa su mundo íntimo. De esta forma, Winding Refn involucra al espectador en los juegos perversos que se van desarrollando donde la cámara estática y puramente contemplativa provoca una sensación de mirada prohibida, como si fuésemos voyeurs de algo que no deberíamos ver. A su vez, la aparente impasibilidad de los personajes frente al mundo que lo rodea, sus figuras inmóviles como si de estatuas se tratasen, sus miradas perdidas y los silencios acaban de configurar un universo semi-onírico donde parece que el tiempo se ha detenido por completo. Un tipo de narración que potencia el misterio en una serie donde nadie es lo que parece y que resulta desafiante para el espectador televisivo acostumbrado a la aceleración de la ficción “tradicional”, sobre todo tratándose de un thriller.
Igualmente, es innegable la influencia de cineastas que se nutren de lo surrealista y del subconsciente en la filmografía de NWR. Las obras de David Lynch o David Cronenberg tienen sus ecos en TOTDY – incluso títulos concretos como Mulholland Drive, Terciopelo Azul o Map to the Stars – donde aquello que está debajo de la superficie se traduce como las cloacas de nuestra propia sociedad y de nuestra propia humanidad; o, si se prefiere, como representación de nuestra monstruosidad. Desde personajes extremos (incluso algunos ridículos) a la mirada prohibida, hasta la utilización de Los Ángeles como representación del infierno sobre la Tierra. En este sentido, el desfile de personajes secundarios mezclarán realismo con onirismo donde los personajes masculinos representarán los deseos terrenales (perpetuando la violencia y lo físico), mientras que los personajes femeninos representarán la esfera espiritual, tanto de forma figurada (Janey y Yaritza) como literal (Diana). Así, las mujeres de TOTDY serán las redentoras de los bienes/males masculinos y donde la tradición religiosa cristiana y la mitología Apocalíptica del Nuevo Testamento jugarán un rol importante.
Por supuesto, retomando la frase que encabezaba este post, la importancia del espacio y del uso del color también serán vitales para el conjunto de la serie. Si bien NWR es conocido por su barroquismo visual y su excentricidad, en TOTDY no será menos. Cercana al espacio laberíntico de Only God Forgives y la sordidez de The Neon Demon, la riqueza cromática representada por el omnipresente color violeta – como simbolo de la muerte, el delirio, la nocturnidad, la fantasía y el erotismo – definen de forma perfecta el devenir de los personajes, el tono del proyecto y las temáticas que se desarrollan. Una mezcla de claroscuros y colores de neón brillante que producen una sensación angustiosa como reflejo de la psicología de los personajes.
Como lo serían en su momento series como Twin Peaks, True Detective, Unbelievable o Mindhunter – thrillers poco convencionales que retan al formato narrativo clásico de ficción criminal con un claro sello de autor – Too Old to Die Young es un retrato acerca de la violencia y su perpetuación en el sistema contemporáneo donde la apariencia es uno de sus mayores males. Una serie que combina el más puro thriller con elementos místicos (casi) proféticos donde se augura un destino fatídico para la configuración de la futura humanidad. O, ¿tal vez, el futuro ya es cosa del presente?
Amante del terror y de las series británicas. Ferviente seguidora de Yoko Taro. Graduada en cine y audiovisuales por la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC-UB). Especializada en dirección artística/diseño de producción. Máster de especialización en Estudios Literarios y Culturales (Universitat de les Illes Balears). Profesora en el grado de Comunicación Audiovisual en CESAG-Universidad de Comillas. Colaboradora en el proyecto «Ludomitologías» liderado por el Tecnocampus de Mataró (UPF). Interesada en la investigación en game studies y TV studies.